Los científicos saben que los ojos azules están vinculados al color del pelo de algunos perros, como los pastores australianos merle (o de pelaje moteado). Pero ¿y qué hay de otros perros con penetrantes ojos azules, como el popular husky siberiano?
Los científicos de una empresa emergente dedicada al análisis del ADN se dispusieron a explorar esta incógnita observando otras variantes —además del color del pelo— que pueden ser causantes del color de ojos azules en perros.
En el mayor estudio comparativo de perfiles genéticos caninos, los investigadores descubrieron una modificación genética que puede ser responsable de los ojos azules perrunos. Adam Boyko y Aaron Sams, de Embark Veterinary, Inc., publicaron el estudio la semana pasada en la revista PLOS Genetics.
Los investigadores analizaron el ADN de más de 6.000 perros cuyos dueños habían comprado kits de análisis de ADN para confirmar o identificar las razas de sus perros y explorar los posibles riesgos de que padecieran problemas de salud. El tamaño del estudio fue posible gracias al acceso de los científicos a una gran cantidad de datos por los kits comprados y la disposición de los dueños a participar en una encuesta en Internet en la que también podían compartir fotos de sus perros.
Los investigadores descubrieron que un cambio genético, o mutación, cerca de un gen conocido como ALX4 en el cromosoma canino 18 está estrechamente relacionado con los ojos azules en huskies siberianos.
El genetista Kristopher Irizarry, de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Western University of Health Sciences, explica que los genes son todo causa y efecto, como fichas de dominó derribándose las unas a las otras. «Un gen activa otro, o desactiva otro, o desactiva 10 y activa otros», afirma. «La genética es una telaraña compleja de tirones y empujones, y el orden y el tiempo son fundamentales».
Una falta de pigmento
Los ojos azules son un rasgo presente en varias razas caninas, entre ellas los antiguos pastores ingleses, los border collies y los corgis galeses o los corgis de Pembroke, según explica Irizarry. Pero en estas razas, los ojos azules se heredan como rasgo recesivo, lo que significa que se necesitan dos copias mutadas del gen para dar lugar a los ojos azules.
En humanos, según explica, los ojos azules son el resultado de una variación genética entre un par de genes llamados HERC2 y OCA2 en el genoma humano.
Según Irizarry, la mutación del gen ALX4 en los huskies siberianos parece dar pie a una reducción de la producción pigmentaria en el ojo. La falta de pigmento hace que el ojo parezca azul.
«No hay pigmento azul. Es por la forma en que la luz entra y sale del ojo, creando un aspecto azul, del mismo modo que el cielo parece azul pero el espacio exterior no es azul», afirma Irizarry.
El tipo de mutación descubierto en el estudio —en este caso, la duplicación de un fragmento de información genética— también es la causa de que los pastores australianos tricolores a veces tengan ojos azules, un fenómeno para el que no existía explicación antes de este estudio, según Aaaron Sams, uno de los autores del estudio y científico principal de Embark Veterinary, Inc.
Un sinfín de ADN perruno
Irizarry explica que uno de los aspectos más destacables de este estudio es que los científicos tenían una gran cantidad de datos con la que trabajar. En otro estudio en el que trabaja para explorar las enfermedades neurológicas en pastores alemanes, recopilar ADN de solo 40 perros fue todo un reto, ya que hicieron falta muchos viajes en coche y transportar el equipo necesario para recopilar cada muestra de ADN.
«Que 6.000 personas hayan recopilado muestras de ADN de sus perros y las hayan enviado a un lugar centralizado y, a continuación, hayan rellenado un formulario en línea que detalla todos los rasgos de su perro supone un gran cambio en el trabajo genético del siglo XXI», afirma.
Birdgett vonHoldt, bióloga de la Universidad de Princeton, está de acuerdo. «Es maravilloso que una empresa privada pueda conseguir la aprobación de los dueños para emplear muestras con dos objetivos, el producto comercial e investigaciones adicionales», dijo por email.
Según Irizarry, una ventaja añadida es que los dueños de mascotas pueden contribuir a la ciencia. También supone un gran paso para la ciencia ciudadana. «Cada dueño no solo inspira la investigación, sino que ha aportado ADN al estudio. Mola bastante».
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.