Mastín Tibetano
El término moloso hace referencia a todos aquellos tipos raciales caninos que se caracterizan por una clara tendencia a la braquicefalia (cráneo redondeado), orejas caídas de forma natural, mandíbulas cortas o muy cortas, y en general, una estructura músculo-esquelética muy poderosa.
A su vez esta clasificación se puede subdividir en varias categorías, de este modo la F.C.I. (Federación Cinológica Internacional) organiza a los molosos en tres grupos principales:
Molosos tipo dogo ( sección 2.1. del grupo 2)
Molosos de montaña (sección 2.2. del grupo 2)
Molosos de talla pequeña (sección 11 del grupo 9)
Leonberger
La AKC (American Kennel Club), por el contrario, los distribuye atendiendo a criterios de utilidad, y no raciales; de forma que en cada una de las tres subdivisiones (perros de trabajo, no deportivos y tamaño toy) comparten grupo con otras estirpes caninas que en nada guardan relación con el mundo de los molosos.
En cuanto a la UKC (United Kennel Club), la clasificación es aún más sencilla, ya que únicamente distingue entre molosos de guarda y molosos de compañía.
Por otro lado, según algunos expertos actuales, si prestamos atención a la cinología de los albores del siglo XX y a la clasificación de Pierre Mégnin , aquella que distiguía al perro doméstico en cuatro grandes troncos dependiendo de la estructura y forma de la cabeza- lupoides, molosoides, bracoides y graioides- , el grupo se puede dividir entre molosos puros y molosos parcialmente mestizados con cualquiera de las otras tipologías : lupomolosoides, moloso-graioides y moloso-bracoides. Esta visión tiene la ventaja de que permite incluir sin problemas a razas de dificil catalogación, pero no parece que tenga mucho sentido guiarse hoy día por una clasificación taxonómica pensada en 1897 y que por tanto, en su origen, no contaba con la variedad de castas caninas presentes en la cinofilia actual.
Tosa Inu
Podemos ver de este modo, que existe ya de inicio cierta arbitrariedad dependiendo de qué asociación o entidad sea la encargada de estandarizar a todas estas razas; situación que se torna harto complicada cuando se tocan ciertos tipos mixtos, es decir, con características que encajan sólo parcialmente con los tipos molosoides. Ejemplos de esto son el dogo argentino –que cuenta entre sus ancestros con canes tan dispares como el perro de lucha cordobés, el pointer o el lobero irlandés, el Boston terrier o cualquiera de las razas de terrier tipo bull – estos dos últimos casos son realmente interesantes, ya que teniendo el mismo origen el primero es inequívocamente definido como moloso de talla pequeña, y en cambio perros como el bull terrier, el stafford americano, el bull terrier de Staffordshire o el pit bull son considerados terrier.
Montaña del Pirineo (No confundir con el Mastín del Pirineo)
Queda claro, pues, el hecho de que a menudo la inclusión en uno u otro grupo responde a criterios que poco tienen que ver con la estricta clasificación científica, dependiendo más de modas pasajeras, intereses comerciales, utilidad, la fuerza de la costumbre, etc. ; no obstante, apelando al sentido común, sí que podemos diferenciar a los molosos, grosso modo, en tres grupos básicos :
1- Molosos de montaña: Son los molosos más primitivos, con pelaje largo, o en su defecto muy denso, estatura en la cruz muy elevada y asociados tradicionalmente a la guarda de ganado. Aquí podríamos encontrar a razas como el pastor del Cáucaso, los mastines ibéricos, el San Bernardo, el Leonberger, el mastín del Tíbet y un largo etcétera. Existen excepciones a la descripción general, como puede ser el Terranova, que es una raza claramente asociada al rescate en el agua, y también ciertos canes con tipología física lupo-moloside.
Pastor del Cáucaso, prototipo del moloso de montaña
Pastor de Asia Central, un moloso dentro del grupo de montaña , aunque sea más bien estepario, con una etología perfectamente adaptada a la protección de ganado frente a alimañas. También es empleado en peleas contra otros congéneres, algo poco habitual entre los molosos de este tipo.
2- Molosos tipo dogo: Son una evolución del anterior tipo, con un aspecto todavía más rotundo en cuanto a rasgos físicos (gran braquicefalia, fauces poderosas y muscularidad notable), gran talla, pelo corto y cierto grado de arrugas faciales. En su origen eran empleados como perros de guarda y de guerra, aunque algunos han evolucionado hasta ser perros de presa o incluso de pelea. Ejemplos en este apartado son canes como el dogo de Burdeos, el mastín Napolitano, el Tosa, el bullmastiff, el presa canario, etc.
Bullmasfiff
Mastín Napolitano
3- Molosos tipo bulldog: Es el grado extremo dentro de la transformación física que ha experimentado el grupo de los molosos desde su nacimiento, alcanzan el grado más intenso de braquicefalia, las mandíbulas llegan a un acortamiento tan exagerado que provoca un prognatismo característico en todas estas razas, la talla es reducida y la fortaleza física, en relación al tamaño en la cruz, es casi desproporcionada. El origen de estas castas está en la brega con ganado doméstico, "juegos sangrientos" relacionados con el acoso de toros y en último término peleas de perros - aunque para este último menester han sido a menudo mestizados con terriers dando lugar a los terrier tipo bull. Algunos miembros del grupo fruto de la selección en la crianza han sufrido un postrer cambio anatómico, hasta llegar a niveles casi patológicos, dando lugar así a una categoría de molosos miniatura que entrarían en el apartado de perros de compañía.
American bulldog, para algunos un
descendiente directo del antiguo bulldog inglés y para otros un intento
de recuperación a través de la cría selectiva
Molosos tipo bull son el bulldog americano, el bulldog inglés, el carlino, el bulldog francés , etc.
Bulldog
inglés actual, una raza que ejemplifica la evolución del grupo moloso
desde sus antepasados gladiadores hasta el perro de compañía en el que
se ha convertido hoy en día.
Carlino, también llamdo mops o pug.
Nótese el gran parecido con el actual bulldog inglés, de hecho este
último recibió aportes de carlino cuando se decidió convertirlo en una
raza no deportiva
Naturalmente, todas las clasificaciones son siempre simplificadoras, pues existen multitud de estadios intermedios dentro de estos tres grupos, que no se acomodan bien en ninguno de ellos, producto sin lugar a dudas de diferentes mestizajes motivados por la selección zootécnica.
Figura
de arcilla de un conjunto de cinco halladas en un palacio del norte de
Nínive. La datación temporal la sitúa en el 645 a. C. En la actualidad
se encuentra en el Museo Británico.
En cuanto al origen de toda esta familia canina, tradicionalmente se ha apelado a la figura del mastín del Tíbet en el papel de antepasado casi mítico, para después adornar esta aseveración con toda una colección de citas grecolatinas y medievales, y la referencia a algunos bajorrelieves asirios y babilónicos, en un totum revolutum sin demasiada coherencia. Lo cierto es que esta argumentación es un producto de la cinofilia decimonónica, que a día de hoy resulta poco veraz y totalmente incompatible con lo que se sabe acerca de la extensión de la cría de animales domésticos, en el Neolítico y el Calcolítico, desde los primeros focos de civilización. Por todo lo cual, parece que el origen primigenio de los molosos habría que buscarlo en zonas a caballo entre Europa y Asia, quizás al norte del Caúcaso; de cualquier manera, en sucesivos artículos, se tocará este tema con toda la profundidad que merece.
Bajorrelieve
en vasija votiva asiria que representa a un esclavo junto a un perro de
tipología molosoide, está modelada en terracota. Datada en torno al 1850 a.C. en la actualidad se encuentra en el Museo Británico
Y no puedo dar por terminado este post sin explicar el origen del término MOLOSO. Este vocablo procede de la región de Molosia o Molóside, en el noroeste de la Antigua Grecia, justo en el centro de un territorio aún mayor llamado el Épiro. Según la leyenda parece ser que los habitantes de Molosia, de origen dorio (es decir, de ascendencia indoeuropea, asunto no baladí que explicaremos a su debido tiempo) criaban una tipología de perros especialmente grandes que empleaban en el cuidado del ganado e incluso en escaramuzas militares, y con el tiempo su fama se extendió tanto que acabó identificándose a cualquier perro de tipo dogo con el nombre de este pueblo de la antigüedad clásica. Lo más probable es que la realidad histórica fuese muy diferente, pero el caso es que esas pocas referencias que existen en textos clásicos han servido para bautizar a toda una tipología racial canina.