Garamand decidió embarcar este proyecto al darse cuenta de que estas razas siempre habían sido fotografiadas en entornos urbanos muy turbios, lo cual no hacia más que alimentar el mito sobre su temperamento agresivo, violento y dominante. Para llevar a cabo el proyecto, la fotógrafa se dirigió a tres protectoras de Nueva York (Sean Casey Animal Rescue, Second Chance Rescue y Animal Haven) para fotografiar, con tocados de flores, a algunos de los Pit Bulls que estaban en adopción. El objetivo de Sophie era romper esquemas y acabar con los prejuicios que les convierten en víctimas incomprendidas: cierto es que se trata de perros muy fuertes y enérgicos que necesitan disciplina para no desarrollar un comportamiento dominante, pero ello no significa que se trate de perros violentos pues su naturaleza esconde una profunda dulzura y una bondad infinita. Precisamente esto último es lo que Gamand quería resaltar en cada uno de los retratos: espíritu de lucha contra el sistema a través del poder del amor, la libertad y la suavidad de las flores.
Lo más maravilloso de este proyecto es que los beneficios obtenidos a partir de la venta de las fotografías y con la realización de un calendario para 2015, irán destinados a las tres protectoras de las que provienen estos perretes tan guapos. ¡PEACE & LOVE y que se esfumen los prejuicios!