Por esto, sobre todo en determinados perros más susceptibles de padecer amiloidosis, es necesario que se tenga en cuenta a la hora de diagnosticar enfermedades renales. Por desgracia no tiene un buen pronóstico.
La amiloidosis se caracteriza por el cúmulo de amiloides en los órganos o en los tejidos. El amiloide es una agrupación de proteínas que se han unido de forma incorrecta y que, al depositarse en diferentes órganos, es capaz de provocar diversas enfermedades.
Actualmente se ha ampliado la definición de amiloide y se considera como tal a cualquier polipéptido que se agrupa en una determinada estructura. No están claras las causas de aparición de esta enfermedad ni se dispone de mucha información sobre cómo actúan los amiloides sobre los órganos.
Según las características que presente este depósito se producirán diferentes alteraciones funcionales o estructurales en los órganos o tejidos afectados. En los perros la amiloidosis suele afectar a los riñones. El amiloide, en este caso, se deposita en los glómerulos, que son las unidades funcionales del sistema renal, causando una insuficiencia.
¿Cuáles son los síntomas de la amiloidosis?
La sintomatología de esta enfermedad va a depender del órgano que se vea afectado por el depósito de los amiloides. Como es más probable que en perros se dañe el riñón, el cuadro clínico se corresponderá con el de la enfermedad renal. En los shar pei pueden darse episodios de fiebre y problemas articulares antes de que descubramos la afectación renal.
En la amiloidosis, por lo tanto, tendremos síntomas inespecíficos como el adelgazamiento, el letargo, los edemas, que son acúmulos de líquido, la ascitis, que es la concentración de líquido en la cavidad abdominal, etc. Si ya hay fallo renal detectaremos un aumento en la ingesta de agua y en la eliminación de orina, anorexia, náuseas y vómitos.
¿Cómo se diagnostica la amiloidosis?
Si por los síntomas y las características del perro, tales como el historial, la raza, el sexo o la edad, el veterinario sospecha de amiloidosis, puede confirmarlo buscando el amiloide en el organismo. Hay que saber que aunque el riñón esté afectado no siempre se va a poder detectar el daño en una analítica.
En las radiografías es posible ver una forma anormal o empequeñecida de estos órganos. La ecografía corroboraría esta apreciación pero no es específica de amiloidosis. Por lo tanto, la confirmación del diagnóstico requiere de la realización de una biopsia del tejido afectado. Esta prueba, al ser invasiva, solo se hace en los casos en los que resulta imprescindible.
¿Cuál es el tratamiento para la amiloidosis?
No se puede establecer un único tratamiento porque este va a depender del daño que haya causado la enfermedad. Lo que se intenta en cualquier caso es reducir la formación de amiloides, evitar su depósito y paliar los síntomas que se producen debido al órgano afectado.
Pueden utilizarse algunos fármacos a partir de la experiencia de su uso en pacientes humanos con amiloidosis, aunque en veterinaria existe cierta controversia sobre su utilidad y, en definitiva, su eficacia. Eso sí, se recomienda iniciar el tratamiento lo antes posible porque, de esperar, puede que la medicación llegue tarde y ya no sirva para nada.
Por otra parte, es necesario controlar la sintomatología según esta vaya apareciendo. El veterinario prescribirá, además, una dieta de alta calidad con un porcentaje bajo de proteínas. El resto de medidas van a depender del órgano afectado y de los daños que se hayan causado. Por lo tanto, se requiere un tratamiento personalizado y ajustado a cada caso.
¿La amiloidosis se cura?
Por desgracia, esta enfermedad es progresiva y no tiene cura. Antes o después, avanzará hasta el fallo renal, en los casos mayoritarios en los que el depósito se produce en estos órganos. Los tratamientos, hasta el momento, no han resultado exitosos. El pronóstico, por lo tanto, no es bueno. Los animales enfermos suelen fallecer antes de los dos años.
En conclusión, el veterinario puede tratar la enfermedad pero no curarla. Los fármacos y las recomendaciones van a servir para mejorar la calidad de vida del perro durante el tiempo que consiga vivir con la enfermedad.
¿Qué le pasa al shar pei con la amiloidosis?
Esta raza puede padecer un tipo de amiloidosis denominado familiar, también presente en otros perros como los beagles. Los shar pei afectados pueden comenzar pronto a dar muestras de la enfermedad, alrededor del año de edad. La padecen más las hembras y les provoca una insuficiencia renal.
En el shar pei esta patología es hereditaria. Afecta más al riñón pero el amiloide también puede depositarse en otros órganos como el hígado, el bazo o la glándula tiroides. Por eso los shar pei son un grupo de riesgo a la hora de sufrir esta enfermedad.