El dolor miofascial, es un dolor muscular común en los perros y 
producto de uno o diversos puntos desencadenantes, sin embargo, con 
frecuencia no se trata ya que no se puede observar en los rayos X ni en 
otras pruebas de diagnóstico. Como resultado, muchos perros sufren un 
intenso y crónico dolor muscular en vano.
En ocasiones, los puntos gatillo o desencadenantes son descritos como
 nudos musculares y son puntos focales de inflamación e irritación. Es 
posible que se encuentren en una fase activa o latente. En la fase 
activa, un punto gatillo puede causarle mucho dolor a tu mascota.
 
Si se aplica presión sobre el punto gatillo, el dolor puede 
extenderse hasta las extremidades u otras partes del cuerpo (esto se 
conoce como dolor referido). Asimismo, tu mascota puede tener puntos 
gatillo latentes y sensibles, sin embargo, estos no causan tanto dolor 
como los activos.
Ahora bien, incluso los puntos gatillo latentes pueden hacer que tu perro sufra problemas como rigidez, y movimiento limitado.
 
  
Causas del Dolor Miofascial
Existen diversas situaciones que pueden ocasionar este tipo de dolor 
muscular. Algunas pueden ser repentinas, como una lesión producto de una
 torcedura inesperada, una caída o un golpe muscular. Sin embargo, con 
frecuencia la progresión tanto del dolor como la de los puntos gatillo, 
es paulatina.
Tal y como pasa en los humanos, los perros pueden sufrir dolores 
musculares por un desgaste o desequilibrio muscular. Por ejemplo, si tu 
perro a diario corre por toda la barda o por la artritis solo se recarga
 en una de sus patas traseras, algunos músculos se están utilizando más 
que otros, esto se deriva en la formación de puntos gatillo y un 
desequilibrio muscular.
 
Se denomina síndrome de dolor miofascial (MPS por sus siglas en 
inglés) cuando el dolor y la disfunción se vuelven crónicos. 
Desafortunadamente, en muy pocas ocasiones se hace mención del MPS en 
las escuelas veterinarias convencionales, por lo que a menudo pasa 
desapercibida y no se trata.
El veterinario Dr. Michael Petty señala en su artículo para dvm360:
"El síndrome de dolor miofascial es una condición difícil de 
diagnosticar en perros y pocas veces se trata. Esto ocurre pese haber 
sido reconocido como una dolencia hace más de 400 años y pese a haberse 
incorporado a la medicina humana hace casi 80 años. Muy de vez en cuando
 se enseña en el entorno universitario y no existen libros del tema.”
 
Los posibles síntomas del dolor miofascial son debilidad, tensión 
muscular, rigidez y cojera, asimismo, tu perro puede saltar o 
estremecerse si presionas un punto gatillo y le duele.
Tanto los puntos gatillo como el dolor miofascial pueden convertirse 
en una afección crónica y progresiva sin el tratamiento adecuado.
 
Aliviar los Puntos Gatillo Como Tratamiento del Dolor Miofascial
Si sospechas que tu perro sufre de dolor miofascial, consulta a un 
veterinario holístico que tenga experiencia en localizar puntos gatillo.
 Tras ser localizados, su tratamiento puede ser variado.
Una de las opciones es la punción seca, la cual es bastante invasiva.
 Esta técnica implica el uso de una aguja de acupuntura que penetra la 
piel de tu mascota con el fin de estimular el punto gatillo. Esto puede 
liberar las bandas musculares del punto gatillo, además, puede disminuir
 el dolor y mejorar la función muscular.
 
Asimismo, La electroacupuntura
 y la acupresión pueden ser útiles para algunos perros que sufren dolor 
miofascial. Tanto la terapia con láser frío como la terapia con 
ultrasonido pueden ser beneficiosas para los perros que odian la 
acupuntura. La manipulación manual de los puntos gatillo mediante 
masajes o terapias focalizadas puede ser otra alternativa menos 
invasiva. 
En lo personal, he descubierto que, si los problemas de los puntos 
gatillo persisten, la causa subyacente puede residir en una cuestión 
quiropráctica, por esta razón, si tu mascota no mejora, consulta a tu 
veterinario con el fin de realizar una valoración quiropráctica.