Casi la mitad de los españoles, un 43%, convive con un animal de
compañía y un tercio de ellos piensa que su perro o su gato es más
importante que sus amigos, según un informe presentado por la Fundación
Affinity sobre el Vínculo entre Personas y Animales de Compañía. El
estudio ha recogido datos de más de 6.000 españoles con y sin mascotas para
analizar percepciones y actitudes hacia los perros y gatos, y ha concluido
que España es un país “amante de las mascotas”.
Aunque no los tengan, al 76% de los entrevistados les gustan los animales de
compañía y considera que deben ser tratados como un miembro más de la familia,
especialmente los más jóvenes y las mujeres.
El 71% de los que poseen una mascota dicen comunicarse
“regularmente” con ella y “entender” lo que quiere transmitirles; y
los que no la tienen suelen alegar que es por falta de espacio: en el 40% de
los casos de los que quieren tener un perro y en el 15% de los que quieren
tener un gato.
“Tener un perro no implica tener un gran espacio. Lo más importante es la
compañía, bien de otros perros o bien de las personas”, subraya en ese sentido
Isabel Buil, directora de la Fundación Affinity, una entidad privada sin ánimo
de lucro promovida por la empresa de alimentos preparados para animales del
mismo nombre.
A Buil le sorprende que a pesar de las actuales dificultades, los motivos
económicos se sitúan en último lugar como razones para no tener un animal de
compañía, y el 84% de los encuestados niega que tener una mascota
signifique malgastar dinero.
Por comunidades autónomas, los habitantes de las Canarias son los únicos que
destacan del resto de españoles por su mayor afinidad hacia los animales de
compañía.
El estudio ha hecho hincapié en el vínculo emocional entre mascotas y niños,
y ha detectado que el 60% de los menores asocia a su perro o a su gato
como un “compañero de actividades y juegos”. Además, para uno de
cada dos niños (46%), el animal es percibido como la principal fuente de apoyo
emocional después de los padres.
“Los lazos afectivos con el animal de compañía son los que mejor les hacen
superar la sensación de miedo o tristeza, pues el niño recurre de forma
habitual a su mascota para abrazarla y encontrar alivio en estas situaciones”,
indica el informe. Este comportamiento se repite cuando al niño se le
presenta un problema, ya que busca a su perro o gato como fuente de consuelo en
la misma medida que a sus padres.
Destaca también la percepción que los niños tienen de su relación con la
mascota, ya que el primer concepto que asocia la mayoría es el de “cuidar”,
seguido por “jugar” y “alimentar”.