Los primeros y escasos datos que se tiene referente a este tipo de perro aparecen en el siglo XIII para justamente oponerlo a un nuevo tipo, el perro – conductor. Según las investigaciones de X. de Planhol los testimonios más antiguos sobre este ultimo tipo de perro se encuentran en las islas escandinavas y en Islandia donde justamente habían desaparecidos los depredadores. Ya dijimos, en el artículo anterior, que en Inglaterra, donde también habían desaparecido los depredadores, se empezó tempranamente a seleccionar un perro para conducir las majadas.
En el continente Daubenton, en el siglo XVIII, en sus “Instructions pour les bergers et les propriétaires de troupeaux” (Instrucciones para los pastores y propietarios de ovejas) menciona que se utilizan perros de protección en las zonas donde se encuentran lobos
En Italia en el siglo XIX se señala la presencia de perros de defensa en la región de los Abruzzes así como Komondor y Kuvasz en Hungría.
No podemos dejar de relatar un dato interesante proporcionado por C. Darwin y que concierne el Uruguay del siglo XIX. En su libro "Voyage d’un naturaliste autour du monde" (Viaje de un naturalista alrededor del mundo ) a propósito de su estadía en Uruguay, escribe que observó la utilización de perros protectores para proteger las majadas. Cuenta que a la madre se le sacaba un cachorro antes de que abriera los ojos y se lo ponía a mamar una oveja, la cual entonces estaba considerada por el joven animal como su madre y el rebaño como su “jauría”, la cual, ya adulto protegía. Vivía todo el tiempo con el rebaño y tenía pocos contactos con el pastor a no ser por la comida.
C. Darwin no precisa si se trata de una raza especial, ni se extiende sobre el aspecto fenotípico de dicho animal.
En USA los depredadores son un problema muy serio todavía (coyotes, zorros, osos etc....), las perdidas muy importantes.
Enfrentados a este grave problema y considerados muy poco positivos y muy costosos los métodos utilizados, durante los años 1970-1980 los productores se empezaron a interesar por el perro de protección. Anteriormente había probado razas como el ovejero alemán o el ovejero belga, pero demostraron demasiada agresividad hacia las ovejas. El positivo resultado obtenido en países como Hungría, Italia y otros incitó a los USA a importar varios cachorros de las diferentes razas presentes en Europa.
Todos estos perros tienen en común, además de un comportamiento parecido, ciertas características fenotípicas:
- importante porte
- color claro, a menudo blanco
- orejas caídas
- hocico corto
Por lo tanto se piensa en un origen común, un ancestro asiático, el Dogo Tibetano, actualmente desaparecido.
Otra hipótesis sería que la adaptación a condiciones naturales semejantes haya dado como resultado esta semejanza fenotípica y de comportamiento.
No puede demostrar agresividad hacia las ovejas (a veces son ellas las que demuestran agresividad al introducir el perro).
Tiene que demostrar interés por ellas, los norteamericanos señalaron que muchas veces el perro lame el hocico de las ovejas reproduciendo el comportamiento infantil de un cachorro con su madre.
Tiene que ser atento a ellas, vigilar las y seguir sus movimientos, esta característica, “vigilancia por el rebaño,” sería una predisposición genética.-
Capacidad para quedarse con el rebaño.
Según las observaciones hechas por investigadores norteamericanos y europeos:
Antes de los 10 meses al perro le falta madurez y por lo tanto no es efectivo
Importancia de la capacidad de quedarse cerca del rebaño
La agresividad frente a los depredadores es una : actitud más de disuasión que ataque directo
Su aptitud a defender se desarrolla a partir de los 12, 15 meses y está relacionada con su aptitud a la vigilancia
El papel del dueño es determinante en el momento de introducir el cachorro; es el que va a condicionar el comportamiento definitivo del perro con sus ovejas.
Los contactos con el dueño se reducen a lo mínimo
Es de suma importancia dejar agua y comida al animal para evitar que vuelva a las habitaciones a buscar lo que le hace falta
Considerados los resultados positivos los productores siguen seleccionando los animales demostrando aptitud para este tipo de trabajo, probando otra vez la importancia de la sangre, de una selección seria y del pedigrí.
Por: Annie Houot
Miembro de la International Sheep Dog Society desde 1984