HOLA AMIGOS


Bienvenidos a mi blog. Este será un sitio dedicado a la raza que me apasiona, el cocker spaniel ingles, y en general a todos los perros, con raza o sin ella. Aquí iré colgando temas relacionados con ellos, con los cocker y todo aquello que me parezca interesante, sobre veterinaria, etología etc...

Encontrarás que algunos artículos sobre el cocker son un poco técnicos, pero la mayoría son para todos los públicos. ¡No te desanimes !



Agradecimiento:

Me gustaría agradecer a todas las personas que nos han ayudado, explicado y aguantado tantas y tantas cosas, y que han hecho que nuestra afición persista.

En especial a Pablo Termes, que nos abrió su casa de par en par y nos regaló jugosas tardes en su porche contando innumerables “batallitas de perros”. Suyas fueron nuestras dos primeras perras y suya es buena parte de culpa de nuestra afición. A Antonio Plaza y Alicia, también por su hospitalidad, su cercanía, y su inestimable ayuda cada vez que la hemos necesitado. También por dejarnos usar sus sementales, casi nada. Y a todos los criadores y propietarios que en algún momento, o en muchos, han respondido a nuestras dudas con amabilidad.

Y, por supuesto, a Rambo, Cibeles y Maripepa, a Chulapa y Chulapita, y a Trufa, como no, y a todos los perros con pedigrí o sin el, con raza o sin ella por ser tan geniales.

Muchas gracias


Te estaré muy agradecido si después me dejas tus impresiones en forma de comentario.

Espero que te guste y que vuelvas pronto.



PARA LA REALIZACIÓN DE ESTE BLOG NINGÚN ANIMAL FUE MALTRATADO




jueves, 14 de junio de 2018

MI PERRO ¿PUEDE ESTAR DEPRIMIDO?


Esta es una pregunta que nos hacemos a menudo cuando observamos a nuestro perro un poco bajo de ánimo o “tristón”, pero ¿realmente los perros pueden manifestar signos de depresión? No es extraño notar alguna vez que se encuentra decaído, sin ganas de jugar, salir a pasear o comer. En esta entrada os hablamos de los factores que pueden afectar a su bienestar psicológico y emocional.


Comportamiento abatido o “triste”

Es difícil, puesto que no existen estudios o estadísticas científicos al respecto, establecer una similitud exacta entre los comportamientos, reacciones y “estados de ánimo” de los perros y de las personas. Sin embargo, es frecuente podido observar en los perros, signos de apatía o falta de interés por su entorno. Algunos perros son muy sensibles a alguna de estas situaciones, que les llevan a mostrar alteraciones en su conducta:

– Falta de atención o interactividad por parte de su propietario, lo que le ocasiona sentirse “rechazado” o poco integrado en el hogar. Los perros son animales eminentemente sociales.

– El aburrimiento, la falta de estímulos mentales para jugar, en su educación y desarrollarse plenamente.

-Permanecer solo en casa o la ausencia de su propietario habitual, sobre todo si está muy apegado a él.


–Ausencia de rutinas y horarios establecidos tanto en sus paseos, comidas y aseo. Los perros son mascotas que aman las rutinas, ya que les proporcionan seguridad y les ayudan a minimizar el estrés.

-Cambios en el hogar: llegada de otro perro u otra mascota, llegada de un bebé, mudanzas, etc, o cualquier circunstancia que pueda afectar a su vida cotidiana o a su “jerarquía”.


-Situaciones o episodios traumáticos.

-Causas físicas: enfermedades o procesos fisiológicos que le dificultan su comportamiento habitual.

-Factores que le producen ansiedad o desasosiego como los ruidos ambientales frecuentes en el hogar, falta de descanso, ausencia de paciencia y serenidad en su manejo y educación, ya que los perros perciben nuestro estado de ánimo, empatizan con él y “lo absorben”.



Ante estos signos, lo primero es llevarlo al veterinario.

-La comunidad veterinaria aconseja que si se observa alguno de estos signos o síntomas, estos pueden estar causados por un problema físico, una dolencia, por lo que lo primero que se debería hacer es realizar una completa revisión para descartar alguna dolencia o trastorno de su organismo. 
   
– La apatía, la falta de interés y curiosidad por jugar, por explorar o por relacionarse con otros perros, por ejemplo.


-Cambios en el apetito: por una falta del mismo o por exceso.

-Cambios en el sueño: tanto por somnolencia excesiva (dormita o duerme más horas de lo normal en él), como por ansiedad o nerviosismo, que le impiden descansar.

-Problemas en el aparato digestivo.

–Conductas extrañas o anómalas: como gemir y llorar frecuentemente, deambular de un lado para otro, comportamientos destructivos, o esconderse.


¿Qué podemos hacer?

Lo primero es tener un diagnóstico clínico emitido por un veterinario, que estudiado el caso concreto y las circunstancias físicas y el entorno de cada perro, puede prescribir un tratamiento con fármacos para minimizar la ansiedad.
Los propietarios podemos hacer mucho para prevenir este tipo de situación, procurando a nuestro perro una vida estable y agradable, atendiendo sus necesidades sociales y de estímulos, dedicándole tiempo al juego, al ejercicio y al deporte, educándole correctamente para que adquiera buenos hábitos desde cachorro, ofreciéndole una nutrición equilibrada y completa, y asegurándonos que reciben cuidados veterinarios e higiénicos. Si por circunstancias especiales se precisa ayuda, es conveniente el asesoramiento de un etólogo o educador canino para mejorar la vida emocional de nuestro compañero.



Publicado en El Blog de Arion