La controversia se originó en febrero de 1903 por acusaciones a William Bayliss del Departamento de Fisiología de la University College de Londres, quien había realizado una disección ilegal ante una audiencia de estudiantes de medicina en un terrier marrón —adecuadamente anestesiado, según Bayliss y su equipo, consciente y luchando, según las activistas suecas. El procedimiento fue condenado por cruel e ilícito por la Sociedad Nacional Anti-vivisección. Bayliss, cuya investigación en perros llevó al descubrimiento de hormonas, estaba indignado por el ataque contra su reputación. Demandó al libelo y ganó.
Los activistas antiviviseccionistas mandaron elaborar una estatua de bronce del perro como un monumento, develado en Battersea en 1906; pero, los estudiantes de medicina se molestaron por esta placa conmemorativa — "Hombres y mujeres de Inglaterra, ¿cuánto tiempo deberán durar estas cosas?"— lo que llevó al vandalismo frecuente del monumento y a la necesidad de una guardia policial durante las 24 horas contra los denominados "anti-perros" (antidoggers). El 10 de diciembre de 1907, mil manifestantes "anti-perros" marcharon por el centro de Londres, enfrentándose con suffragettes, sindicatos y 400 oficiales de policía en Trafalgar Square, en parte de una serie de batallas que se hicieron conocidas como los "Disturbios del Brown Dog".
Harto de la controversia, el concejo edil de Battersea removió la estatua en 1910 durante la noche, tras lo cual supuestamente fue destruida, a pesar de una petición en su favor firmada por 20.000 personas.8 Más de 70 años después, los grupos anti-vivisección encargaron una nueva estatua del perro marrón y esta fue erigida en el Battersea Park en 1985.
Antecedentes
Walter Gratzer, profesor emérito de Bioquímica en el King's College de Londres, escribió que una oposición poderosa a la vivisección crecía en Inglaterra durante el reinado de Victoria I, representada tanto en la Cámara de los Comunes como en la Cámara de los Lores. En ese momento, la palabra "vivisección" era usada para describir la disección de animales vivos, sea con o sin anestesia, a menudo en frente de audiencias de estudiantes de medicina. En la actualidad, el término es utilizado más ampliamente para incluir otros tipos de experimentación con animales, en particular, cualquier experimento invasivo.
Según Gratzer, reconocidos fisiólogos, como Claude Bernard y Charles Richet en Francia, y Michael Foster y Burdon Sanderson en Inglaterra eran frecuentemente objeto de críticas por el trabajo que realizaban. Bernard fue objeto particular de abuso violento, incluso de miembros de su propia familia. Parece haber compartido su disgusto, al escribir que "la ciencia de la vida es una magnífica sala deslumbrantemente iluminada que puede ser alcanzada solo atravesando una larga y horrible cocina." Gratzer informó que los anti-viviseccionistas británicos se infiltraron en las conferencias en París del profesor de Bernard, François Magendie, donde los animales eran amarrados sobre tablas para ser diseccionados, mientras Magendie supuestamente gritaba a los perros que luchaban: "Tais-toi, pauvre bête!" (¡Cállate, pobre bestia!)
La Sociedad Nacional Anti-vivisección británica fue fundada en diciembre de 1875 por Frances Power Cobbe, un activista pro feminista y de los derechos de los animales, en una época en que se producían alrededor de 300 experimentos en animales cada año en el Reino Unido. La oposición a la vivisección llevó al gobierno a establecer la primera Comisión Real sobre la vivisección en julio de 1875, la cual recomendó que se promulgara legislación que la controlara; la segunda Comisión Real fue instaurada en 1906 a causa del Caso del perro marrón. La primera comisión llevó a la Ley sobre crueldad a animales de 1876 —criticada por la Sociedad Nacional Anti-vivisección como "infame, pero bien nombrada"—, la cual legalizó e intentó poner límites a la práctica. La ley se mantuvo vigente por 110 años hasta que fue reemplazada por la Ley de procedimientos científicos sobre animales (1986), la cual es objeto de una crítica similar por parte del moderno movimiento de defensa animal.