Las consecuencias de tener a un cachorro de perro en un habitáculo cerrado y estrecho durante un tiempo determinado son múltiples y variadas.
*Separación temprana de la madre
* Falta de socialización
* Alteración de las conductas correctas de eliminación
Separación temprana de la madre
La madre es la encargada de instaurar en sus cachorros los primeros procesos de aprendizaje referentes a las “normas sociales” entre perros tales como: inhibición de la mordida, pautas de modulación en los juegos (con la madre y con sus hermanos), estrategias de lucha, refinamiento de las pautas de sumisión o también llamadas pautas de apaciguamiento (evitar peleas y establecer jerarquías) y aprendizajes referidos también al hecho de aprender a estar solo y ganar independencia. Asimismo la madre con su presencia y lamidos interactúa con los cachorros en las relaciones afectivas (conductas afiliativas) que hacen que sus cerebros se desarrollen adecuadamente y que el estrés (dañino para el cerebro en formación) no transforme a los cachorros en futuros perros adultos hipersensibilizados (reacción extrema a los estímulos del exterior), llegando incluso a dañarles el hipocampo.
Cuando un cachorro es separado demasiado pronto de su madre, especialmente si viene del Este, algo muy común últimamente, es separado demasiado temprano para que pueda llegar a la tienda a tiempo y asimismo poder ser aún vendible. Pudiendo llegar a tener consecuencias nefastas en su desarrollo psíquico.
Un cachorro debe de estar con su madre, mínimo, hasta los dos meses de edad.
Falta de socialización
El hecho de estar encerrado en la tienda priva al animal de los estímulos que necesita conocer, los cuales estarán presentes en su vida durante toda su vida (ruidos, coche, guaguas, otros perros, otras personas, NIÑOS, etc.) produciéndose trastornos de conducta tales como fobias, agresividad por miedo, etc. cuando llegan a la etapa adulta.
El período crítico sensible en un perro llega hasta los tres meses, la llamada socialización ( relación con los estímulos exteriores) se produce desde la 4º semana aproximadamente hasta la doceava semana. Es de vital importancia que en este período el perro conozca todo a lo que se va a enfrentar en su vida.
De esta forma el animal interaccionará con más personas y otros perros de su edad, y continuará aprendiendo lo importante de las normas sociales entre perros ( lo que su madre le enseñó se verá reforzado y mantenido, ya que puede olvidarse), y que las personas son también parte de su ambiente normal, aprendiendo también a relacionarse con normalidad con ellas.
Alteración de las conductas correctas de eliminación
Los perros por instinto NUNCA eliminan cerca de su zona de descanso o donde comen y beben agua.
Al ser el espacio tan reducido, este comportamiento natural aprendido de forma innata se puede ver alterado si el animal pasa excesivo tiempo en la tienda, pudiendo acarrear consecuencias importantes a la hora de enseñar al cachorro a eliminar adecuadamente ya en su nueva casa. A este tipo de problema causado por esta razón se le denomina eliminación inadecuada debida a una socialización inadecuada.
El perro ha hecho el aprendizaje que ha podido (recluido en la jaula), ya que, en realidad le gusta la tierra. Se crea una preferencia alternativa (suelo jaula), de ahí el animal generaliza a suelos que se parezcan pudiendo a llegar a alterarse totalmente las pautas de inhibición, (ya en su nueva casa) y eliminar en las zonas de descanso y donde come y bebe.
La preferencia por un sustrato concreto de eliminación se empieza a desarrollar sobre las 8-9 semanas de edad.
Los problemas de conducta son una de las principales causas de eutanasia y abandono.
Otros estudios como el de Hepper (2000) acerca de la prevalencia de los problemas de comportamiento comentado por los dueños, dice que el 68,3% de los propietarios que adoptaron un perro consideraban algunas de las conductas molestas y el 89,7% de los perros devueltos habían mostrado algún problema de comportamiento durante las primeras 4 semanas.
Publicado en La Etologia y sus Mascotas