Se trata de una idea conocida desde hace tiempo, pero empezó a extenderse a principios de la década del 2000. Probablemente surgió en las protectoras, donde los empleados y voluntarios eran testigos de primera mano de la tendencia de los animales negros a pasar más tiempo en sus instalaciones.
¿Pero por qué se pasa por alto a los perros cuyo pelaje es negro en las protectoras? Hay varias características de los perros negros que pueden ser decisivas:
No llaman la atención: el pelaje de los perros negros en los recintos mal iluminados de algunas protectoras puede hacer que los adoptantes no se fijen en ellos.
Es difícil hacerles buenas fotos (como le ocurre a la perra de mis padres, Lady Aggie, cuyos encantadores ojos se pierden en su lustroso pelaje negro). Si las fotos son malas, es posible que los perros negros reciban menos clics en sus perfiles de internet y menos peticiones de adopción en persona.
Debido a su cara oscura, es más difícil leer sus expresiones faciales, y las personas quieren sentir una conexión emocional inmediata con el perro que van a adoptar.
Su pelo oscuro puede ser más visible en los muebles cuando mudan, y a algunas personas simplemente no les gusta tener que limpiar más de la cuenta
En ocasiones, los perros negros están asociados con la oscuridad y los malos augurios en la cultura popular (¿recuerdas el Grim de Harry Potter?), lo que puede hacer que algunas personas tengan dudas a la hora de llevarse uno a casa.
Prejuicios contra los perros negros: realidad y ficción
Quienes trabajan en las protectoras suelen tener abundantes pruebas anecdóticas que confirman los prejuicios contra los perros negros. Incluso yo puedo contribuir, ya que he sido voluntaria en una protectora de perros durante una década y uno de mis trabajos actuales es en un refugio para gatos.
En mi lugar de trabajo, es cierto que en una habitación llena de gatitos, los negros suelen ser los últimos en encontrar un hogar. Según mi experiencia, lo mismo ocurre cuando se trata de adoptar perros negros: los que son totalmente oscuros suelen pasar más tiempo en las protectoras que aquellos de color más claro o de varios colores. No obstante, finalmente acaban siendo adoptados.
En una entrada de blog escrita para la página web de la ASPCA (Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad contra los Animales), la doctora Emily Weiss informó sobre un estudio del año 2012 que pretendía descubrir si los prejuicios contra los perros negros eran reales.
El estudio descubrió que las percepciones que los participantes tenían de los perros estaban “más influenciadas por sus estereotipos internos sobre las razas” que por el color. Por ejemplo, en el estudio, un labrador negro fue percibido como “menos hostil, más amistoso, menos dominante y más sumiso” que un pitbull marrón y un bóxer atigrado. En este caso, la percepción de la raza fue mucho más importante que el color.
Al parecer, el color del pelaje no es lo primero que la mayoría de las personas tienen en cuenta al evaluar a un perro. Según se informa en un artículo en inglés de io9.com, un estudio realizado con perros de color oscuro en una protectora de Estados Unidos en 1998 determinó que, si bien el color era un factor, en realidad se encontraba al final de la lista de las consideraciones de los adoptantes a la hora de elegir a su mascota.
Cómo escogen los adoptantes a sus perros
Según el estudio presentado por io9, las principales consideraciones al escoger un perro son:
Raza. La gente quiere perros de pura raza, “independientemente del color”.
Tamaño. Tanto grande como pequeño: las personas quieren un perro que encaje con su hogar y su estilo de vida.
Edad. Los adoptantes suelen preferir en mayor medida a los perros jóvenes.
Experiencias personales. Según el estudio, “algunas personas tenían aversión a los perros callejeros”.
Color. Las personas solo empezaron a elegir perros en función de su color después de haber considerado el resto de los factores.
Entonces, si el color no es tan importante, ¿por qué persiste la idea del síndrome del perro negro? La doctora Weiss, de la ASPCA, cree que se debe a la «falacia de la frecuencia base: simplemente hay más perros negros grandes en la población”. En otras palabras, dado que hay más perros negros en las protectoras (la frecuencia base), los vemos más a menudo, lo que refuerza nuestra percepción de que son más frecuentes en las protectoras.
Los perros negros tardan más tiempo en encontrar un hogar
De hecho, hay estudios que indican que los adoptantes escogen perros negros con la misma frecuencia que perros de otros colores y en proporciones acordes con su número en la población general de perros.
En una entrevista con el periódico estadounidense L.A. Times, un gerente de la organización Los Angeles Animal Services indicó que a lo largo de un año, “un 27% de los 30.046 perros que recogió su departamento eran predominantemente o totalmente negros” y de todos los perros adoptados “un 28% eran predominantemente o totalmente negros”.
No obstante, en el mismo artículo, una portavoz de la Sociedad Humana de Pasadena indica: “La cuestión no es si un perro negro será adoptado, sino cuánto tiempo tardará en ser adoptado. El tiempo de espera medio en mi refugio de perros son dos semanas… Los perros negros pueden pasarse hasta dos meses esperando”.
Entonces, ¿existen realmente prejuicios contra los perros negros? Se podría decir que sí, pero no siempre.
En muchos, muchos centros de adopción de perros (pero no en todos), es probable que un perro joven de pura raza con un historial de comportamiento perfecto sea el primero en salir por la puerta, pero podría tratarse perfectamente de un labrador negro o de otra raza totalmente negra.
La mejor forma de evitar los prejuicios contra los perros negros es recordar que cada perro es un individuo y que el color de su pelaje es tan poco relevante como el tamaño de sus orejas o la longitud de su cola, ya que lo importante es el valor de su amistad.