1. ¿Es verdad que las uñas no se pueden cortar? Falso
Las uñas son un elemento muy llamativo de los gatitos. Si bien están hechas para defenderse, también podríamos decir que son una extensión de sus dedos y con ellas tratan de sostener su alimento, sus juguetes y hasta nuestros rostros cuando nos buscan. Sin embargo, al ser filosas, nos generan un poco de inquietud.
Se recomienda cortarlas cada tres a cuatro semanas, ya sea por ti mismo con un cortauñas felino o que lo lleves con un profesional. Aunque a los gatos no les gusta mucho al principio, puedes lograr que se acostumbren. Así, además de que ellos se sientan cómodos con sus garras, tú no sufrirás con la rudeza de los juegos felinos y tus muebles o puertas no tendrán arañazos indeseables.
2. ¿Es un mito que el ronroneo es una señal de alerta? Mitad verdad, mitad mentira
Es uno de los sonidos más hermosos e interesantes para los dueños gatunos, porque generalmente lo asociamos a un cariño que nos demuestra el felino, sin embargo, éste puede relacionarse con diversos contextos. De acuerdo a un estudio publicado en la revista Journal of Veterinary Science del 2020, el ronroneo se ha asociado a tres significados: 1) placer/satisfacción, 2) una señal que nos da el gato de que no es una amenaza o 3) una señal que nos da para solicitar nuestra atención y favorecer la interacción humano-gato.
El ronroneo forma para del comportamiento de los gatos y si creemos que el nuestro no ronronea, primero deberíamos asegurarnos que realmente no lo hace en ningún contexto, y en caso que así sea, deberíamos investigar que no haya algún problema de estrés, de dolor o bien de incapacidad para vocalizar, entre otros.
3. ¿Es verdad que los gatos son fríos y distantes? Falso
A veces nuestros felinos parecieran lejanos o indiferentes a nosotros, pero esto no tiene que ver con que no nos amen. Emily Blackwell, investigadora del “Comportamiento y bienestar animal” de la Universidad de Bristol, Inglaterra, indica que, a diferencia de los perros, los gatos son más independientes debido a la evolución de su linaje.
Hay muchas maneras en que los felinos demuestran su afecto: ya sea que froten su cabeza en tu pierna, porque te reconoce como parte del clan; chocar su cabeza contra ti, también es una forma de saludarte; mantener la cola elevada, es una señal de saludo; y por supuesto, el parpadeo, que representa que te está sonriendo.
Con ello te darás cuenta de que no es distante, sólo es diferente.
4. ¿Es verdad que los gatos comen de todo? Falso
Esto puede que te lo haya dicho alguien que no tiene gatos, porque quienes son dueños de uno, saben que los gatos son muy especiales con su alimentación. Al ser carnívoros, su alimentación estrictamente debe contar con proteínas para cubrir sus necesidades nutrimentales, sin embargo, no cualquier proteína les cae bien.
Un gato que se alimenta con sobras, como el pescado con espinas o crudo (si se trata de vísceras), puede padecer obstrucciones intestinales e incluso, con un consumo excesivo de este tipo de alimentos, rigidez muscular. Los problemas estomacales que se traducen en vómitos o diarrea pueden aparecer si el animal ingiere alimentos que no son específicos para él. También puede desarrollar obesidad.
5. Los gatos son capaces de vomitar sus bolas de pelo. Cierto
Las bolas de pelo se forman de manera natural en el aparato digestivo del gato, porque su costumbre de lavarse con la lengua es necesaria, ya que les encanta acicalarse. Normalmente esta ingestión de pelo no es muy grande y suele expulsarse con las heces, pero no siempre. Cuando comen alimentos de baja calidad y con poca fibra, es probable que los gatos vomiten, por ello es importante proveerles de la comida correcta, que evite la formación excesiva de bolas de pelo, y la correcta eliminación de las mismas.
Es importante conocer a nuestro gato y aunque ésta puede ser una guía para detectar conductas o comportamientos felinos, lo ideal es acudir con el médico veterinario, por cualquier cambio, modificaciones en sus hábitos o si tenemos más dudas. Nuestro gatito puede no dar alguna señal, y es fundamental llevar un control con su médico de cabecera.
Nunca dejamos de conocer a nuestro gato y una señal de amor y cariño como el que nos brinda él, es estar al pendiente de sus necesidades. Atenderlo, ya sea con caricias o con cuidados, forma parte de permitirle una calidad de vida como se la merece, para que nos acompañe por mucho más tiempo.