Masticar es un comportamiento natural en los perros y, por supuesto, existen snacks masticables y huesos seguros. De hecho, los huesos para perros pueden proporcionar una estimulación mental y limpiar los dientes de tu perro. No obstante, antes de darle un hueso viejo a tu perro, sigue leyendo para descubrir qué huesos son seguros.
La mayoría de las personas saben que los huesos de pollo cocinados son malos para los perros. De hecho, los huesos cocinados de cualquier tipo pueden ser peligrosos, porque se rompen y se astillan en partes pequeñas y afiladas que pueden cortar la boca del perro y sus órganos digestivos. Los fragmentos de hueso pueden causar numerosos problemas de salud, incluyendo:
● Laceraciones de la boca y la lengua
● Asfixia
● Dientes rotos
● Cortes y heridas en la boca o en las amígdalas
● Vómitos y diarrea
● Estreñimiento severo
● Una obstrucción intestinal que puede requerir cirugía
Lo más seguro es no darle nunca a tu perro un hueso que haya sobrado de la cena familiar. Incluso los huesos de ternera se pueden romper en partes peligrosas. Además de ser peligrosos, los huesos cocinados no son tan sanos como otros tipos de huesos porque el proceso de cocción los despoja de muchos de sus nutrientes beneficiosos.
Si quieres usar la carne y los huesos que han sobrado de tu comida, plantéate hervirlos y colarlos para hacer un delicioso caldo de hueso en su lugar.
Cómo escoger un hueso crudo para tu perro
Por lo general, los huesos crudos son mucho más seguros que los cocinados. No obstante, hay algunos huesos crudos que nunca deberías darle a tu perro. Estos incluyen:
● Huesos de cerdo, que se astillan y se rompen fácilmente
● Huesos de costillas de cualquier tipo, que son pequeños y pueden romperse o quedarse atascados en la garganta de tu perro
● Cualquier hueso más pequeño que la boca del perro, ya que podría tragárselo entero
Los huesos crudos de vacas y bisontes suelen ser seguros cuando se usan de forma apropiada. Es mejor saber de dónde vienen los huesos, por lo que deberías comprar huesos crudos en una carnicería con carne de origen local. Guárdalos en el congelador y descongélalos uno por uno para dárselos a tu perro.
Cuando escojas un hueso crudo para tu perro, busca uno que sea más o menos del tamaño de su cabeza. ¿Por qué tan grande? Porque si es de gran tamaño, tu perro podrá disfrutar mordiéndolo, pero la posibilidad de que se rompa y tu mascota se trague una parte peligrosa será pequeña. Los perros muy grandes disfrutarán masticando huesos de nudillos de res y de bisonte.
Una precaución que debes tener en cuenta si le das huesos crudos a tu perro es que pueden provocar la aparición de enfermedades transmitidas a través de la alimentación, como la salmonela. Si le has dado un hueso crudo a tu perro, asegúrate de tirarlo después de unas horas.
Masticables comerciales seguros
Muchos dueños de perros eligen masticables vendidos en tiendas por la comodidad y la seguridad que ofrecen. Los masticables dentales como por ejemplo el Hueso Dental para perros es comestible, soluble y digerible. Además de satisfacer las ganas de masticar de tu perro, combate el sarro y el mal aliento de tu perrete, es decir cuida de su salud dental.
También hay opciones no comestibles, como los juguetes dentales para perros. Son huesos de nailon fuertes y duraderos a los que se le han añadido sabor. Satisfacen la necesidad de masticar del perro, sirven como limpieza dental y son prácticamente indestructibles. ¡Nada de partes pequeñas!
Algunos dueños de perros optan por los snacks de buey como alternativa a los huesos. Los snacks de buey son totalmente digeribles y no se rompen en partes peligrosas. Son masticables duraderos que mantendrán ocupado a tu perro, pero solo deberían usarse como chuches: no son un sustituto de la comida para perros equilibrada y nutricional.
Tanto si le das a tu perro un hueso crudo como una chuche en forma de hueso o huesos prensados, siempre deberías supervisar su masticación. Los perros pueden masticar durante horas si se lo permites, por lo que debes asegurarte de quitarles el masticable después de entre 10 y 15 minutos.
Cómo darle un hueso a tu perro de forma segura
Cuando estés buscando huesos para perros y masticables en una tienda, busca algo que esté etiquetado como “fácil de digerir”. O, para masticables no comestibles, escoge algo más grande que la boca de tu perro sin partes pequeñas o partes que se puedan romper fácilmente.
Cualquier hueso puede causar un peligro de asfixia cuando se deshace en trozos pequeños. Por tanto, siempre deberías supervisar a tu perro mientras lo mastica y llevártelo una vez que se ha desgastado y sea más pequeño que su boca.
Por último, lo mejor es darle a tu perro un hueso o un masticable después de que haya comido. Si un perro está hambriento, es más probable que se trague partes del hueso o lo mastique con demasiada fuerza y se lesione la boca. Un perro saciado disfrutará de la estimulación mental de masticar sin sentir la necesidad de comer el hueso.