Al carecer del pelaje propio de otras razas, son gatos que necesitan unos cuidados especiales, por cuanto ese pelo tan fino, que nosotros no vemos, afecta a su autorregulación corporal, tanto durante los meses de invierno, cuando más frioleros suelen mostrarse, como en verano, pues, al carecer de pelo, sudan más.
¿Qué debemos tener en cuenta para cuidar a un gato sin pelo?
Piensos ricos en grasa
Ya hemos indicado que estos gatos, debido a su pelaje especial, poseen un sistema que regula su temperatura corporal, sistema que es diferente al resto de los gatos. Como no tienen esa capa de protección que le da calor, su temperatura suele ser muy elevada. Y para ello, su cuerpo debe gastar mucha energía. A la hora de la alimentación, esto se traduce en un alto consumo de grasas. Por eso, este tipo de felinos deben ingerir un pienso especialmente indicado a sus necesidades, con una cantidad de grasas mayor que el que come cualquier otro gato. De este modo, tendrá la energía que necesita para que su cuerpo pueda mantener caliente al animal.
Baños para contrarrestar el sudor
Los gatos no son muy amigos del agua, pero si tenemos alguna de estas razas (Sphynx, Peterbald, Don Sphynx, Kohana, Bambino, etc), tenemos que saber que debemos asearlo a menudo. No solo para evitar enfermedades causadas por bacterias y suciedad, sino porque, como su temperatura corporal es tan alta, suelen sudar mucho y, por tanto, desprender mal olor.
Un aspecto especialmente sensible es el que atañe a sus ojos y sus orejas. Cuando bañemos a nuestro gato no podemos olvidarnos de limpiar estas zonas, pues los gatos sin pelo son proclives a coger infecciones en estas partes. Para los ojos, bastará con lavarlos con una gasa impregnada en suero fisiológico. Con otra gasa limpia y seca, eliminaremos los restos de cera y suciedad que tienden a acumularse en sus orejas.
En verano, siempre a la sombra
Lo hemos comentado en alguna que otra ocasión: el pelaje de los animales, además de regular su temperatura tanto en invierno como en verano, les protege de los rayos ultravioleta. Los gatos sin pelo carecen de este pelaje protector, por lo que están expuestos a las inclemencias del sol. Por tanto, además de elevar su temperatura y contribuir a que suden más y a que se puedan deshidratar, pueden sufrir quemaduras solares. De este modo, durante los meses de más calor tienen que estar siempre en espacios frescos y sombreados.
Publicado en MundoAnimalia