Como nosotros, nuestros gatos se ven afectados por el calor extremo. En plena ola de calor nuestros compañeros de cuatro patas también sufren las altas temperaturas con la diferencia que ellos no pueden encender el aire acondicionado, por lo que es nuestra responsabilidad echarles una mano para que lleven las altas temperaturas estivales de la mejor forma posible.
El golpe de calor
Uno de los mayores peligros para nuestros gatos en verano es el golpe de calor o hipertermia, que consiste en la subida de la temperatura corporal hasta tal punto que puede provocar daños serios e incluso el fallecimiento del animal.
Los gatos cuentan con recursos limitados para refrigerarse como son el lamido, el sudor por almohadillas y zona genital y el jadeo. Esto hace que si se encuentran en un lugar con temperaturas elevadas y sin posibilidad de resguardase, su temperatura pueda subir rápidamente.
Algunos de los síntomas que podemos apreciar si nuestro gato está sufriendo un golpe de calor son: jadeo, temblores, debilidad, encías azuladas, petequias (manchas en la piel), ritmo cardíaco acelerado o dificultad para respirar.
¿Cómo ayudar a nuestro gato a soportar mejor las altas temperaturas?
1.- Mantenerlos hidratados
Nuestros gatos suelen ser un poco especiales a la hora de beber agua, por lo que mantenerla limpia y fresca tiene especial importancia en la temporada de más calor.
Es esencial cambiarla de forma continua y podemos ayudarnos de algún truco para mantenerla fresca:
-Colocar hielos: siempre que a nuestro gato no le dé por jugar con ellos y montar la fiesta del agua, podemos dejar unos hielos en el bebedero de tal forma que el agua esté fría más tiempo.
–Bebedero refrigerante: Existen en el mercado bebederos que podemos introducir al congelador y ayudan a mantener el agua fría más tiempo.
–Fuente de agua: Pese a que la fuente no enfríe el agua (aunque también podemos ponerle unos hielos) el agua corriente les suele atraer y les anima a beber.
Es recomendable, además, combinar su pienso habitual con comida húmeda como fuente de hidratación, ya que esta suele contar con un 70% u 80% de humedad.
2.- Evitar las salidas durante el día
Si nuestro gato tiene acceso al exterior lo ideal es que no salga durante las horas de mediodía y que disponga de zonas con sombra o pueda entrar en casa cuando lo desee.
También podemos animarlo a ejercitarse por la noche mediante el juego, así evitaremos la actividad física en las horas de más calor.
3.- Cepillado diario o semanal
Dependiendo de si nuestro gato tiene el pelo corto o largo, necesitará un cepillado semanal o incluso diario. Esto le ayudará con la muda eliminando el pelo muerto de tal forma que aguante mejor el calor y además evitaremos la formación de bolas de pelo.
4.- Mantener la casa fresca, pero con precaución
Abrir las ventanas por la noche y mantener las persianas bajadas durante el día nos ayudará a mantener una temperatura más agradable en casa, pero ¡Ojo! Es importante que contemos con redes de protección en las ventanas o que nuestros gatos no tengan acceso a ellas para que no puedan caerse.
Evitaremos que se queden en espacios pequeños (una habitación, el coche o un trasportín) ya que en ellos la temperatura sube rápidamente y no podrán refugiarse.
Si optamos por usar un ventilador o aire acondicionado, debemos encenderlo solamente cuando estemos en casa para evitar que baje demasiado la temperatura o que se hagan daño si intentan jugar con ellos o morder los cables.
Para crear zonas de refrigeración, podemos utilizar una manta refrigerante o hacer una casera metiendo una botella de agua en el congelador, envolviéndola después con una toalla y colocándola en una de las zonas de descanso de nuestro gato.