Igual que las personas, cada uno procesa su comida de forma algo diferente, dependiendo sobre todo de su edad y cantidad de actividad. Si tus amigos caninos ingieren más comida de la que necesitan, ese exceso de calorías se acumulará en forma de grasa, lo que en el peor de los casos puede desembocar en obesidad.
"Aprender a evaluar la forma física de tu mascota y hacerlo habitualmente, en combinación con una nutrición adecuada y ejercicio, te garantizará que estás haciendo lo mejor para la salud y el bienestar de tu mascota", recomienda Zara Boland, veterinaria de Purina.
Aunque pesar a tu perro y controlar su peso con regularidad es una buena idea, esto puede resultar difícil si se trata de una raza grande o de un perro muy inquieto. Como existe una gran variación entre razas, no siempre es fácil saber qué es lo adecuado para tu mascota. En este aspecto, resulta de gran ayuda contar con un índice de masa corporal.
El índice de masa corporal permite evaluar la cantidad de grasa que tiene tu perro, es fácil de hacer en casa sin necesidad de usar la báscula, y puede mostrar problemas de sobrepeso antes de que la báscula señale un gran cambio. Y lo que es más importante, sirve para prácticamente todos los tipos de perro, por lo que te servirá de referencia entre visitas al veterinario independientemente de que tu perro sea grande, pequeño, de poco pelo o enormemente peludo.
La forma física y el índice de masa corporal
Conocer el índice de masa corporal de tu perro es muy fácil si sigues estos sencillos pasos. Consta de una escala de uno a nueva, en la que uno significa "falta de peso grave" y nueve, "sobrepeso grave".
Lo ideal es un índice de masa corporal entre cuatro y cinco, que no es ni demasiado elevado ni demasiado bajo, justo lo que deseas para tu perro. Para averiguar el índice de masa corporal actual de tu perro, debes prestar atención a tres áreas.
1 Chequeo de las costillas
Pon cómodo a tu perro y pasa ambas palmas por su caja torácica, cada una a un lado (tu perro pensará que está disfrutando de una agradable caricia). Fíjate en cómo las notas y compáralo con la tabla.
2 Revisión de perfil
3 Revisión desde arriba
Con el perro de pie, obsérvalo desde encima de su cabeza. ¡Sencillo!
Si tu perro tiene una forma física ideal, podrás notar sus costillas sin una cobertura de grasa excesiva. Su cintura debe verse fácilmente desde arriba (busca una forma de reloj de arena) y el abdomen (la parte que queda justo delante de las patas traseras) debe retraerse hacia la pelvis al mirarlo desde un costado.
Señales de que está demasiado delgado:
Sus costillas, vértebras lumbares, pelvis y otros huesos se perciben a simple vista desde cierta distancia. No se percibe grasa corporal y existe una pérdida evidente de masa muscular.
Se perciben fácilmente las costillas, las vértebras lumbares y los huesos de la pelvis. No existe grasa palpable, algunos huesos se perciben a simple vista, pero la pérdida de masa muscular es mínima.
Las costillas se palpan con facilidad y pueden ser perceptibles a simple vista, sin una capa de grasa palpable sobre ellas. Se ven las puntas de las vértebras lumbares, los huesos de la pelvis comienzan a asomar y la cintura es pronunciada.
Cuál debería ser su índice de masa corporal:
Las costillas de tu perro deben poder palparse con facilidad, con una capa de grasa mínima sobre ellas. La cintura debe notarse fácilmente al mirarle desde arriba, y se observará retracción abdominal.
Las costillas del perro pueden palparse sin una capa de grasa excesiva sobre ellas. Se puede percibir la cintura por detrás de las costillas cuando se mira desde arriba, y el abdomen está retraído.
Señales de que está demasiado grueso:
Las costillas se pueden palpar, pero con una capa de grasa bastante gruesa sobre ellas. La cintura se puede percibir al mirar desde arriba, aunque no claramente. La retracción abdominal solo es aparente
Puedes notar sus costillas, pero con dificultad, ya que se interpone una gruesa capa de grasa. Se perciben evidentes depósitos de grasa sobre la zona lumbar y en la base de la cola. Ya no se percibe la cintura, o se percibe con bastante dificultad. Es posible que ya no exista retracción abdominal.
Las costillas están ocultas bajo una capa de grasa muy gruesa: no se pueden palpar, o es necesario ejercer una importante presión para notarlas. Se perciben gruesos depósitos de grasa sobre la zona lumbar y en la base de la cola. No existe cintura ni retracción abdominal. Tal vez se perciba una distensión abdominal evidente (abdomen abultado y levemente colgado).
Una capa de grasa maciza cubre el tórax, la columna y la base de la cola. No existe cintura ni retracción abdominal, y muestra depósitos de grasa en el cuello y las extremidades. Existe una evidente distensión abdominal (el abdomen cuelga).