El olfato es el sentido más importante del perro, el que le da más información de lo que sucede en su entorno. Pero continua e inconscientemente les impedimos desarrollarlo, cuando intentan oler las micciones de otros perros o cuando se intentan saludar olfateando, es muy común que los propietarios cortemos estas actitudes con un tirón de correa.
Trabajar el olfato es terapéutico, es un excelente medio para canalizar excesos de energía en perros destructivos, con estrés, ansiedad, miedos...Aporta mucha capacidad de concentración que conlleva un gasto energético importante así como una adecuada gestión del estrés y de la ansiedad.
En perros de razas de trabajo son frecuentes los problemas de estereotipias porque sus dueños no son capaces de darles una actividad física y mental suficiente. El empleo de trabajos avanzados de olfato pueden ser un buen complemento a la terapia e incluso una solución en sí misma.
En general, los trabajos de olfato ayudan a nuestro perro a concentrarse, relajarse, desarrollar sus capacidades cognitivas y son autoreforzantes, es decir, divertidos para el perro.
Los trabajos de olfato, además, aumentan el vínculo y nos ayudan a relacionarnos mejor con nuestros perros.