“Amarok”, que significa lobo, proviene de una leyenda de la etnia esquimal de los Inuit, quienes viven en el norte de Canadá y en Groenlandia.
Para esta etnia, el lobo es el rey del mundo salvaje, por su fuerza, su inteligencia, su hegemonía y su conciencia en la búsqueda del equilibrio de la naturaleza.
En el principio de los tiempos, Kaila era el dios del cielo por encima de los inmensos bosques y llanuras heladas. Creó al Hombre y a la Mujer.
Completamente solos y libres, el hombre y la mujer observaron el mundo a su alrededor. La mujer le pidió a Kaila que poblara la tierra. Kaila le dijo a la Mujer que hiciese un agujero en el hielo, y que sacase del agujero a todos los animales. El último de los cuales fue el caribú.
"El caribú será tu mejor regalo. El te alimentara a ti y tu familia, gracias a sus pieles confeccionareis ropa y tiendas para abrigaros”, le dijo Kaila a la Mujer.
La Mujer ordenó al caribú que se multiplicara, y habitase los inmensos bosques y llanuras heladas. Así fue. Los caribús se multiplicaron y los Hijos de la Mujer también.
Los Hijos de la Mujer cazaban siempre los caribús fuertes y gordos, no deseaban los caribús débiles, porque estos no tenían buena carne ni tampoco sus pieles eran buenas. Así fueron desapareciendo los caribús fuertes y sanos, aumentando el número de caribús débiles y enfermos. Viendo que sus hijos empezaban a pasar hambre, la Mujer se puso a llorar. Kaila desde el cielo vio sus lágrimas.
“Te di el mejor de los regalos y lo malgastaste, pero como mi generosidad es grande, intentaré ayudarte.” dijo Kaila a la Mujer.
Kaila habló con Amarok, el espíritu de los lobos, que vivía cerca de él en el cielo. Le pidió que enviase lobos a la tierra para que estos se comieran los caribús débiles y enfermos.
Desde lo alto de la colina, los hombres observaban los lobos.
Después de reunirse en el bosque, la manada de lobos se dirigió sin ruido hacia los caribús que rumiaban tranquilamente. Al ver los lobos, los caribús se agruparon, formando un círculo protector alrededor de los animales débiles y jóvenes.
Los lobos se lanzaron para romper el círculo formado por los caribús y alejar a los más fuertes.
Desde aquel día el espíritu de Amarok reina en el Gran Norte.
Los Inuit dejan cazar tranquilos a los lobos, porque saben que el caribú nutre al lobo, pero el lobo mantiene la buena salud de los caribús.
Publicado en El Lobo Astur