HOLA AMIGOS


Bienvenidos a mi blog. Este será un sitio dedicado a la raza que me apasiona, el cocker spaniel ingles, y en general a todos los perros, con raza o sin ella. Aquí iré colgando temas relacionados con ellos, con los cocker y todo aquello que me parezca interesante, sobre veterinaria, etología etc...

Encontrarás que algunos artículos sobre el cocker son un poco técnicos, pero la mayoría son para todos los públicos. ¡No te desanimes !



Agradecimiento:

Me gustaría agradecer a todas las personas que nos han ayudado, explicado y aguantado tantas y tantas cosas, y que han hecho que nuestra afición persista.

En especial a Pablo Termes, que nos abrió su casa de par en par y nos regaló jugosas tardes en su porche contando innumerables “batallitas de perros”. Suyas fueron nuestras dos primeras perras y suya es buena parte de culpa de nuestra afición. A Antonio Plaza y Alicia, también por su hospitalidad, su cercanía, y su inestimable ayuda cada vez que la hemos necesitado. También por dejarnos usar sus sementales, casi nada. Y a todos los criadores y propietarios que en algún momento, o en muchos, han respondido a nuestras dudas con amabilidad.

Y, por supuesto, a Rambo, Cibeles y Maripepa, a Chulapa y Chulapita, y a Trufa, como no, y a todos los perros con pedigrí o sin el, con raza o sin ella por ser tan geniales.

Muchas gracias


Te estaré muy agradecido si después me dejas tus impresiones en forma de comentario.

Espero que te guste y que vuelvas pronto.



PARA LA REALIZACIÓN DE ESTE BLOG NINGÚN ANIMAL FUE MALTRATADO




viernes, 8 de octubre de 2021

CUIDADOS BÁSICOS PARA TU PERRA DESPUÉS DEL PARTO


Cuando la hembra acaba de ser madre, necesita algunas atenciones y cuidados extra para ayudarla en su recuperación con los exigentes requerimientos que conlleva la maternidad. Alimentación específica, higiene, seguimiento veterinario y tranquilidad son algunos de ellos


1. La madre requiere el doble o hasta el triple de calorías.

En comparación con otros animales en edad adulta, las perras que se encuentran en gestación y lactación tienen unos requerimientos nutricionales más exigentes. Por tanto, su alimentación debe adaptarse a este nuevo estado fisiológico con el fin de cubrir las nuevas demandas calóricas de la de la hembra y satisfacer el suministro de leche materna a los hambrientos cachorros. Las exigencias nutricionales de los pequeños son constantes, ya que, recién nacidos pueden llegar a mamar cada tres o cuatro horas día y noche. Este desafío metabólico de la madre es especialmente importante en el caso de camadas numerosas.


Durante el postparto no bastará con su pienso habitual de mantenimiento, que resulta insuficiente. El alimento específico debe ser completo, rico en nutrientes y fundamentalmente adaptado a las nuevas necesidades de energía, ya que las hembras requieren el doble o el triple de calorías que en situación de mantenimiento.
El pico de lactación se produce a las tres o cuatro semanas después del parto. Tras él, se comienza a suministrar alimentación semisólida o sólida a la camada. A medida que los cachorros comiencen a consumirla, la producción de leche por parte de la hembra decaerá.


Una alternativa óptima sería un pienso formulado para alta actividad o “alta energía”, siendo el pienso para cachorros otra buena opción, ya que es muy adecuado para hembras en el último tercio de la gestación y durante la lactancia. Un alimento bajo en energía ocasionará en una pobre producción láctea y una disminución de peso importante para la perra.
Durante la lactación, la hembra necesita comer a menudo, se le pueden ofrecer pequeñas dosis varias veces al día, o dejarle la comida a libre disposición (ad libitum) para que se alimente cuando ella lo desee.


2. Posibilidad de hidratación constante

Junto a la alimentación específica, hay que asegurar el consumo adecuado de agua. La madre debe tener día y noche agua fresca disponible, tanto para reponer el líquido perdido durante el parto como para asegurar la producción de leche.


3. Evitarle cualquier situación de ansiedad

Es conveniente que dediquemos un tiempo a elegir el lugar adecuado para colocar el cajón paridera o el “nido” de la madre ya antes del parto.  


Debería ser en un lugar tranquilo, confortable y sin corrientes de aire, donde no se vean molestados por el ruido o la luz excesivos, y que no sea en un lugar de paso de la casa. La mayoría de las perras son tolerantes con la presencia de su propietario cerca de los cachorros, pero pueden ponerse muy nerviosas y protectoras si toda la familia o amigos están cerca, y quieren visitar o coger en brazos a sus pequeños. La reacción dependerá mucho del carácter y entorno de cada hembra.


Al principio, hasta que toda la familia se acostumbre a esta situación, es bueno que gocen de cierta tranquilidad, aunque no es conveniente colocar la paridera totalmente aislada del resto de la casa (en un garaje, en el jardín o en una habitación, incomunicados). Es beneficioso que sigan formando parte del núcleo familiar, en casa, con nosotros, para que la socialización de los cachorros sea adecuada.


4. Higiene

Una vez nacidos los cachorros, es importante limpiar bien la paridera de la perra, retirar cualquier resto de placenta u otro material biológico que no hay sido ingerido por la madre, retirar los periódicos, toallas, sábanas o mantas sucios (el material que hayamos colocado en la base) y reemplazarlos por otros limpios. Mantener una buena higiene del lugar donde están la madre y los cachorros es importante para prevenir infecciones, se recomienda limpiarlo diariamente, con productos que no resulten tóxicos para ellos (no usar lejía ni amoniaco, por ejemplo).


Si es posible, tras el parto, lavar con agua tibia la vulva de la perra, y secarla muy bien. Es posible que en las primeras horas la madre se resista a dejar solos a sus cachorros, aunque sea solo por unos minutos. Es conveniente animarla a que salga del “nido” para hacer sus necesidades, extremando las precauciones si tiene contacto con otros perros, para que no le transmitan ninguna posible enfermedad o parásitos.


5. Control veterinario

El puerperio constituye un gran reto para el organismo de la madre, por ello hay que estar atentos para que no surjan complicaciones. Hay que vigilar que no tenga fiebre, que esté limpia y bien aseada para prevenir infecciones (más vulnerable a ellas tras el parto); que muestre un comportamiento maternal con los cachorros (en caso de que los rechace, sea descuidada o torpe con ellos, o se muestre agresiva hacia los pequeños, deberemos intervenir). Si se observa que de repente deja de interesarse por sus hijos, suele ser una señal de que algo no va bien.


La revisión diaria de sus mamas también es importante para identificar precozmente la presencia de la temida mastitis. Esta patología consiste en una inflamación de las glándulas mamarias provocada por una infección bacteriana, es muy dolorosa para la perra, afecta tanto a su salud como a la producción de leche. Si se trata rápidamente no debería representar un problema grave, pero si no se hace puede resultar fatal. Asimismo, hay que revisar la vulva periódicamente para comprobar que no existe signo de infección o secreción de flujos con presencia de pus, malolientes o que indiquen que puede haber una metritis post-parto (infección uterina).




Publicado en El Blog de Arion