Datos básicos
Peso: 3-5 kg, siendo las hembras algo más pequeñas. Los machos pueden superar los 5 kg.
Tamaño: mediano-pequeño.
Esperanza de vida: 13-17 años.
Ideales para: familias.
Historia del gato Birmano
Los gatos Birmano ya estaban presente en el medievo, aunque en Europa y Estados Unidos no se conocieron hasta el siglo XX. Se trata de un gato asiático, en concreto, procedente de Myanmar o Birmania. La denominación de Birmano hace referencia a los monjes birmanos, donde se situaría el origen de esta raza, ya que se considera de entre los gatos de templos.
Una gata Birmano fue llevada hasta los Estados Unidos, donde, tras varios cruces, fue reconocida como raza independiente y no tan solo una variedad del Siamés, como se pensó en un inicio, dadas las semejanzas del Birmano con el Siamés más oscuro. La cría moderna de esta raza, que se reconoció durante la década de 1950, parte de esa gata.
Por esa época también se empezaron a criar en el Reino Unido. Hoy en día se mantienen diferencias entre los Birmano de Norteamérica y los ingleses, al punto de que se reconocen dos estándares, siendo el americano un gato algo más corpulento. Por último, no hay que confundirlo con el Sagrado de Birmania, de pelo largo.
Características
En general, su aspecto es fuerte, compacto, de cuerpo redondeado y musculado y patas robustas. La cabeza es también redondeada, al igual que los ojos, grandes y bien separados. Estos pueden ser de color verde o ámbar en función de la tonalidad del pelaje. Las orejas son medianas y de punta redondeada.
El pecho es ancho y el lomo recto. La cola es fina y larga. El manto destaca por ser corto, fino y brillante, de aspecto satinado. El color es sólido y debe ser uniforme, pero se permite el sombreado gradual hasta la parte inferior, más clara, así como leves marcas colourpoint.
El manto de los gatitos presenta algunas diferencias, pero, al crecer, acaba siendo como el descrito. Los colores que nos encontramos son el tortuga, el rojo, el crema, el chocolate, el leonado, el lila, el azul, el champán, el canela o el sable o marrón oscuro. En sus orígenes eran solo de este último color.
Temperamento
Como todos los gatos, los Birmano son curiosos por naturaleza y les encanta observar su entorno. De carácter extrovertido, inteligente y afectuoso, adora a su familia y también suele mostrarse sociable con las visitas. No es un gato para estar solo por largos períodos.
Le gusta jugar, es activo, y puede hacerlo con niños, con los que, en general, se relaciona sin problemas. También acepta la convivencia con otros gatos y distintas especies, como los perros, aunque siempre es necesario seguir unas adecuadas pautas de presentación. Además, disfruta saltando y trepando.
Son habladores, empleando un maullido muy agradable. Si quieren nuestra atención nos la solicitarán maullando y, también, es habitual que nos contesten si interactuamos vocalmente con ellos. Con la edad suelen rebajar su nivel de actividad.
Cuidados
La primera necesidad del Birmano es la compañía, por eso, antes de adoptar uno, tenemos que ser conscientes de que no podemos dejarlo solo todo el día. Requiere nuestra atención y le encanta que pasemos tiempo a diario jugando con él. Podemos comprar juguetes para gatos o hacerlos nosotros. Una sencilla pinza de la ropa puede ofrecernos horas de diversión.
Además de los juguetes, rascadores en vertical o mobiliario dispuesto a tal efecto le sirven para trepar a diferentes alturas. Si disponemos estos elementos cerca de la ventana, le permitimos buenas vistas. Es indispensable crear un ambiente enriquecido. En cuanto a su mantenimiento, no requiere grandes cuidados, más que cepillados periódicos.
Nos preocuparemos por ofrecerle una alimentación de calidad, que debe estar basada en el aporte de proteínas de origen animal, ya que es carnívoro. Hoy en día suele optarse por el pienso, caso en el que hay que combinarlo con comida húmeda, pues los gatos acostumbran a beber poco, lo que puede terminar por causarles problemas urinarios y renales.
Salud
Los gatos Birmano cuentan con buena salud, en general. Se habla de cierta propensión a padecer diabetes o deficiencia de potasio. Pero, en la mayoría de estos gatos solo deberemos preocuparnos por cumplir el calendario de desparasitaciones internas y externas y de vacunaciones que nos marque el veterinario, aunque no tenga acceso al exterior.
Es necesario porque hay parásitos y enfermedades que podemos llevar nosotros mismos a casa. También hay que revisar ojos, orejas, boca y uñas con regularidad y vigilar la alimentación para evitar problemas de sobrepeso, sobre todo en los Birmano de más edad, que se ejercitarán menos.
En cuanto al aspecto psicológico, si permanece por largos períodos de tiempo en soledad puede acabar por desarrollar problemas de conducta, como la eliminación inadecuada, esto es, orinar o incluso defecar fuera del arenero.