Peso: 4-7 kg, siendo las hembras más pequeñas.
Tamaño: mediano.
Esperanza de vida: 15-18 años.
Ideales para: sus cualidades lo hacen apto para cualquier tipo de hogar.
Conoce al gato Australian Mist
Como su nombre indica, se trata de una raza de origen australiano. De hecho, es la única raza australiana de gatos. Es fruto del cruce entre gatos de raza Abisinio y Burmés, además de diferentes gatos domésticos que tenían en común poseer un pelo corto. Se cree que han intervenido en su creación más de 30 gatos.
Se buscaban características físicas de gatos domésticos australianos, pero con un carácter más afectuoso y sociable y un manto moteado, por el que recibe la denominación “mist”, que significa “niebla”. Su aparición es relativamente reciente. Se habla de 1975 como fecha de los primeros ejemplares. En un primer momento recibió el nombre de “Spotted Mist”.
Hacía alusión a las manchas de su pelaje. Posteriormente, cuando se aceptó un cambio en las características del manto, se modificó su denominación, ya en 1998. Desde Australia, su país de origen, en los últimos años se ha empezado a extender a Reino Unido, América y Alemania. Todavía no es una raza reconocida por la Federación Internacional Felina.
Las orejas son de tamaño grande, anchas y de punta redondeada. Se disponen bien separadas. Son gatos de pelo corto. Sus colores son el marrón, el azul, el chocolate, el lila, el caramelo, el dorado o el melocotón. En la actualidad, el patrón del pelaje puede ser manchado o marmoleado.
Temperamento
En general, los Australian Mist son gatos de muy buen carácter. Muy inteligentes, también son cariñosos y les gusta el contacto físico con sus cuidadores, así como observarlos mientras realizan sus actividades cotidianas. No es extraño que salten al regazo de cualquier miembro de la familia.
Esa sociabilidad hace que no lleven bien pasar demasiado tiempo solos. Se muestran tolerantes y no tienen ninguna tendencia hacia la agresividad. Son inteligentes y pueden aprender algunos trucos, como recoger y devolver objetos que les lancemos.
En cuanto a su energía, notaremos que en la época de gatitos serán considerablemente más movidos que en la madurez. Se considera que tienen un nivel medio-alto de energía. Pueden convivir con otros gatos y con perros. Así mismo, son una buena compañía para los niños gracias a su tolerancia a las manipulaciones y a que no suelen arañar.
Cuidados
Se adaptan perfectamente a vivir en el interior de un apartamento, pero necesita sitio suficiente. Es imprescindible que les proporcionemos espacio para desarrollar sus actividades naturales, como correr, saltar, trepar, rascar o jugar. Escoger mobiliario y accesorios que permitan que se suban a ellos y puedan observar desde las alturas es un acierto.
Les gusta controlar cada rincón de su casa. Además, así aprovechamos todo el espacio. Para conseguirlo podemos valernos de rascadores verticales, estanterías o, en general, cualquier mueble seguro. Les gustan los juegos de lanzar y atrapar y necesitan tiempo de interacción a diario. Demanda nuestra compañía o, al menos, vivir en una casa con otros animales.
Su alimentación tiene que ser de calidad y estar compuesta principalmente de proteína de origen animal, ya sea carne o pescado. Hay que controlar su dieta para evitar problemas de sobrepeso. Su manto corto apenas requiere cuidados, aunque aprecian que los cepillemos de vez en cuando y es una forma de fortalecer nuestro vínculo con ellos.
Problemas de salud
A esta raza, de momento, no se le conocen problemas de salud específicos. Por lo tanto, se consideran unos gatos sanos. Sí parecen mostrar cierta tendencia a engordar. Para evitarlo hay que fomentar que haga ejercicio y ofrecerle una dieta adecuada a sus necesidades nutricionales.
Se tiene que escoger un alimento de calidad, respetar la ración diaria recomendada y no excederse en los premios. La obesidad no solo es un problema estético. Los gatos con kilos de más tienen más posibilidades de padecer enfermedades como la diabetes o de agravar patologías ya existentes, como las que afectan a las articulaciones.
También provoca que el gato sea menos tolerante a la anestesia o al calor. En cuanto al aspecto psicológico, no aceptan bien la soledad, por eso no es buena idea que se queden en casa sin ninguna compañía durante mucho tiempo. Podrían aparecer problemas de conducta.