Son los primeros en las operaciones de rescate porque pesan menos que un humano y reducen el riesgo de derrumbe.
Los Bomberos de Londres, sin embargo, necesitan ayuda para llevar a cabo el laborioso proceso de recuperar los cuerpos en la torre de 24 plantas que corre riesgo de derrumbe. Para ello han empezado a usar desde este fin de semana a perros especializados en tareas de rescate. Aparte de su excelente olfato, los canes pesan considerablemente menos que un bombero con su equipo al completo y pueden acceder a los pisos superiores, en los que los daños provocados por el incendio dificultan enormemente el acceso.
Las condiciones extremas en el interior de la torre arrasada implican que los perros también necesitan protección especial, un detalle que ha encandilado a los londinenses: están equipados con pequeñas botas adaptadas a sus patas para protegerlas del calor producido por los rescoldos de materiales que todavía sigan ardiendo. Evitan además que sus delicadas almohadillas salgan heridas por aristas cortantes y vidrios rotos.
Los perros también ejercen una función clave en la investigación del incendio. Están entrenados para identificar distintas sustancias inflamables, así, mientras buscan restos humanos, podrían llegar a determinar cuál fue el origen del fuego y, llegado el caso, si se trató de un acto intencionado.
Publicado en El Español