Stanley Coren, uno de los mayores expertos en psicología animal, junto con otros expertos, han demostrado que el cerebro de los perros tiene grandes similitudes con el de los humanos en lo que al sueño se refiere. Es más, la estructura con ondas cerebrales es casi idéntica.
Sueño ligero: la primera fase, conocida como sueño de ondas lentas, es en la que los órganos se relajan, aunque siguen estando alerta ante los estímulos externos.
Sueño profundo: también conocida como REM, es aquella en la que los perros sueñan y tienen una gran actividad cerebral, aunque desconectan ante los estímulos externos.
Diversos estudios demuestran que el sueño de los perros es menos profundo que el de los humanos, ya que apenas el 10% corresponde a la fase REM. Además, duermen de forma discontinua, entre 5 y 20 minutos seguidos. Luego, se desvelan entre 5 y 10 minutos, y así sucesivamente.
En lo que respecta a los espasmos y otros movimientos que hacen los perros cuando duermen, Jungla Luque, etóloga y adiestradora canina, explica en ‘Experto Animal’ que «a pesar de que el cerebro por seguridad limita la movilidad del cuerpo, esta desconexión no siempre es completa y, por esta razón, parte de los movimientos o estados en los que se encuentra el perro mientras sueña, se manifiestan físicamente».
¿Los perros tienen pesadillas?
Un estudio publicado en la revista ‘Scientific Reports’ averiguó que lo más probable es que los canes utilicen el sueño para afianzar todos los recuerdos y aprendizajes que han recibido estando despiertos. Además, pueden revivir el paseo por el parque o el juego con la pelota mientras duermen.
Los sueños pueden ser tanto positivos como negativos, así que los perros también pueden tener pesadillas. Es relativamente fácil darse cuenta de esto, ya que los canes realizan movimientos bruscos e incluso pueden gruñir o llorar.
Aún así, los científicos coinciden es que es imposible saber a ciencia cierta qué sueñan exactamente los perros.