Marlon Brando
Iguales y opuestos. Marlon Brando (arriba en la imagen) está en el punto culminante de la primera etapa de su belleza, que siempre fue sensual. De joven no era todavía barroco, sino rococó, igual que su teckel de pelo corto, que es la versión urbana de su hermano de pelo duro. Las personas buscan a veces la semejanza con sus mascotas.
Mia Farrow
Su mejor amigo de Hollywood. Mia Farrow, con su gata persa, en 1964. La actriz denunció en 2016 junto a Madonna las cacerías de los hijos de Donald Trump.
Pablo Picasso
Calorcito. Para el hiperactivo Pablo Picasso, permanecer sentado durante un buen rato siempre fue una heroicidad. Seguro que jamás le hizo una concesión semejante a ninguna de sus mujeres ni a ninguno de sus hijos. Su perro, un teckel de pelo duro, cazador temerario, suele ser también hiperactivo. El hombre se ha dejado hipnotizar por el calorcito y la respiración lenta de ese cuerpo diminuto pegado al suyo. Pablo se mantiene despierto, pero concentrado. Y quieto. Todo por no despertar al chucho.
Marilyn Monroe
Simbiosis. Toda la belleza del mundo se reúne en esta imagen en la que Marilyn sujeta a sus dos teckels de pelo corto. Era partidaria de que la mascota debería ser a imagen y semejanza de la principal cualidad de su dueña. Ella, más atenta a su propia imagen y a su idilio con los objetivos de las cámaras, vivió enamorada a esos ojos ciegos a los que sabía mirar con entusiasmo.
A imagen y semejanza. Steve McQueen con su pastor alemán. Ambos eran igualmente potentes en lo físico, pero mansos en lo anímico.
Defensora de los animales. Brigitte Bardot posa con su primer libro para niños, rodeada de algunas de sus inseparables mascotas, en 1978. La sex symbol del cine de los 60 creó la Fundación Bardot, que defiende la protección de las mascotas y animales salvajes de todo el mundo.
Frida Kahlo
Los monos de Frida. La pintora y poetisa junto a su esposo, Diego Rivera, con uno de sus monos mascota frente a una muestra de restos arqueológicos en México en los años 40.