Los has visto en todas las redes sociales – perros con esa mirada llena de pena y el semblante afligido cuyos dueños los confrontaron con diversas preguntas tras haber encontrado trozos (o pedazos enteros) del relleno del sofá, la tierra que estaba en las macetas o periódicos hechos trizas por toda una habitación, y a veces por toda la casa.
Por ejemplo, existe un incidente que fue publicado en YouTube por un hombre llamado Mali Vujanic que tituló el video como “Guilty!” (¡Culpable!). Tal y como puede verlo previamente, dicho video muestra a 2 perras con expresiones contrastantes que supuestamente revelaban la triste historia, sobre todo porque se encontraban cerca de una bolsa vacía de premios para gatos.
Vujanic se quedó sin aliento por la aparente admisión de culpa: '¿Hiciste esto?’ Denver movió la cola con nerviosismo e hizo una mueca. 'Ya sabes lo que hay que hacer, a la jaula’. Y la perra se recluyó dócilmente".2
Todo en la conducta de Denver suplicaba misericordia, comprensión y profunda tristeza por su debilidad. Cada vez que Vujanic le preguntaba "¿Hiciste esto?", Denver bajaba su pobre cabecita más y más. Pero cuando se le pidió que mirara hacia arriba y afrontara las consecuencias, en realidad parecía que Denver tenía oculta una sonrisa cursi. Todo un acto de alarde.
Exhibir a las mascotas: Un fenómeno de las redes sociales
El video de Vujanic publicado en 2011, que a la fecha de este artículo ha conseguido 51 millones de visitas, es promocionado como el precursor de la locura actual de "exhibir a las mascotas". Los perros culpables son sorprendidos en el acto o son obligados a soportar una reprimenda, gritos y la publicación del incidente en las redes sociales. Por lo general, se publica una foto de un perro que parece preocupado (o adorablemente desdeñoso) con un cartel en el cuello que relata su crimen.
Otra imagen dice: "He sido un buen perro durante 2 días. Ups", pero el número 2 está tachado y puedes ver al lado del perro una caja de donas vacía. Algunas de las pruebas palpables del mal comportamiento canino son zapatos sin tacón, rollos de toalla de papel, platos rotos y, a veces, en el fondo, todo un caos. Los perros son llamados "tontos" y "monstruos adorables".
De acuerdo con los defensores, socava la dignidad de un perro y fomenta la burla de los animales. Por fortuna y contrario a lo que se hubiera esperado, en el video de Vujanic no hubo tantos comentarios del tipo, "¿cómo pudiste exhibir a ese pobre perro de esa manera?". Sin embargo, hace que a uno se pregunte – ¿Denver se dio cuenta que había hecho algo inapropiado?
Alexandra Horowitz, que dirige el Horowitz Dog Cognition Lab4 (Laboratorio Horowitz de Cognición Canina) en el Barnard College ubicado en Nueva York, dice que la apariencia facial de un perro, sobre todo ante un "delito" que ha cometido, realmente no es vergüenza o remordimiento.
La experta hace referencia a un experimento realizado en 2009 en el que se les pidió a los propietarios que les dijeran a sus perros que no comieran un premio apetecible. Después, se les pidió a los propietarios que abandonaran la habitación.
Sin embargo, los perros que no habían comido el premio eran más propensos a parecer culpables en comparación con los perros que sí lo habían comido – siempre y cuando sus dueños los regañaran".
Las cortes en la Europa medieval no notaban grandes diferencias entre los perros y personas que habían cometido algún crimen. Los perros a menudo eran convocados a la corte, se les imponían sentencias de cárcel, azotes o muerte igual que a los humanos. Sin lugar a dudas la cultura de la época dio por sentado que los perros "malos" sabían que su comportamiento era inaceptable, pero continuaron con el mismo de todos modos.
En resumidas cuentas, cuanto más se castiga a los perros, más terminan haciendo las cosas que los metieron en problemas. Los perros de "respuesta sumisa" asumen que pueden ser parte de un "ciclo ansioso de destrucción y apaciguamiento", explicó Hecht, lo que finalmente quebranta la confianza del animal en su ser humano.
Publicado en Orbicanes