Los perros como grupo y como
individuos necesitan tener y seguir a un líder. El dueño de un perro
debe ser ese líder del grupo y ambos necesitan conocer sus roles.
Aquí hay información sobre esos roles.
Cerca de los seis meses de la edad, la mayoría de los perros han alcanzado una etapa adolescente torpe
(algunos perros no alcanzan esta etapa hasta su segundo año.) En esta
etapa, todo lo que usted le ha enseñado a su cachorro parece haber sido
olvidado: Él ni siquiera piensa en obedecer las órdenes más sencillas
como el sentarse o ir cuando se lo llama.
Durante este tiempo, el perro joven desea probar a su grupo y a sus líderes,
para ver si él puede asumir el control como jefe. Usted tiene que hacer
un gran esfuerzo para poner a su perro joven en su lugar. Tiene que
esforzarse en hacer los ejercicios de dominancia con la ayuda de un Médico Veterinario especializado en Comportamiento animal.
Recuerde que el mejor premio es alabarlo cuando hace las cosas bien y no recompensarlo con comida.
Un perro cuenta con una jerarquía dentro de la familia,
como lo haría dentro de un grupo de perros. Suprima las primeras
muestras de agresión con medidas convenientes tan pronto como se
manifiesten. Aunque puede ser que se divierta viendo cómo su perrito
defiende su hueso, no tolere este comportamiento. Cuando el perro sea varios meses mayor, tal vez sea demasiado tarde.
Puede ser muy trabajoso y costoso tratar luego el comportamiento agresivo, y puede ser incluso muy peligroso para usted si tiene un perro de tamaño grande.
Hay algunas cosas que usted puede hacer para reforzar su posición como el líder de su perro:
Enséñele y realice ejercicios de dominancia con él. Háblele en un tono reconfortante durante el tiempo que estén juntos. Agarrar la boca del perro
con su mano, cuidadosamente, es también un gesto de dominación que el
cachorro entenderá y servirá para consolidar una posición dominante
sobre su perro.
Debe ser claro para todos los miembros de la familia que el perro es el último en la jerarquía de la familia.
Usted nunca debe tolerar el comportamiento de monta, particularmente con los niños.
Dígale NO con una voz severa y cortante, pero sin gritar.
Comience estas medidas lo antes posible, en cuanto el cachorro llegue a su hogar.
Es mucho más difícil corregir un mal comportamiento existente que prevenirlo desde el principio.
Los perros que no son ubicados en su lugar desde el principio pueden ser un problema verdadero una vez que se hacen adultos (uno o dos años de edad), especialmente si son machos.
La manera de mantener a los perros en su lugar sometiéndolos por la fuerza bruta ha pasado de moda, afortunadamente.
No le haga caso a charlatanes que le propongan pegarle o “rigorear” a su animal. Los perros que son sometidos con violencia desde cachorros tienden a ser ansiosos y pueden comenzar a morder por miedo y además pierden confianza en la gente. Recuerde que los perros en general y los machos en especial suelen confundir los gestos de cariño físico con gestos de subordinación de sus propietarios para con él. No se exceda en demostraciones de afecto típicamente humanas.
Usted logrará más con consistencia, recompensa, afecto y firmeza. Recuerde la regla de las 3 P (Paciencia, Perseverancia y Práctica)
Recuerde también que no es justo que el perro sea el único que tenga que aprender, las personas con las que convive también deben aprender a comportarse como corresponde para con él.
Agradecemos la colaboracion por la publicacion de este articulo a: Dr. Ricardo Luis Bruno - Médico Veterinario - Especialista en Comportamiento Animal