HOLA AMIGOS


Bienvenidos a mi blog. Este será un sitio dedicado a la raza que me apasiona, el cocker spaniel ingles, y en general a todos los perros, con raza o sin ella. Aquí iré colgando temas relacionados con ellos, con los cocker y todo aquello que me parezca interesante, sobre veterinaria, etología etc...

Encontrarás que algunos artículos sobre el cocker son un poco técnicos, pero la mayoría son para todos los públicos. ¡No te desanimes !



Agradecimiento:

Me gustaría agradecer a todas las personas que nos han ayudado, explicado y aguantado tantas y tantas cosas, y que han hecho que nuestra afición persista.

En especial a Pablo Termes, que nos abrió su casa de par en par y nos regaló jugosas tardes en su porche contando innumerables “batallitas de perros”. Suyas fueron nuestras dos primeras perras y suya es buena parte de culpa de nuestra afición. A Antonio Plaza y Alicia, también por su hospitalidad, su cercanía, y su inestimable ayuda cada vez que la hemos necesitado. También por dejarnos usar sus sementales, casi nada. Y a todos los criadores y propietarios que en algún momento, o en muchos, han respondido a nuestras dudas con amabilidad.

Y, por supuesto, a Rambo, Cibeles y Maripepa, a Chulapa y Chulapita, y a Trufa, como no, y a todos los perros con pedigrí o sin el, con raza o sin ella por ser tan geniales.

Muchas gracias


Te estaré muy agradecido si después me dejas tus impresiones en forma de comentario.

Espero que te guste y que vuelvas pronto.



PARA LA REALIZACIÓN DE ESTE BLOG NINGÚN ANIMAL FUE MALTRATADO




domingo, 30 de noviembre de 2025

CÓMO SE FORJA UN PERRO REACTIVO


Un cruce tenso o un tirón mal dado durante la adolescencia canina pueden marcar para siempre el comportamiento de un perro.
La reactividad canina es uno de los problemas de comportamiento más frecuentes en perros jóvenes. Ladridos, tirones, gruñidos o intentos de embestida ante otros perros o estímulos del entorno generan preocupación en muchos tutores y, a menudo, la sensación de haber "fracasado" en la educación del animal. 
Sin embargo, la reactividad no suele surgir de la nada: se construye, paso a paso, a través de experiencias que el perro vive (o gestiona mal) durante etapas especialmente sensibles de su desarrollo. Según explica el educador canino Hugo Fernández, fundador de Enclavedecan, la adolescencia es un momento crítico.
Los perros jóvenes atraviesan una auténtica "mudanza" de su sistema nervioso: las hormonas se disparan, la impulsividad aumenta y las habilidades sociales aún están en construcción. En esta fase, cualquier encuentro con una alta carga emocional puede dejar huella y determinar la manera en que el perro interpretará situaciones similares en el futuro. 


El origen invisible de la reactividad
La mayoría de perros reactivos no comenzaron siéndolo. La reactividad suele nacer de pequeños incidentes mal gestionados: un cruce tenso con otro perro, un susto fuerte, un exceso de presión en un momento vulnerable. Lo que para un tutor puede parecer una situación sin mayor importancia (dos perros que se miran fijamente, una correa tensa, un tirón para evitar el acercamiento) para el perro puede convertirse en un aprendizaje decisivo: "cuando veo a otro perro, algo malo ocurre".
Fernández señala que muchas veces estos perros no necesitan una corrección, sino exactamente lo contrario: guía y acompañamiento. La intervención humana es clave no para evitar la interacción social, sino para ayudar al perro a navegarla de manera segura, sin presión, sin brusquedad y sin forzar una huida desordenada. 


Cuando un tutor percibe tensión en su perro, su reacción instintiva suele ser alejarse rápidamente, algo que es totalmente comprensible ya que nadie quiere un conflicto. Pero ese gesto, si se ejecuta con tirones o de forma abrupta, aumenta la tensión del perro, refuerza la incomodidad y marca el encuentro como peligroso en su memoria emocional.
Un tutor con poca experiencia puede interpretar señales como la mirada fija, el rabo erguido o la boca cerrada como curiosidad o simple alerta. Sin embargo, son indicadores claros de que el perro está gestionando mucha información y necesita apoyo, no restricciones.
El acompañamiento adecuado implica leer esas señales, ofrecer espacio, permitir al perro decidir si quiere acercarse o alejarse, y construir experiencias en las que la tensión se reduce antes de que estalle. La clave no es evitar todas las situaciones, sino gestionarlas bien. 


Guía, no presión
Durante la adolescencia canina, lo que ocurre con intensidad emocional queda profundamente grabado. Es una etapa en la que el instinto social se afina, el perro experimenta y pone a prueba límites, la impulsividad está en su punto más alto y el cuerpo (hormonalmente) va más rápido que la cabeza. 
Por eso, un mal encuentro en esta fase puede convertirse en el inicio de una cadena de reacciones exageradas. Un solo cruce tenso puede crear un patrón: "Siempre que veo a otro perro, anticipo conflicto". Y ese patrón, repetido, se consolida. 
Por esto mismo, Fernández defiende que la reactividad no se resuelve con castigos ni tirones, sino con presencia, calma y conocimiento. Los perros necesitan adultos competentes (humanos o caninos) que les enseñen a regularse. Esto no significa intervenir en exceso, sino intervenir con criterio: guiar cuando hace falta, dar espacio cuando conviene y evitar añadir más tensión a la que ya existe.


Pedir ayuda profesional también es una parte esencial del proceso, ya que educar en soledad, especialmente en etapas delicadas, puede llevar a errores que luego tardan meses en corregirse. Los tutores no están solos. Y, como recuerda Fernández, los perros tampoco deberían estarlo.
En resumen, la reactividad no aparece por capricho ni por "dominancia", se gesta en silencio, en situaciones cotidianas, en detalles que pasan desapercibidos para el ojo inexperto y, también, puede prevenirse con acompañamiento adecuado, lectura del lenguaje corporal y la voluntad de aprender.




Publicado en 20minutos


























sábado, 29 de noviembre de 2025

CONOCIENDO AL KYI-LEO (USA)

El  Kyi-Leo es una raza de perro de tamaño pequeño, mezcla de Bichón maltés y Lhasa Apso.

Se conoce de su existencia por primera vez en la década de 1950 en la Bahía de San Francisco por el cruce accidental de un maltés y un Lhasa Apso. Esto produjo un ejemplar atractivo, que rápidamente llamó la atención de algunas personas. Una de estas personas, la Sra. Harriet Linn observó estos perros y adquirió varios de ellos en 1965 y posteriormente adquirió varios más de la perrera de San José en 1969 y desde entonces comenzó seriamente el cuidado de la raza. En 1972 los propietarios de esta raza se reunieron, pero no había suficiente interés entre los propietarios por reconocer formalmente la raza, sin embargo fue en esta reunión que se decidió oficialmente llamar a la raza como Kyi-Leo.



El nombre proviene del tibetano y las lenguas de América. "Kyi" es la palabra tibetana para perro, lo que reconoce la raza Lhasa Apso, que llegó por primera vez desde Tíbet. "Leo" es la palabra latina para León, lo que reconoce el maltés, que también es conocido como el perro del "León de Malta". Desde entonces, la raza Kyi-Leo poco a poco se ha extendido por todo los Estados Unidos, especialmente en el litoral occidental, y ha sido aceptado por el American Rare Breed Asociación como una raza legítima.


Características 
Al nacer, el Kyi-Leo se ajusta a la palma de una mano humana. Plenamente desarrollado, que alcanza 8-12 pulgadas de altura y 9.14 libras de peso. El Kyi-Leo tiene una capa de pelaje larga y sedosa, con mayor frecuencia en blanco y negro, pero a veces dorado (café) y blanco, que tiende a crecer a gran longitud y atractivo. Su pelo también crece en su rostro tapando los ojos, tiene pequeñas piernas, pero el Kyi-Leo puede ser muy ágil y rápido, capaz de sostenerse sobre sus patas traseras y hacer rápidas y apasionadas carreras. También es natural su capacidad de nadar distancias cortas, aunque no le gusta especialmente el agua. Como la mayoría de los perros, tiene un fuerte sentido del olfato y un agudo sentido de la audición. El Kyi-Leo también tiene notables similitudes, en el tamaño corporal, la forma y el cabello, a la raza del perro Shih Tzu.



Temperamento
El Kyi-Leo es notable por ser cálido, por lo general, muy juguetón y activo frente a personas o animales de su confianza, pero tiende a permanecer prudente y alerta ante los extraños. Su oído es agudo, es bastante intuitivo, es ideal para una vida en los entornos de interior y puede ser muy paciente cuando se le deja solo durante largas horas. Sin embargo, rápidamente se emociona cuando alguien llega a casa y es probable que demande atención como pago por su paciencia. El Kyi-Leo disfruta mucho ser tocado y acariciado, y puede llegar a ser bastante resistente a las cosquillas o la manipulación agresiva. Al ser provocado se puede poner en una fachada de ferocidad, pero es difícil que pueda llegar a lastimar a un humano.
La raza Kyi-Leo puede reaccionar frenéticamente a ruidos fuertes de tono elevado, tales como alarmas de humo, prolongado silbido, la reverberación de los pianos o subwoofers de alta.
La vida esperada de un Kyi-Leo es 12-14 años.


Salud
Debido a su pequeño tamaño, el Kyi-Leo tiene patas y una columna delicada, pudiendo sufrir dolores de rótula y espalda debido a la gran cantidad de saltos o el manejo agresivo.
Debido a su pelaje y su ascendencia del Tíbet, el Kyi-Leo se adapta mejor a climas fríos; en climas más calurosos se puede deshidratar rápidamente y para contrarrestar buscará baldosas frescas o superficies de sombra para descansar. Es muy importante que tenga un suministro de agua limpia y fresca. Cortar el pelo corto en los veranos calurosos es también una gran ayuda.




La ingestión de alimentos es también un problema, ya que en el Kyi-Leo puede convertirse fácilmente en exceso de peso debido a la pequeñez de su cuerpo. Una regla general es que si al menos se puede sentir su jaula de la costilla, entonces está dentro del rango de peso adecuado. Si no, entonces su obesidad puede conducir a otros problemas de salud.
La ingesta de alimentos humanos, especialmente la carne, no se recomienda para el Kyi-Leo, pues para su pequeño estómago no es fácil manejarlos. Los Kyi-Leos han sido proclives a la pancreatitis, lo que limita en gran medida los tipos de alimentos que puede comer. La mayoría de los alimentos genéricos de perros son una buena fuente y opción de proteínas para Kyi-Leos. Se debe obligar a los Kyi-Leo para que se acostumbren a una dieta de perro, esto mejorará su salud y la energía a largo plazo.




























viernes, 28 de noviembre de 2025

LOS PRIMEROS PERROS YA MOSTRABAN GRAN DIVERSIDAD

Un análisis 3D de más de 600 cráneos revela que la gran variedad morfológica de estos animales surgió en el Holoceno temprano, mucho antes de la cría selectiva, como resultado de la interacción con humanos, el ambiente y la dieta.
Un equipo internacional liderado por Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia (CNRS) ha rastreado 50 000 años de evolución en cánidos mediante análisis morfométrico 3D. Sus resultados apuntan a que los primeros perros del Holoceno ya mostraban una sorprendente variedad de formas craneales.
El estudio, publicado en Science, demuestra que la domesticación fue un proceso gradual y complejo, en el que la diversidad canina se moldeó con los humanos, mucho antes de que iniciaran la selección de las razas modernas.
Hasta ahora, se solía atribuir la gran diversidad física de los perros a la cría intensiva de los últimos 200 años, pero este nuevo trabajo apunta a que, durante ese largo período, su morfología estuvo influida tanto por los primeros grupos humanos como por cambios ambientales y variaciones en las fuentes de alimento.


“La diversificación temprana probablemente reflejó una combinación de factores ambientales y culturales humanos, que suelen ser difíciles de separar en el registro arqueológico”, explica a SINC Allowen Evin, del CNRS y autor principal del estudio.
Según Evin, “la diversidad morfológica que observamos en los perros prehistóricos se relaciona con la amplia gama de funciones que desempeñaban —como cazar, guardar o transportar—. Cada una requería diferentes adaptaciones funcionales”, añade. “La influencia humana, la dieta, el clima y la historia demográfica fueron probablemente importantes en su morfología temprana”.
El origen y la evolución inicial de los perros domésticos siguen siendo uno de los temas más debatidos en arqueología. Los hallazgos sugieren que los primeros ejemplares aparecieron durante el Pleistoceno tardío y que, desde hace al menos 11 000 años, ya existían linajes genéticamente diferenciados. La prolongada relación con los humanos permitió que desarrollaran una gran variedad física, tanto en tamaño como en forma, buena parte de la cual se consolidó más tarde con la cría selectiva intensiva de los últimos siglos.


Variación morfológica en 643 cráneos
El momento exacto en que surgió la variación distintiva de los perros sigue siendo un misterio. La escasez de fósiles del Pleistoceno, el estado fragmentario de los restos y la dificultad de diferenciar a los primeros perros de los lobos solo por su morfología esquelética han limitado hasta ahora la comprensión de este proceso.
Para aclararlo, Evin y su equipo realizaron un análisis morfométrico 3D avanzado de 643 cráneos de cánidos. Gracias a esta técnica, pudieron detectar diferencias sutiles en la forma y el tamaño de los cráneos con una precisión inédita.
El equipo creó modelos digitales tridimensionales mediante escaneo láser y fotogrametría, comparando rasgos craneales de perros antiguos, modernos y sus parientes silvestres.
“Al aplicar morfometría geométrica 3D, pudimos cuantificar diferencias sutiles de forma, que las mediciones tradicionales o las evaluaciones visuales suelen pasar por alto. Este enfoque permitió identificar especímenes arqueológicos cuya morfología craneal queda fuera del rango de los lobos conocidos, incluso cuando esas diferencias son pequeñas”, apunta Evin.
Según el experto, este análisis proporciona una forma más objetiva y reproducible de reconocer las primeras formas domésticas y de rastrear la evolución de la morfología canina a lo largo del tiempo.


Domesticación y diversidad temprana
Los perros comenzaron a adquirir los rasgos craneales que los diferencian de sus antepasados lobos durante el Holoceno temprano, según revela el estudio de restos hallados en Rusia con una antigüedad de 10 800 años.
Sin embargo, todos los cráneos de cánidos de la Edad de Hielo analizados muestran una gran semejanza con los lobos, lo que apunta a que los primeros indicios de domesticación surgieron mucho antes.
Los investigadores sugieren que este proceso comenzó en el Pleistoceno tardío, una hipótesis que encaja con los datos genéticos disponibles y abre nuevas pistas sobre cómo los humanos transformaron a sus compañeros caninos.
“Nuestros hallazgos muestran que los humanos ya estaban influyendo en la diversidad canina muy temprano, mucho antes de la cría formal. La domesticación fue un proceso gradual y complejo, y la diversidad morfológica que documentamos en los primeros perros —que representa aproximadamente la mitad de la variación observada en las razas modernas— probablemente refleja relaciones diversas con distintos grupos humanos que vivían en contextos culturales y ambientales variados”, argumenta el investigador del CNRS.
Los perros más antiguos conocidos del Mesolítico y el Neolítico tenían cráneos dentro del rango de tamaños de los perros actuales, aunque solían ser algo más pequeños y menos variados, sin los rasgos exagerados que caracterizan a muchas razas modernas.


Rasgos antiguos que se mantienen hoy
Los ejemplares del Holoceno temprano mostraron aproximadamente la mitad del rango morfológico de los perros actuales y el doble del observado en sus ancestros lobos del Pleistoceno. Esto indica que una variación notable en la forma de los perros ya existía mucho antes de que surgieran las prácticas modernas de cría selectiva.
“Nos sorprendió lo variables que eran ya los primeros perros. Aunque no observamos las formas craneales extremas típicas de algunas razas modernas —como los carlinos o los bull terriers—, hacia hace unos 11 000 años los perros ya mostraban aproximadamente la mitad de la diversidad craneal observada hoy en día. Esto demuestra que la diversificación morfológica comenzó mucho antes de lo que se suponía. Algunos perros tempranos conservaron cráneos similares a los de los lobos, tal como aún lo hacen varias razas modernas”, indica el experto.
“Nuestros resultados destacan que la diversidad morfológica y genética de los perros tiene raíces evolutivas profundas. Preservar esta diversidad —en lugar de centrarse en estándares de raza estrechos o extremos— es esencial”, asegura el científico.
La presencia de rasgos similares a los lobos en algunas razas modernas pone de relieve la evolución gradual y compleja del perro desde sus ancestros salvajes. Además, Evin y su equipo encontraron que los lobos antiguos exhibían una mayor diversidad en forma y tamaño craneal que los lobos actuales.


Melanie Fillios, arqueóloga antropológica de la Universidad de New England escribe en Science, en un artículo de perspectiva relacionado: “La domesticación de los perros ha capturado la atención debido a los estrechos lazos que muchos humanos comparten con ellos. Esta investigación contribuye a una comprensión más amplia de la domesticación como un proceso biológico y cultural complejo y multifacético, en el que miles de años de historia humana y animal se entrelazan”.
Para Evin, “comprender el rango natural de variación en los primeros perros  proporciona una base evolutiva para la conservación de los lobos, cuyas poblaciones han sido fuertemente moldeadas por las presiones humanas, como la caza, durante los últimos siglos”, concluye. 





Publicado en Axon Vet



















jueves, 27 de noviembre de 2025

CHECKERS, UN COCKER PROTAGONISTA DE UN DISCURSO

Cada año, el 23 de septiembre se celebra el Día Nacional de los Perros en la Política, también conocido como el Día de las Damas. ¿Por qué Damas? Porque este día conmemora el aniversario de un famoso discurso prepresidencial de Richard Nixon que introdujo a Estados Unidos a…

…El perro presidencial más conocido que nunca vivió en la Casa Blanca.
Checkers era el perro favorito del expresidente estadounidense Richard Nixon cuando Nixon era el vicepresidente del presidente Dwight Eisenhower.



Aunque el cocker spaniel de Nixon nunca vivió en la Casa Blanca, Checkers se convirtió en una celebridad después de que el entonces senador Nixon mencionara al perro en un discurso televisado el 23 de septiembre de 1952 en el que abordó las acusaciones de que había malversado 18.000 dólares de fondos de campaña.


Dijo que Checkers fue un regalo que recibió después de las elecciones estadounidenses.
Un hombre en Texas escuchó a Pat (la esposa de Nixon) mencionar en la radio que a nuestros dos hijos les gustaría tener un perro, y, créanlo o no, el día que salimos, antes de este viaje de campaña, recibimos un mensaje de Union Station en Baltimore diciendo que tenían un paquete para nosotros. Fuimos a buscarlo. ¿Saben qué era?, dijo Nixon en su discurso.
"Era un pequeño perro cocker spaniel, en una jaula que había enviado desde Texas, blanco y negro, con manchas, y nuestra pequeña Tricia, de seis años, lo llamó Checkers".
La prensa se enteró del fondo dos meses después de que el general Dwight Eisenhower eligiera a Nixon como su compañero de fórmula y se desarrolló una controversia que amenazó la fórmula presidencial republicana.



En un discurso de 30 minutos financiado por el Comité Nacional Republicano, Nixon se defendió, expuso sus modestos recursos económicos y atacó a sus oponentes. Sin embargo, la parte más famosa del discurso —y lo que quizás salvó su candidatura por la resonancia que tuvo en el pueblo estadounidense— fue sobre Checkers.
Nixon explicó que, independientemente de lo que sucediera como resultado de la controversia, sus hijas pequeñas, Julie y Tricia, conservarían un regalo de campaña: un cachorro blanco y negro de un partidario en Texas.
El discurso de Checkers, como llegó a conocerse, para gran disgusto de Nixon, fue la primera vez que un político utilizó la televisión para apelar a los votantes, aunque el discurso recordó el discurso de Franklin D. Roosevelt sobre Fala ocho años antes.
Nixon no solo se mantuvo en la lista, sino que él y Eisenhower arrasaron en las elecciones de noviembre. Nixon, por supuesto, acabó convirtiéndose en presidente y se vio envuelto en otro escándalo mucho mayor que finalmente culminó con su renuncia.


¿Pero qué hay de Checkers? El cocker spaniel vivió con los Nixon hasta su muerte a los 13 años en 1964, cuatro años antes de que Nixon fuera elegido presidente.
Sin embargo, otros tres perros corretearon por la Casa Blanca de Nixon:
Timahoe, el setter irlandés del presidente Nixon
El yorkshire terrier de Tricia, Pasha
La caniche de Julie Nixon, Vicky


Se dice que Nixon guardaba un cajón lleno de galletas para perros en su escritorio. Disfrutaba viéndolos jugar y a menudo pedía que los dejaran salir a cenar para poder vigilarlos mientras cenaba en el balcón de Truman.
Cuatro años más tarde, Nixon fue elegido presidente de Estados Unidos en 1968.


























miércoles, 26 de noviembre de 2025

LAS PROTEÍNAS EN LA DIETA DEL PERRO


Las proteínas son nutrientes imprescindibles para el organismo de nuestro perro. Una de sus funciones principales es la estructural o plástica, es decir ayudan a fabricar y regenerar los tejidos (músculos, tendones, ligamentos, hueso, cartílago, pelo, etc.), pero también intervienen o regulan la mayoría de los procesos vitales del perro como el transporte de oxígeno, la fortaleza del sistema inmunológico, el crecimiento o la reproducción de células, por ejemplo. Por tanto el correcto aporte de proteínas en la alimentación de nuestro perro es un asunto de suma importancia, ya que no se trata solo de cantidad sino, fundamentalmente, de la calidad de las mismas.


La función de las proteínas en el organismo del perro
A grandes rasgos, se puede decir que son dos las funciones principales que desempeñan las proteínas en el organismo de nuestro perro:
La función estructural: las proteínas son esenciales para conformar y mantener el tejido muscular, los componentes estructurales de tendones y ligamentos y el tejido óseo, así como para formar la piel, el pelo y las uñas.
La función metabólica: en este grupo se encuentran las enzimas, que actúan como catalizadores de procesos biológicos (biocatalizadores), y la mayoría de las hormonas, y las proteínas que ejercen una función de transporte, como la hemoglobina de la sangre. Asimismo el sistema inmunológico está basado en proteínas, porque los anticuerpos, responsables de las reacciones de defensa del organismo, son grandes moléculas proteicas.


No todas las proteínas son iguales
El organismo del perro puede utilizar las proteínas dependiendo de su digestibilidad y de su valor biológico, esto es lo más importante. No todas las proteínas son iguales.
 
Proteínas digestibles
Las proteínas más digestibles son las que se convierten fácilmente en nutrientes «útiles» para el perro y además, dado que contienen todos los aminoácidos esenciales para cubrir las necesidades nutricionales del animal, se les conoce como «proteínas de alta calidad».
Por el contrario, las que son poco digestibles o deficitarias en aminoácidos esenciales se consideran de «baja calidad» Se ha demostrado científicamente que cuanto mayor es la calidad de la proteína, menor cantidad necesita el perro para cubrir de forma óptima sus requerimientos nutricionales.


Proteínas de alto valor biológico
Las proteínas están formadas por una serie de “unidades básicas” que son los aminoácidos: los no esenciales (que el cuerpo del perro puede producir por sí mismo) y los esenciales (indispensables para la salud y que deben ser obtenidos a través de la alimentación).
Así, cuando hablamos del «valor biológico» o «biodisponibilidad» de una proteína se hace referencia a la proporción de aminoácidos esenciales contenidos en esa proteína y a su facilidad de asimilación o «aprovechamiento» por el organismo. Mide la capacidad del organismo para convertir los aminoácidos absorbidos de esa proteína en tejidos. Si ese aporte es óptimo calificaremos a la proteína como de alto valor biológico.


Las mejores fuentes de proteínas para los perros
Las fuentes de proteína animal de alta calidad proporcionan a perros y gatos aminoácidos en una proporción más equilibrada que la proteína de origen vegetal, pero hay que tener en cuenta que la calidad de la proteína animal puede oscilar desde excelente hasta muy baja, como cuando incorporan una gran cantidad de harinas de hueso, con muy baja digestibilidad y que suelen contener minerales en exceso.


La calidad de las proteínas del pienso del perro debe ser excelente
Puesto que las proteínas no se almacenan en el organismo (aunque este tenga la capacidad de movilizarlas a partir de ciertos tejidos corporales en situaciones de especial necesidad), es fundamental cuidar que la calidad proteica en el pienso de nuestros perros sea excelente. El excedente de proteínas en la dieta se utiliza para obtener energía o se convierte en glucógeno o grasa para su almacenamiento. Por ello la dieta debe contener carbohidratos y grasas suficientes para garantizar que no se metabolizan las proteínas para obtener energía.






Publicado en el Blog de Arion


















martes, 25 de noviembre de 2025

PINTANDO PERROS CON HEINRICH SPERLING, 2ª PARTE

Heinrich Sperling (1844 Warnken Hagen - 1924 Berlín) fue un muy conocido pintor animalista alemán (especialmente conocido por sus pinturas caballos y los perros de la pintura). Comenzó sus estudios en la Academia Dresdener, y más tarde fue a Berlín para estudiar con dos animalistas famosos, Carl Steffeck (en el pasado, el mejor alumno y asistente de Franz Krueger) y Paul Meyerheim. Poco después, Sperling se instaló en Berlín, donde vivió hasta su muerte en 1924. Expuso regularmente en el Berliner anual y exposiciones de todo tipo en Alemania. Muchos de sus trabajos recibieron un amplio reconocimiento debido a sus numerosas ilustraciones de la prensa de la época. En 1893 Sperling se convirtió en profesor de la Academia de Berlín.















lunes, 24 de noviembre de 2025

PERROS DE ASISTENCIA EN LA GRAN GUERRA


En la agonía de la guerra de trincheras y la tierra de nadie, el sonido de una rata y una nariz mojada (normalmente una rata que había duplicado su tamaño después de atiborrarse de carne humana) solían ser un presagio de problemas. 
Pero, ocasionalmente, la nariz húmeda que rozaba los rostros de los soldados aliados y de las potencias centrales significaba que la ayuda, o al menos el consuelo, estaba en camino. 
Más de 16 millones de animales en total estuvieron en servicio durante la Gran Guerra, con perros que transportaban ametralladoras y carros de suministros, servían como mensajeros y entregaban las importantísimas cartones de cigarrillos a las tropas.


Sin embargo, los perros de la misericordia, también conocidos como perros de asistencia, fueron entrenados específicamente para ayudar a los heridos y moribundos en el campo de batalla. Entrenados inicialmente por los ejércitos germánicos en el siglo XIX, estos sanitätshunde, o perros médicos, comenzaron a ser utilizados ampliamente durante la Primera Guerra Mundial que azotó Europa.
Entrenados para encontrar y distinguir entre muertos, heridos y moribundos, los perros de la Misericordia se desplegaban en el campo de batalla para llevar suministros médicos a los heridos, "acercándose lo más posible para que el soldado pudiera acceder a las alforjas de los perros, que contenían suministros de primeros auxilios y raciones. En lugar de ladrar y alertar al enemigo, los perros fueron entrenados para traer algo perteneciente al soldado", según la Cruz Roja.
Los perros estaban entrenados en triaje, capaces de indicar quién necesitaba más ayuda y quién estaba demasiado grave para brindarle atención médica. En el caso de este último, el perro solía acompañar al soldado mortalmente herido para asegurarse de que, en sus últimos momentos, no estuviera solo.


La idea de los perros de misericordia fue introducida por primera vez en 1890 por el pintor alemán Jean Bungartz, quien fundó la Deutschen Verein für Santiätshunde o Asociación Alemana de Perros Médicos.
Cinco años más tarde, Gran Bretaña tomó nota después de que el mayor Edwin Richardson observó que se estaban enviando perros criados en Inglaterra a Alemania en grandes cantidades.
“Me di cuenta de que un 'extranjero' estaba comprando un perro pastor a un pastor y me enteré de que el hombre era alemán, enviado por su gobierno para comprar grandes cantidades de perros collie para el ejército alemán”, relató Richardson.

El mayor Edwin H. Richardson con perros de guerra de la Cruz Roja durante la Primera Guerra Mundial. (Biblioteca del Congreso)

Al ver una necesidad similar, Richardson y su esposa abrieron la Escuela Británica de Perros de Guerra justo antes del estallido de la guerra en 1914, la primera de su tipo en el país. Si bien Richardson entrenó varias razas diferentes, su favorita eran los Airedales por su inteligencia, devoción y serenidad bajo fuego.
Entrenados en condiciones de combate realistas, un periodista visitante relató: «Los proyectiles de las baterías durante las prácticas silbaban sobre nuestras cabezas, y los camiones del ejército pasaban de un lado a otro. Los perros están entrenados para el sonido constante de los cañones y muy pronto aprenden a ignorarlos».


Una vez en el Frente Occidental, estos perros "no solo tenían que sobrevivir, sino también realizar tareas críticas en condiciones espantosas que veían el mundo natural arrasado diariamente: la hierba era prácticamente inexistente, los árboles eran destrozados o talados hasta el olvido para obtener madera, el aire estaba plagado de gases venenosos además de los sonidos y fragmentos de proyectiles de las explosiones, el agua estaba contaminada con metales pesados, los cuerpos en descomposición eran omnipresentes y la superficie de la tierra tendía a ser un desierto de cráteres de bombas u océanos de lodo", escribe la editora de MHQ, Zita Ballinger Fletcher.
En estas condiciones, los animales trabajaron en silencio, utilizando su nariz y su devoción para, en última instancia, salvar aproximadamente miles de vidas, según la Cruz Roja.


Un cirujano británico comentó: «A veces nos llevan a cuerpos que creemos inertes, pero cuando los llevamos a los médicos... siempre encuentran una chispa. Es puramente cuestión de su instinto, [que es] mucho más eficaz que la capacidad de razonamiento del hombre».
En 1915, el soldado británico Oliver Hyde publicó una obra largamente olvidada titulada “El trabajo del perro de la Cruz Roja en el campo de batalla”.
En ella captura al pequeño pero poderoso grupo de héroes:
“Para el soldado herido, desamparado y desesperado, la llegada del perro de la Cruz Roja es la de un mensajero de esperanza.
“Por fin llega la ayuda, aquí llegan los primeros auxilios. [El soldado] sabe que la asistencia médica no está lejos y la solicitará por todos los medios a su alcance.


“Como parte del gran ejército de misericordia de la Cruz Roja, su ayuda es inestimable”.
Trágicamente, aunque no sorprendentemente, un gran número de perros de la Misericordia murieron durante la guerra. Para cuando se firmó el Armisticio el 18 de noviembre de 1918, unos 7000 perros de la Misericordia habían muerto al servicio de sus respectivos países. 




Publicado en Historynet