Los problemas comunes en perros y gatos, especialmente en los de edad avanzada, la artritis y la artrosis, también llamada osteoartrosis, son afecciones que los dueños no pueden descuidar. Los signos de ambas enfermedades suelen ser claros. Dolor, cambios en el movimiento como la forma de caminar o dificultad para sentarse y levantarse, o incluso esconderse debido al dolor son algunos signos.
Diferenciar que los signos de la artritis generalmente están relacionados a la inflamación local más aguda en la articulación afectada, como aumento de volumen y temperatura local, enrojecimiento, edema y dolor y los de la osteoartrosis incluyen desgana y/o intolerancia al ejercicio, postración, cojera, dolor, atrofia muscular y cambios de comportamiento como la agresividad.
A continuación, enumeramos algunos datos sobre estas enfermedades.
1. Cuidado con el sobrepeso
La obesidad, una vez más, entra en la lista de señales de alerta de enfermedades ortopédicas. Además de complicaciones como la diabetes, los animales obesos también pueden desarrollar artritis y artrosis debido a la sobrecarga de las articulaciones.
2. Diferencia entre ambos
La artritis es una inflamación que se presenta en una o más articulaciones, y puede ser tanto aguda como crónica. La osteoartritis es principalmente una enfermedad crónica. La artrosis es una enfermedad articular degenerativa lentamente progresiva, que con el paso de los años degrada el cartílago articular. También se la conoce como artritis crónica degenerativa. Hoy en día, algunos estudios nos demuestran que la artrosis es una artritis crónica. Otros, más recientes, incluso señalan que podemos tener artrosis sin tener inflamación. Por tanto, la artritis y la osteoartritis son enfermedades relacionadas. La artritis infecciosa o inflamatoria, si no se trata, puede provocar artrosis.
3. Edad en la que ocurren
La artritis puede ocurrir en cualquier etapa de la vida de un perro, incluso cuando es joven. La osteoartritis suele aparecer en animales mayores, pero esta no es la regla. También podemos observarlos en animales jóvenes y de mediana edad, aunque más del 50% de los casos de artritis se dan en perros de entre 8 y 13 años, y el 20% de los perros ancianos padecen enfermedades musculoesqueléticas, la artrosis también puede afectar a animales jóvenes, incluso a aquellos de menor edad. 1 año.
4. Más común
La osteoartritis es la más común en perros y gatos. Aproximadamente el 20% de los perros adultos están afectados, y se ha informado que el 60% de los gatos adultos presentan evidencia radiográfica de esta enfermedad. La artrosis se observa principalmente cuando hay inestabilidad articular, condición provocada por problemas como displasia de cadera y rotura del ligamento cruzado craneal.
5. Razas más propensas
Los veterinarios consideran que algunas razas de perros tienen más probabilidades de desarrollar tales afecciones debido a que están predispuestas a otras enfermedades como la displasia de cadera. Rottweiler , pastor alemán y pitbull son algunos ejemplos. También están en la lista animales como el labrador y el golden retriever, que pueden desarrollar artrosis tras la rotura del ligamento cruzado craneal o la luxación rotuliana, común en los Yorkshire Terriers, Poodles y German Spitz, y enfermedades de la columna, como en los Dachshunds o Bulldogs, como ejemplos de enfermedades que desencadenan artritis y osteoartritis. El 45% de los perros con artritis pertenecen a razas grandes. Entre ellos, más del 50% son razas gigantes, sólo el 28% son de tamaño mediano y el 27% pequeños.
6. Cuidados requeridos
Si tienes una mascota con artritis en casa, los cuidados que requiere varían mucho dependiendo del tipo de artritis, que puede ser de origen bacteriano, reumatoide, fúngico, secundaria a traumatismos, cambios en el desarrollo, como enfermedades de cadera y codo. (displasias de cadera y codo). En los casos de artrosis, los cuidados varían según la articulación afectada por la enfermedad. En general, se señalan como cuidados básicos para ambas enfermedades mantener al animal sobre un suelo adherente (que no sea liso), mantener y reducir el peso y practicar fisioterapia realizada por un veterinario especializado.
7. ¿Existe alguna cura?
Es difícil curar a los animales con artritis y artrosis, ya que el cartílago articular no se regenera. Aunque existen tratamientos para el control, la mascota convive con ellos durante toda su vida. “Una vez establecida la osteoartritis, progresará, aunque sea lentamente. Detectar la enfermedad inicialmente ayuda a frenar su progresión”, apunta el veterinario. Aún así se debe buscar tratamiento, que puede ser quirúrgico y/o clínico, con el uso de medicamentos, nutracéuticos, nutrición especial y terapias alternativas.
8. Prevención
La posibilidad de prevenir la artrosis es un tema muy discutido en Medicina Veterinaria, ya que la mayoría de los pacientes llegan a la consulta con la enfermedad. Aunque es difícil prevenir al 100%, una dieta controlada, que mantenga el peso ideal de la mascota, evita que desarrolle enfermedades degenerativas, especialmente artrosis, destaca. Cuando la artrosis tiene un origen traumático, genético y hereditario difícilmente se puede evitar, pero cuando está relacionada con el crecimiento sí se puede. Además de la mencionada reducción de peso, mantener al animal alejado de suelos resbaladizos y limitar el ejercicio excesivo como saltar sobre mesas, sofás, camas, pueden ser factores importantes para reducir el desarrollo de problemas articulares.
9. Exámenes disponibles
Existe una variedad de pruebas para diagnosticar la artritis y la osteoartritis. En primer lugar, los exámenes clínicos, de laboratorio y de imágenes de fácil acceso. En casos más avanzados podemos evaluar la estructura ósea con presencia de osteofitos, que pueden desarrollarse alrededor de la articulación. Radiografía, tomografía, análisis de líquido sinovial y biopsia de cartílago, que valora el grado de daño del cartílago, son otros recursos con los que contamos.
10. Terapias prometedoras
Actualmente existen varias terapias de apoyo que mantienen la calidad de vida de los animales afectados por estas enfermedades, como el tratamiento con fisioterapia y acupuntura, que ayudan enormemente con la amplitud de movimiento y el control del dolor. Otros, más tradicionales, implican el uso de antiinflamatorios, analgésicos y complementos nutricionales.
Sin embargo, se han estudiado otras alternativas que se consideran prometedoras, como el uso de células madre. Aún no tenemos datos que demuestren que las células madre puedan regenerar el cartílago afectado y enfermo en casos de artritis y artrosis. Pero sabemos que, al tener efecto antiinflamatorio, desinflaman la articulación y ayudan a controlar el dolor. Otra alternativa que ha mostrado buenos resultados, es la aplicación intraarticular de ácido hialurónico (viscosuplementación). Ha demostrado efectos positivos en perros con displasia de cadera y artrosis de cadera.