Pero Lupo y yo nos cruzamos las miradas por diversas razones, además de por un sentimiento de admiración y lealtad mutua. También extraemos mucha información sobre el estado emocional y nivel de atención del otro. Así lo demuestran las pruebas científicas que se han ido realizando a lo largo de los últimos años.
Por ejemplo, los perros son conscientes de la información que poseemos, es decir, de lo que los humanos sabemos o no. En un experimento, un perro debía elegir entre dos personas a quién pedir la comida. Una tenía los ojos tapados y la otra no. El perro escogía siempre al que podía ver. Es decir, los perros saben que si ven tus ojos y cara, entonces serán capaces de comunicarse contigo.
En la primera condición, un perro veía cómo el profesor Topál escondía las llaves antes de que entrara un humano, el cual intentaba abrir las cajas sin éxito porque no sabía dónde estaban las llaves. Las respuestas del perro Phillip fueron muy similares a las que obtenemos con niños en esta misma prueba. El animal cogía las llaves y se dirigía a la caja, enseñando así al humano cómo hacerlo. Si el humano estaba presente cuando Topál lo escondía, entonces no hacía nada por ayudarlo. El perro era consciente de que el novato lo había visto por sí mismo. Esto es increíble porque sólo ha sido registrado previamente en primates.
Pero hay más. En un nuevo experimento realizado en la Universidad de Helsinki, se entrenó a 31 perros para que se sentaran a ver los vídeos que los investigadores les ponían. Las escenas consistían en caras de perros y humanos expresando diferentes emociones. Luego registraron hacia dónde dirigían exactamente la mirada los perros con un dispositivo denominado eye-tracker, el cual permite determinar con gran exactitud qué zonas de las imágenes son las que más llaman la atención de los sujetos de estudio.
En los resultados, por lo general, los perros primero miraban a la zona de los ojos y le dedicaban más tiempo que a la nariz o la boca, ya fueran perros o humanos. Pero sí se encontró una diferencia importante. Cuando se trataba de la imagen de otro perro en actitud de amenaza, la mayoría de ellos se quedaba un buen rato mirándolo. Esta respuesta es coherente con la idea de que detectar cuándo nos enfrentamos a alguien peligroso es muy útil para nuestra supervivencia. Lo interesante es que cuando la cara de amenaza provenía de un humano, los perros optaban por la estrategia de evitarla y adoptaban posturas de apaciguamiento.
"La estrategia de comportamiento tolerante que esta especie despliega hacia los humanos explica en parte los resultados", cree el responsable de la investigación Sanni Somppi. Es un hecho constatado. Los perros pueden ser agresivos con otros perros pero rara vez lo son con los humanos. Es la consecuencia de los miles de años de domesticación y convivencia. Porque aunque los perros no posean un lenguaje tan complejo como el nuestro, lo cierto es que su capacidad e inteligencia a la hora de comunicarse es fascinante y su nobleza hacia los humanos no tiene límites.
My partner Lupo, an old cur or "brand", looks at me intensely, and I usually look to it with equal intensity. We do several times a day. These quotations never miss. I think we could spend hours doing it. A good friend of mine says that's true love, and I believe it.
But we passed Lupo and looks for various reasons, in addition to a feeling of mutual admiration and loyalty. Also we draw much information about the emotional state and level of care on the other. This is demonstrated by the scientific evidence that have been made over recent years.
For example, dogs are aware of the information we have, that is, of what humans know it or not. In one experiment, a dog had to choose between two people who order the food. One was blindfolded and the other not. The dog always chose who might see. That is, dogs know that if they see your eyes and face, then be able to communicate with you.
This is something that most animals do not capture: discriminate between someone who knows and someone who has the information you want. To determine more accurately, the Hungarian Jozsef Topal psychologist prepared an experiment with several boxes that hid objects. Each box was closed with locks and keys were hiding in the presence of a dog named Philip.
In the first condition, a dog Topal saw how the teacher hid the keys before he entered a human, which tried unsuccessfully to open the boxes because they knew where the keys were. Phillip Dog responses were very similar to those we get with children in this same test. The animal grabbed the keys and headed to the box, thus teaching the human how. If the human was present when Topal hid, then he did nothing to help. The dog was aware that the rookie had seen for himself. This is amazing because it only has been registered in primates.
But there is more. In a new experiment at the University of Helsinki, he trained 31 dogs to sit to watch the videos that researchers put them. The scenes consisted of dogs and humans faces expressing different emotions. Then they recorded exactly where the gaze directed dogs with a device called eye-tracker, which allows to determine very precisely which areas of the images are the most striking of the study subjects.
In the results, usually dogs first looked at the eye area and spent more time than the nose or mouth, whether dogs or humans. But a significant difference was found. When it was the image of another dog pose threat, most of them have a good time watching him remained. This response is consistent with the idea that we face detect when someone dangerous is very useful for our survival. The interesting thing is that when the face of threat came from a human, dogs chose to avoid the strategy and positions adopted appeasement.
"The strategy of this species tolerant behavior toward humans unfolds partly explains the results," believes the head of research Sanni Somppi. It is a fact found. Dogs can be aggressive with other dogs but rarely are human. It is the result of thousands of years of domestication and coexistence. Because although dogs do not have as complex as our language, the truth is that their ability and intelligence when communicate is fascinating and nobility to humans has no limits.
Source: Pablo Herreros