Otro de los comportamientos indeseables que suelen presentar los perros en su convivencia con los seres humanos es la destructividad de muebles u otros objetos. Por supuesto que la mayoría de las veces este comportamiento suele ocurrir en ausencia del grupo familiar, es decir, cuando el perro está solo. También en este caso la mayoría de los propietarios suelen castigar al animal cuando regresan a su casa y se encuentran con los restos de sus preciados objetos. Sin embargo, esta actitud no sólo no suele ser adecuada ni eficaz para corregir esta mala conducta sino que además puede contribuir a empeorarla.
Para revertir esta conducta primero es necesario, como en todos los casos, conocer las causas por las que un perro rompe cosas. Entre las más frecuentes figuran la necesidad de experimentar el gusto y la textura de los objetos que están en el ambiente, habitual en los cachorros; el aburrimiento, tanto en cachorros como adultos; el aprendizaje, en juveniles; y, finalmente, como un modo de aliviar tensiones, no importa la edad del perro.
Si de cachorros se trata, hay que tener en cuenta que suelen ser sumamente curiosos y que esta curiosidad en general está orientada hacia todo lo nuevo. Por eso, al igual que los bebés, suelen llevarse a la boca diferentes objetos que están a su alcance. La diferencia radica en que los filosos dientes del cachorro y sus poderosos músculos masticatorios tienen un poder de destrucción suficiente para dañar cualquier tipo de objeto.
Por este motivo al principio de la convivencia es importante preocuparse por:
- Proporcionarle al cachorro diferentes objetos que sean adecuados para que se los lleve a la boca. Es mejor no darle cuatro o cinco "chiches" y dejárselos a su disposición en forma permanente ya que seguramente se aburrirá y buscará algún objeto novedoso en lugar de los que tenía destinados para él.
- Poner fuera del alcance del cachorro aquellos objetos preciados hasta tanto el perro sea más grande.
Si la destructividad por aburrimiento ocurre cuando el perro, ya sea cachorro o adulto, permanece solo en la casa durante varias horas al día, resultará conveniente además sacarlo a hacer una larga caminata media hora antes de que su dueño se vaya de la casa y media hora después de su regreso. De esta manera se le brinda al animal la posibilidad de distraerse y cansarse. Como consecuencia no sólo se aburrirá menos sino que también eliminará tensiones durante el ejercicio y tendrá menor necesidad de morder y romper objetos.
Finalmente, otra forma de prevenir el comportamiento destructivo es no darle al perro zapatillas viejas, medias viejas o cualquier otro objeto, ya que probablemente el animal no diferencie estos objetos viejos de los nuevos, que sí tienen valor para su propietario. Es frecuente observar cómo perros que han sido estimulados a jugar, por ejemplo, con zapatillas o ropa vieja terminan destrozando zapatillas nuevas.
Extracto del libro "Nuestro perro" - Autor: M.V. Claudio Gerzovich Lis