Es así como llegamos a estudios sobre el lenguaje canino como el de Turid Rugaas, quién detalló en su libro El lenguaje de los perros: las señales de calma, una serie de gestos que están presente en todos los canes y que nos ayudan a entender cuando se encuentran cómodos y cuando no.
Basándose las señales de calma, la educadora canina británica Kendall Shepherd desarrolló la que conocemos como escala de agresión de los perros, una escalera creciente donde se muestran los gestos de menor a mayor que indican el nivel de agresividad del perro.
Desde bostezar hasta morder: los signos de agresividad
Como ya hemos dicho, la escala de agresión analiza las señales de calma descritas por Turid Rugaas, ordenando aquellos gestos que muestran desconfianza o agresividad por parte del perro, de menos a mayor, para poder entender lo que nuestros peludos nos dicen y evitar así situaciones peligrosas.
Los primeros pasos de esta escalera describen lo que conocemos como fase de apaciguamiento activo. Aquí el perro está incómodo y siente miedo, por lo que se dará la vuelta, girará la cabeza, bostezará o incluso se alejará de aquello que le produce inseguridad para advertir de que no quiere una confrontación.
Si las señales no obtienen ningún resultado, el perro entrará en la fase de agresividad defensiva, en la cual empezará a mostrar un comportamiento de protección y sumisión, una forma de decirle al otro perro o al humano que no quiere hacerle daño. Para ello se podrá arrastrar con las orejas hacia atrás, esconderá la cola o se tumbará con las patas levantadas.
Por último, si nada de lo anterior ha tenido resultado, el perro entrará en la fase ofensiva, donde empezará a tensar su musculatura y enfocar más la mirada. Es el último aviso antes de atacar, por eso veremos al perro gruñir, enseñar los colmillos e incluso morder al aire.
Señales de calma
Conocer todos estos gestos e incluso practicarlos es algo que todo dueño de perro debería hacer para tener una correcta comunicación con su peludo. Por esto las señales de calma son tan importantes en el aprendizaje de los dueños cuando queremos educar a un perro y evitar conductas negativas o problemáticas.
Sonia Losada, profesora en activo del curso profesional de Educación canina y Adiestramiento de l’Escola d’oficis de Catalunya y conocida como Xila's Training, ya nos lo contaba en una entrevista: "Absolutamente todos los perros se comunican con estos gestos, que son un total de 30. Los hay para evitar conflictos, para relajarse ellos mismos, para mostrar felicidad... Aunque hay otro tipo de gestos comunicativos, estos son los básicos que tenemos que saber si queremos hablar con nuestros peludos".
Y es obligado terminar recordando que si nuestro perro tiene algún problema de comportamiento ligado a la agresividad, es preferible siempre contar con la ayuda de un etólogo o educador canino experto en modificar conductas y no buscar recetas en Internet y aplicarlas por nuestra cuenta y riesgo.