Los dueños de mascotas que tienen dificultades para controlar comportamientos en sus mascotas, como la agresión, la ansiedad por separación y la eliminación inapropiada, pueden acudir a su veterinario para obtener orientación y consejos. Comprender el impacto de estos comportamientos en la mascota, el dueño y el vínculo entre ellos puede ayudar a los veterinarios a orientar a las familias para que tomen la mejor decisión posible para todos.
Impacto en los dueños de mascotas
En última instancia, los dueños de mascotas que sufren trastornos de comportamiento tienen cuatro opciones generales sobre cómo responder y controlar el comportamiento:
Tratar mediante una combinación de entrenamiento, medicación o suplementos y/o ajustes en el estilo de vida y el entorno.
Los dueños que optan por coexistir o tratar comportamientos problemáticos experimentarán muchos factores estresantes. De hecho, algunas publicaciones han comparado el cuidado de una mascota con un trastorno del comportamiento con el de una mascota o familiar con una enfermedad crónica. Los dueños podrían tener que adaptar su entorno doméstico o estilo de vida para adaptarse a las necesidades de la mascota. El tratamiento también puede suponer una gran carga financiera, que incluye medicamentos, visitas veterinarias y consultas de comportamiento y adiestramiento.
Además del estrés físico y financiero, existe el estrés emocional. Los dueños pueden experimentar diversas emociones, según el comportamiento problemático de su mascota. Los dueños de mascotas agresivas pueden vivir con un nivel constante de ansiedad ante la posibilidad de que su mascota ataque a una persona u otro animal, o sentirse avergonzados por su comportamiento en público o con visitas. Los dueños de mascotas con ansiedad por separación severa pueden experimentar la misma ansiedad y vergüenza, ya que pueden vocalizar excesivamente, volverse destructivos o incluso autolesionarse al quedarse solos.
Finalmente, los dueños pueden experimentar aislamiento social al intentar controlar el comportamiento de su mascota. Amigos y familiares pueden optar por mantenerse alejados del hogar para evitar a la mascota, especialmente en casos de agresión. Por otro lado, los dueños pueden limitar sus propias actividades sociales fuera del hogar por temor a dejar a la mascota sola. La carga adicional de sentirse juzgados por amigos y familiares por el comportamiento de su mascota o por sus propias decisiones sobre el trato que le dan puede exacerbar el aislamiento. Este aislamiento puede incluso tener consecuencias para la salud mental del dueño que los beneficios del vínculo humano-animal por sí solos no pueden compensar.
Si bien las cargas físicas y emocionales de vivir con una mascota con comportamientos problemáticos pueden ser abrumadoras y amenazar el vínculo entre la mascota y su dueño, no siempre lo rompen. Muchos dueños de mascotas aún afirman sentir un vínculo y cariño con su mascota, mientras lidian con la ansiedad, el miedo y la frustración causados por la situación, su mascota o ambos. Los dueños frustrados suelen acudir a su veterinario local para una consulta de comportamiento mientras intentan gestionar sus propias emociones y ayudar a su mascota.
Impacto en la mascota
Así como el dueño de la mascota se ve afectado, las mascotas con problemas de comportamiento experimentan consecuencias y estrés. Las mascotas agresivas o que ensucian el hogar pueden verse separadas de sus compañeros humanos y animales. A menudo, esta separación se realiza para proteger a las personas, los animales, la propiedad o incluso a la propia mascota. Sin embargo, si bien puede mejorar la seguridad, puede exacerbar el estrés o el miedo de la mascota.
Dado que muchos problemas de comportamiento son motivados por el miedo o el estrés, la calidad de vida de las mascotas que presentan estos comportamientos puede ser deficiente, especialmente si no se aborda la causa. Además, el estrés crónico puede provocar problemas médicos, como deterioro del sistema inmunitario, enfermedades gastrointestinales, enfermedades respiratorias, problemas de salud del tracto urinario y una esperanza de vida más corta.
El papel del equipo veterinario
Como profesionales veterinarios, podemos encontrarnos en una situación difícil cuando los dueños acuden a nosotros en busca de asesoramiento sobre el comportamiento de sus mascotas. Nuestro juramento nos exige defender la salud y el bienestar de la mascota. Debemos encontrar la manera de equilibrar las necesidades de la mascota con las del dueño y la seguridad de las mascotas y de las personas que rodean a nuestro paciente.
A menudo, cuando los dueños buscan consejo veterinario sobre el comportamiento de su mascota, se sienten frustrados y sensibles. Es fundamental que el equipo veterinario escuche sin juzgar al dueño mientras comparte sus experiencias e inquietudes. Si bien puede ser difícil en una clínica general concurrida, es importante no apresurar las consultas de comportamiento. Los clientes y los equipos veterinarios deben crear una colaboración para ayudar a la mascota y generar confianza entre todos los involucrados.
Establecer expectativas con los dueños desde el principio del tratamiento es fundamental. Los problemas de comportamiento no se resuelven rápidamente y requieren una inversión de tiempo, dinero y recursos. Ofrecer derivaciones a entrenadores cualificados o especialistas en comportamiento es importante para maximizar las posibilidades de un resultado positivo. Además, brindar apoyo a los dueños, ser honestos sobre las opciones y brindar esperanza cuando sea apropiado puede ser de gran ayuda para quienes tienen dificultades. Los dueños valoran saber que no están solos, y encontrar el apoyo de otras personas que han pasado por situaciones similares puede ser muy valioso.
En algunos casos, tratar el comportamiento no es la mejor opción para la mascota ni para el dueño. La decisión de realojar o practicar la eutanasia a una mascota con problemas de comportamiento nunca es fácil. Esto puede ser especialmente difícil cuando la mascota es joven y, por lo demás, sana. Para algunos dueños de mascotas, escuchar de un veterinario que está bien considerar estas opciones puede ayudarles a lidiar con la culpa. La eutanasia conductual se considera un último recurso cuando el entrenamiento ha fallado o la mascota representa un gran peligro para sí misma o para los demás. Especialmente en caso de agresión, cuando una mascota ha mordido, atacado o herido a otra mascota o persona, es fundamental hablar sobre la seguridad de todos en el hogar.
Para los veterinarios y su personal, las consecuencias morales y éticas de la eutanasia conductual varían, pero siempre deben considerarse y respetarse. Si un veterinario no se siente cómodo realizando la eutanasia conductual, debe derivar al paciente a un colega u otra clínica que pueda orientarlo hacia la mejor decisión para la familia y la mascota.
Prevención de conductas problemáticas
El equipo veterinario puede desempeñar un papel fundamental en la protección del vínculo entre humanos y animales y en la prevención del desarrollo de comportamientos problemáticos mediante la educación del cliente y conversaciones proactivas. Aquí hay algunas maneras en que el equipo veterinario puede ayudar a los dueños a asesorar sobre el comportamiento de sus mascotas antes de que surjan problemas:
Analice la importancia del entrenamiento y la socialización en las visitas de cachorros y gatitos.
Anime a los clientes a trabajar con un entrenador
Pregunte a los clientes sobre cualquier comportamiento problemático potencial en cada visita anual para identificar problemas de manera temprana (es decir, eliminación inapropiada, agresión y ansiedad).
Proporcionar recursos para que los clientes comprendan el comportamiento normal y específico de la especie, especialmente de los gatos, que rascan, saltan y trepan de forma natural.
Finalmente, los equipos veterinarios también pueden brindar recursos y asesoramiento a los dueños de mascotas que estén considerando incorporar una mascota a su familia. Hablar sobre el entorno doméstico, el estilo de vida familiar y las necesidades de una especie o raza en particular puede ayudar a prevenir situaciones en las que un perro muy enérgico se aloja en un apartamento pequeño con poco ejercicio o se lleva un gatito a una casa donde se espera que no toque los muebles. En definitiva, los equipos veterinarios están en una posición privilegiada para defender el vínculo entre humanos y animales antes de que se forme, ayudando a los clientes a encontrar una mascota con la que realmente puedan conectar.