Los sueños de los canes son variados, frecuentes e importantes para su buena salud mental
¿Sueñan
los perros? Y si la respuesta es que sí, ¿qué sueñan? ¿Tal vez que
devoran un rico plato de comida gourmet? ¿O que juegan en el parque? ¿O
igual cuentan ovejas saltarinas? Estos son algunos de los misterios
sobre el sueño de los canes que se resuelven a continuación. Pero no
solo eso. También se abordan otras cuestiones, como que los sueños
perrunos son muy agitados y pueden ser pesadillas o por qué son tan
ligeros.
1. ¿Sueñan los perros?
Los expertos
no dudan: sí. Y, además, son variados y muy saludables. El descanso de
estos animales no es tan distinto al de las personas. Su sueño también
atraviesa fases de distinta actividad mental durante las horas de
reposo. Y resulta que sus encefalogramas (dibujos del funcionamiento
cerebral) no son tan distintos de los que construye una persona.
"Las fases del sueño del perro y humanas
son similares", dice Valentina Lorenzo, neuróloga veterinaria. Cuando
un can se queda dormido, aumenta su actividad cerebral del mismo modo
que ocurre en las personas. Este sueño lento se interrumpe cada cierto
tiempo: son las etapas REM (rapid eyes movement o de movimiento rápido
de ojos). En ese momento, su actividad cerebral se multiplica. "Es
entonces cuando los perros sueñan", explica Lorenzo, que trata a perros
con trastornos de sueño en su clínica de Madrid.
2. ¿Con qué sueñan los perros?
El
estudio de los encefalogramas que analizan la actividad cerebral ha
posibilitado a los científicos demostrar que los canes no solo sueñan,
sino que sus sueños son variados y muy frecuentes. Los sueños perrunos
son tan diversos como importantes, pues sirven al animal para fijar sus
experiencias del día y sus conocimientos. "De hecho, que los canes no
soñaran nos habría producido una sorpresa mayor que saber que sí lo
hacen", señala el psicólogo Stanley Coren.
Aunque el can no pueda contar qué ha
soñado, "nos lo podemos imaginar, por comparación con lo que sueñan las
personas", asegura Lorenzo. Esta neuróloga indica que confrontar los
patrones de sueño del humano con los dibujos del encefalograma del perro
permite entender, al menos en parte, qué piensa un can durante su
reposo.
3. ¿Los sueños perrunos son muy agitados?
Durante la fase REM, el perro puede
agitarse, mover sus patas de un modo veloz e, incluso, articular sonidos
y ladrar. El animal está relajado, pero su cerebro trabaja más de lo
que lo ha hecho durante el resto del día.
"Podemos presuponer que un perro que se
agita o mueve rápido sus patas sueña que alguien, o algo, le persigue o
que juega", dice Lorenzo. En otras ocasiones, el can imaginará ingerir
un sabroso plato de comida (una delicia para un perro glotón) o que es
él quien persigue a otro amigo peludo por el parque.
4. ¿Tienen los perros pesadillas?
Entonces,
si un can sueña, ¿también puede tener pesadillas? Pues también. "Por
analogías con el ser humano, el perro, al igual que puede tener sueños
placenteros, puede tener pesadillas o sueños negativos", afirma la
neuróloga.
En cualquier caso, el correcto descanso
es tan importante para un can como para las personas. Dormir es muy
importante en todas las etapas del animal. La falta de sueño le afecta
tanto físicamente como a sus capacidades mentales, concluye Lorenzo.
Como para los humanos, para el perro soñar es necesario.
5. ¿Los sueños perrunos son ligeros?
El can se despierta con frecuencia
durante su descanso y alterna el sueño con los ratos de desvelo. El
perro está más tiempo en vigilia que las personas durante la noche y se
despierta bastantes más veces. "El can duerme entre cinco y veinte
minutos seguidos y se desvela otros cinco minutos para, después, coger
de nuevo el sueño", agrega Lorenzo.
Este comportamiento responde a que aún
conserva muchas de las conductas de su antepasado, el lobo. "Los perros
son cazadores defensores y necesitan estar alerta. Por este motivo, su
fase REM, de sueño profundo, dura poco y, gracias al oído tan sensible
con que cuentan, se pueden despertar rápido si surgiera alguna amenaza",
apunta la veterinaria. Dormir de un modo demasiado profundo puede
resultar peligroso para un animal solo en el competitivo medio natural.