Algunos criadores consideran que “el pedigrí es más importante que el animal mismo”. Nada más lejos de la verdad. Muchos importan perros con fabulosos pedigríes donde aparecen antecesores extraordinarios, ganadores de grandes premios, pero el perro que llegó es un ejemplar de mala calidad, con mala estructura y en consecuencia mal movimiento. A pesar de esos aspectos negativos siguen creyendo que cómo su pedigrí es tan importante podrán obtener características buenas en sus cachorros. Lo que en realidad deben entender es que ese perro heredó todo lo malo de esos extraordinarios ancestros y por lo tanto pasará lo malo que de ellos heredó a sus cachorros.
SELECCIÓN
Cuando un criador quiere criar con una de sus hembras necesita hacer una selección del macho que va a usar, para ello el macho debe primero aprobar la selección individual visual, esto significa ver el ejemplar, observar talla, temperamento, mordida, que tenga ambos testículos y que se mueva correctamente. Si todo es aprobado lo que hemos hecho es un selección por fenotipo o sea lo que vemos por fuera, pero no siempre lo que vemos coincide con los genes que porta el ejemplar. Para obtener más información sobre la genética del mismo debemos hacer el análisis de antepasados o evaluación del pedigree. Esta evaluación es útil cuando conocemos algo más que los nombres que allí figuran. Hoy en día y a través de internet es muy fácil encontrar a sus antepasados y estudiar las fotos o mejor aún videos que los muestran en movimiento y sobre todo estudiar las anomalías genéticas de esa línea de sangre.
Por lo tanto cuanta mayor información tengamos sobre los antecesores en un pedigrí, más útil será. A mayor características positivas hereditarias mayor valor tendrá, sin olvidar que la información sobre el perro es siempre más importante que la información sobre sus parientes cercanos.
Por: Dr. Jorge Santoianni