A menudo nos preguntan si es mejor utilizar collares o arneses, y lo cierto es que tienen pros y contras que creemos importante conocer.
Entonces, ¿collares o arneses?
Collares
Los collares de perros son una de las primeras cosas que miramos. Son el primer indicio de que un perro tiene dueño y permiten fácilmente ponerles correa, reconocerlos a cierta distancia y colgar los datos de contacto de su propietario.
Todo eso es de vital importancia cuando un perro se escapa o se pierde, pues ayuda a que sea devuelto sano y salvo.
Aunque sea indispensable para la identificación, un collar no siempre es la mejor opción para el adiestramiento o para controlar a un perro. Un collar puede aplicar una presión excesiva en zonas sensibles del cuerpo de los perros, como la tráquea, el esófago, la glándula tiroides o las vértebras cervicales. Y eso puede ser doloroso, o incluso peligroso, si hay un tirón fuerte o constante.
Además, tal vez hayas visto a algún perro salirse de su collar aprovechando que estaba un poco suelto, precisamente para evitarle la incomodidad de ajustarlo demasiado. Y es que algunas razas de perro tienen una cabeza de tamaño muy similar al diámetro de su cuello, cosa que lo hace relativamente fácil. Por ejemplo, los galgos y otros lebreles.
Arneses
Los arneses para perros existen en muchos formatos y estilos diferentes. La idea es distribuir y ejercer la misma presión de la correa en un área más grande del cuerpo del perro, para no concentrarla alrededor del cuello.
Es una opción muy popular para los cachorros, pues se puede considerar demasiado agresivo ponerles un collar cuando apenas están descubriendo el mundo. Y mucha gente opta por mantenerlos cuando el perro ya es adulto.
El mayor beneficio de utilizar arneses es el desplazamiento de la presión del cuello al pecho.
Pero, aún así, es importante saber que su tamaño es muy importante para que cumpla correctamente su función. Un arnés suelto o que no se ajuste adecuadamente puede ser igualmente nocivo para el bienestar de los perros, ya que hará que se ejerza demasiada presión donde no toca.
Es importante asegurarse de que los movimientos del perro no se verán afectados, especialmente alrededor de sus hombros o en la extensión de sus patas delanteras. Para eso están los arneses en forma de Y.
Un arnés anti-tiro, que se ata al pecho, afectará los tiempos de paseo por dos motivos. Primero, porque da mayor control sobre perros fuertes o de gran tamaño. Segundo, porque no refuerza el comportamiento de tirar de la correa para avanzar, gracias a la presión continua que ejerce.
Un arnés bien ajustado, especialmente uno de 3 puntos, ayudará notablemente a que los perros más nerviosos se sientan más tranquilos.
Sin embargo, los perros de pelo largo pueden encontrarse con más nudos, especialmente si los llevan durante tiempos prolongados o en actividades intensas.
En cualquier caso, y como sucede con los collares, los perros también necesitan acostumbrarse a los arneses. Porque no son tan fáciles de poner, y a los perros nerviosos puede no gustarles meter la cabeza en ellos. En estos casos, lo aconsejable es tener paciencia y utilizar premios para crear una asociación positiva.
¿Cuándo es mejor utilizar un arnés?
El collar en si no es obligatorio por ley, pero la prohibición de soltar a los perros en espacios públicos hace obligatorio el uso de collares o arneses. Todos los perros deben tener uno porque deben ir con correa.
Pero decidir entre collares o arneses, sea para pasear o para las sesiones de adiestramiento, dependerá de la raza y la personalidad de tu perro, así como de tu experiencia y de los escenarios que te puedas encontrar en los distintos lugares donde lo lleves.
Los perros pequeños con tendencia al colapso traqueal (enfermedad congénita) deberían usar arnés. También las razas de perros braquicefálicas, como los Bulldogs ingleses o franceses y los Carlinos, pues son propensas a tener problemas respiratorios.
En general, podemos decir que cualquier perro que tire mucho de la correa se verá muy beneficiado con un arnés anti-tiro, de los que se ata al pecho, porque te evitará tirar constantemente de ella y ahorcarlo mientras le enseñas a andar con la correa suelta.
Conclusión
En general, enseñar a tu perro a andar con correa es un aspecto elemental de tu vida con él. Educarlo en la obediencia y el autocontrol en interiores y exteriores fomentará vuestra confianza mutua y buena comunicación.
Por todo esto, en Adiestrar Perros aconsejamos utilizar un arnés anti-tiro y enseñar al perro a andar sin tirar de la correa. Utilizar el material adecuado educar en la obediencia te ayudará a tener paseos agradables con tu perro.
Ahora, si ya has pasado la fase de adiestramiento, estas situaciones te harán considerar un arnés por encima de una correa:
Salir a correr o a montar en bicicleta con tu perro. Las altas velocidades pueden causar accidentes o dañar su cuello en caso de aceleración o frenazo.
Te gusta darle más libertad en los paseos y usas con una correa larga.
Tu perro sufre de ansiedad o tiene tendencia a alejarse para explorar el entorno.