La Etología animal y la Zoopsiquiatría
La psiquiatría veterinaria tiene por objeto la atención de los trastornos del comportamiento animal y su tratamiento mediante terapias comportamentales (condicionamiento, flujo de aprendizajes), cognitivo - comportamentales (Regresión Social Dirigida),
Sistémicas y quimioterapia, realizadas por Médicos Veterinarios
especializados en comportamiento animal cuya aproximación a esta área
del conocimiento es soportada por la etología, la fisiología y la
psicofarmacología..
Otro aspecto de suma importancia consiste en la prevención de los trastornos del comportamiento
debido a que los Médicos Veterinarios Zoopsiquiatras pueden actuar
desde el nacimiento de los animales controlando su desarrollo y
aprendizaje, evitando que estén en un medio hipo o hiperestimulante,
dando de esta manera respuesta a las necesidades de los propietarios de
los animales de compañía para que puedan convivir armoniosamente con
ellos durante toda su vida.
La noción de trastornos del comportamiento animal va íntimamente ligada al sufrimiento de animal (trátese de un gato o de un perro)
que, cuando es afectado por alguno de ellos, no puede interactuar
correctamente con el medio que lo rodea y cuyas manifestaciones son muy a
menudo espectaculares llegando como en el caso de las secuencias de
agresividad o incluso en las vocalizaciones excesivas a afectar
seriamente tanto a terceras personas como a la familia poseedora del
animal.
La Asociación Latinoamericana de Zoopsiquiatría (ALZ)
se integra de esta manera para el intercambio de las experiencias que
en este área del conocimiento, que no ha dejado de evolucionar, se
presentan en Latinoamérica, para la prevención y el tratamiento de las
afecciones comportamentales, para apoyar la crianza y tenencia responsable
de los animales de compañía mediante la compra de un animal en buen
estado comportamental y su correcta inserción en su nueva manada -
familia, para asesorar a futuros y actuales propietarios de estos
animales (perros o gatos) a disfrutar de la compañía de un ser vivo que
ha acompañado al humano desde los primeros tiempos de la humanidad y que
le ha aportado beneficios innegables en el transcurso de su vida
(compañía, pastoreo, lazarillo, guardia y protección, cacería).
Los avances que en el área del comportamiento canino y felino
se han registrado, permiten hoy precisar que los trastornos son el
producto de déficit comportamental durante el desarrollo del animal, de
la influencia del medio, de un problema comunicacional y en mucho menor
medida de la genética. Neurológicamente los neuromediadores están en
causa y se requiere asociar para tratar los casos presentados el empleo
de medicamentos así como terapias comportamentales.
El papel del Médico Veterinario
para la resolución de los trastornos del comportamiento parte del
diagnóstico de los mismos sobre una base clínica que implica tener
conocimientos de etología clínica, psicofisiología, psicofarmacología y
neurofisiología al igual que psiquiatría.
El tratamiento médico de las afecciones del comportamiento es responsabilidad del Médico Veterinario
el cual debe ser seguido de terapias comportamentales o cognitivo -
comportamentales. Estas últimas a juicio del Médico Veterinario tratante
pueden ser realizadas por etólogos, educadores o entrenadores caninos
capacitados.
No pocas veces, se
responsabiliza a los propietarios sobre el desarrollo de trastornos del
comportamiento culpabilizándolos. Esta apreciación es a la luz de esta
presentación subjetiva.
Personalmente
estoy convencido que los propietarios han resistido estoicamente los
comportamientos patológicos de su perro o gato en sociedades muy
mediatizadas que revela cuán poco se ha divulgado sobre comportamiento
canino y felino. Resta decir que incumbe al Médico Veterinario ser
responsable por el correcto desarrollo comportamental del perro como del
gato.
Autor: MVZ Stéphane Meder Vincileoni
Consultor en comportamiento animal para la Industria Veterinaria
Clínico en comportamiento animal en el Hospital Veterinario Canii-Felis - St-Hubert - Québec - Canadá