Alrededor del nacimiento, los cachorros alternan patrones de sueño profundo y despertar, así que el EEG muestra pocas alteraciones. En este periodo neonatal, que dura dos semanas, el tipo de sueño que se observa es de tipo REM.
Durante la tercera semana, o periodo de transición, podemos observar ya una alternancia entre los patrones de onda lenta y REM. El tiempo que los cachorros pasan despiertos va aumentando mientras decrece el tiempo de sueño profundo. En este momento ya no es tan común pasar directamente de estar despierto al sueño profundo.
A partir de las 4 semanas de vida, estamos ya en el periodo de socialización, los cachorros permanecen alerta más del 50% del tiempo. Poco a poco, y hasta las 8 semanas, los patrones de sueño se asemejan más al de un adulto.
Los patrones de sueño en los perros adultos variarán según el foto periodo, la actividad vital que el perro desarrolle y la familiaridad con el entorno. Los perros adultos pasan de estar despiertos a un estado de somnolencia, luego al patrón de onda lenta y después al de sueño REM. De aquí otra vez al de onda lenta o de nuevo a la vigilia.
El estado de alerta va disminuyendo aproximadamente una hora antes de decrecer la luz del día y va aumentando una hora antes de amanecer de nuevo.
Durante el sueño de onda lenta, el perro permanece tumbado y con las piernas dobladas, cierra sus ojos y respira regularmente. Relativamente no responderá al medio que le rodea en esta postura.
Durante el sueño REM, el EEG es prácticamente igual al del perro despierto, pero existe una parálisis de los músculos esqueléticos. La respiración se convierte en irregular y se producen movimientos de las extremidades, de los músculos faciales, oculares y de la cola. A veces existe también vocalización.
Esta es la fase en la que los propietarios suelen decir que su perro sueña que corre detrás de un conejo.
Los perros tienen un promedio de 23 episodios de dormir-despertar cada hora durante un periodo de 8 horas. Cada episodio consta de un rato de sueño de entre 5 y 16 minutos seguido de un despertar de unos 5 minutos.
En las 24 horas el perro pasa un promedio de 9,67 horas en sueño de onda lenta y unas 3,24 horas en sueño profundo.
En resumen, un perro normal pasa un 44-48% de su tiempo despierto, un 19-21% en situación de somnolencia, un 22-23% en sueño de onda lenta y un 10-12% en fase REM. Es decir, 50% vigilia y 50% sueño, sea éste más o menos profundo.
Por supuesto esto depende de la vida que lleven dueño y perro. Hay algunos que no tienen más remedio que dormir o destrozar, debido al ajetreo diario de sus propietarios. Disponemos también en el mercado de productos de descanso con tejidos resistentes a los mordiscos, si bien en estos casos de mordida excesiva debemos acudir a un profesional del comportamiento canino.
Los humanos son más fácilmente despertados del sueño REM que del sueño de onda lenta, y se piensa que en perros ocurre de la misma manera.
Lo que está muy claro, es que si queremos evitar riesgos innecesarios, no debemos despertar bruscamente a nuestro perro de su sueño, ya que puede tener una reacción agresiva, peligrosa sobre todo si hay niños presentes.
Asimismo, el hecho de que un animal sea privado del sueño crónicamente, puede desembocar en estrés y enfermedad grave, al igual que ocurre en humanos. De hecho el sueño está destinado a reordenar los sucesos del día y al procesamiento de datos y consolidación de la memoria. De ahí la importancia de un descanso correcto.
En resumen, desde la etapa de cachorro hasta su madurez se debe proporcionar al perro un producto de descanso saludable y cómodo, sobre el que puedan descansar correctamente.
Todos los animales con problemas articulares, con muchos años y con poco pelo deberían dormir en productos fabricados con tejidos especiales, que proporcionen características termo-reguladoras, así como rellenos viscoelásticos que les permita permanecer frescos en verano y calientes en invierno.
Actualmente en el mercado disponemos de productos con todas estas características: hipoalérgicas, anti-bacterianas, anti-ácaros, termo-reguladoras, anti-manchas, rellenos viscoelásticos, etc., que mejoraran el bienestar y la calidad de vida del perro al mismo tiempo que la convivencia con su dueño.