El Dachshund es un perro de origen alemán, también se le conoce como Teckel (o Dackel) y, por sus proporciones, se le conoce comúnmente como perro salchicha.
Sus orígenes se remontan alrededor del siglo XVII. Las alimañas, zorras y tejones eran especies indeseables para los seres humanos y las montañas y valles eran excelentes zonas de protección de estas especies que los perros cazadores de tamaño normal no podían atrapar, así que se vieron en la necesidad de crear un perro que pudiera cazar estas especies, principalmente en sus madrigueras, de allí su nombre: dachs-tejón, y hund: perro (perro cazador de tejones).
Los primeros antepasados del Dachshund eran perros de caza de patas cortas y cuerpos alargados, criados selectivamente para ser valientes, tenaces, independientes y capaces de entrar en madrigueras estrechas. Estos perros eran muy apreciados por su habilidad para rastrear y cazar animales que se escondían bajo tierra, en sus madrigueras. Todo silvicultor tenía una manada de dachshunds criados con el instinto de la cacería. Dado que alrededor de las granjas podía ser peligroso, por la llegada de extraños, se generó también el instinto de protección del hogar al que pertenecían, para ahuyentar a extraños y defender a los miembros de su hogar de los mismos, de allí su carácter defensor con extraños que se acercan a la casa.
El Dachshund de tamaño estándar se desarrolló para oler, perseguir y ahuyentar a los tejones y otros animales que viven en madrigueras, mientras que el Dachshund miniatura y el caninchen se criaron para cazar animales pequeños como conejos y ratones.
La peculiar fisonomía del Dachshund se debe a una característica denominada bassetismo, que es la que dota al perro de extremidades cortas en proporción con el tamaño de su cuerpo, muy adecuado para adentrarse en las madrigueras de los tejones y demás alimañas.
Se cree que el pelo liso, o corto, se creó cruzando el Bracke en su versión original con el Pinscher, el Pointer francés miniatura y el Basset Hound francés, y en otras versiones se habla de una mutación (el bassetismo) del Bruno de Jura tipo Saint Hubert que dotó a la nueva variedad de perro de extremidades cortas en proporción con el tamaño de su cuerpo. La mutación Basset de la raza original se cruzó posteriormente con el Pinscher, y así se obtuvo el Dachshund de pelo corto.
El Dachshund de pelo largo es probable que haya sido creado cruzando un Dachshund de pelo liso con spaniels alemanes e ingleses.
El carácter del Dachshund
La conducta del Dachshund, puede variar de un individuo a otro, pero en general, presenta características distintivas que son comunes en la raza y que principalmente dependen de la función zootécnica para la que fueron creados: la cacería.
En primer lugar, los dachshunds son conocidos por ser perros valientes y decididos, lo que se puede confundir con terquedad y obstinación. Aunque su tamaño es pequeño, tienen una personalidad intrépida y no suelen retroceder ante desafíos. Tienen una naturaleza independiente y a veces muestran comportamientos dominantes si no se les establece una estructura adecuada y se les entrena con consistencia. Por lo tanto, es importante proporcionarle una educación temprana y consistente para establecer límites y enseñarles buenos modales.
Además de su valentía, los dachshunds son conocidos por ser perros leales y afectuosos con sus dueños. Suelen formar fuertes vínculos con sus familias y disfrutan pasar tiempo junto a ellos. Pueden ser perros cariñosos que buscan atención y afecto, y pueden desarrollar una fuerte dependencia emocional con sus seres queridos. Son excelentes con los niños, pues los adoptan como parte de la manada y los defienden de extraños y otros animales.
Debido a su instinto de caza, los dachshunds también pueden tener una fuerte propensión a perseguir pequeños animales y mostrar comportamientos de excavación (si no te gusta que tu jardín tenga hoyos, no adquieras un Dachshund, trae en la sangre buscar madrigueras). Algunos pueden ser propensos a ladrar o a mostrar una actitud protectora hacia su territorio, lo que puede requerir entrenamiento adicional para controlar estos comportamientos.
Es muy valiente, sin que nada lo acobarde, pero prefiere evitar combates inútiles y sangrientos, sin perder por ello su obstinación y perseverancia. Todos hemos visto a un pequeño Dachshund ladrarle a un Doberman o a un Gran Danés, pero lo hacen manteniendo una distancia razonable.
Lo atractivo de esta raza radica en las múltiples facetas en su personalidad: es un gran amigo que no requiere adulación, gran compañero que te acompaña a cualquier parte y caminará lo que le pidas; es un fiero defensor de tu casa y de los miembros de la familia, dulce con los niños de la casa; tiene una fidelidad mezclada con gran parte de obstinación; es un compañero simpático, inteligente y, si se le educa desde pequeño, obediente y limpio.
Es una raza recomendada para personas que entiendan que la obstinación no es un defecto sino un rasgo de la personalidad. No es recomendado para personas poco consecuentes o pacientes, porque en eso estriba como educarlo. El Dachshund requiere ejercitación física media y atención, así que, si no tienes tiempo para sacarlo a pasear dos veces al día y convivir con él, pues lo dejas solo todo el día, entonces no es una raza para ti.
Si analizamos el comportamiento de los Dachshund, de acuerdo al tipo de pelaje, encontramos que los de pelo largo son tranquilos y silenciosos, mientras que los de pelo de alambre o duro, por tener antecedentes de terrier son traviesos y alborotadores (son los bufones de la casa), pero muy resistentes al esfuerzo físico, mientras que los de pelo liso o corto son de carácter intermedio.
Con un adiestramiento adecuado, sociabilización temprana y una guía consistente, los Dachshund pueden convertirse en mascotas maravillosas y fieles compañeros.
Sociabiliza a tu Dachshund una vez tenga su plan de vacunación inicial completo. Lo deseable es iniciar a muy temprana edad, pero también hay que cuidar la salud del pequeño. Hay que exponer en forma temprana al cachorro a una gran variedad de situaciones (ruidos, truenos, pirotecnia, personas y otros perros, etc.), lo que ayudará a prevenir la timidez o la agresividad hacia otros perros y extraños cuando ya sea adulto.
Siempre emplea refuerzos positivos. Los Dachshund responden excelentemente al premio, el cual puede ser un elogio, una caricia, comida o juguetes. Cualquiera de estos premios servirá para reforzar los comportamientos deseados, al premiar los avances en el entrenamiento de conductas deseables.
Cada Dachshund puede requerir enfoques con ligeras variaciones en su educación. Siempre es conveniente buscar la ayuda de un adiestrador profesional o de un etólogo cuando haya comportamientos no deseados que no se logran erradicar. El criador de tu Dachshund debe ser también alguien que te puede resolver dudas que tengas sobre su comportamiento y como corregirlo.