Con
 el ánimo de unirme a las celebraciones que por casi todo el mundo se 
celebran por estas fechas, llámense Día de los difuntos, Ánimas o 
Halloween, hasta el próximo día 1 de noviembre este blog 
celebrará su SEMANA DE MIEDO, y procurare subir cada día algún tema 
relacionado con ello. Te aviso; algunos son terroríficamente malos.
 
Esta entrada hace referencia a la mitología greco-romana, conjunto de
 fábulas y leyendas que se pierden en el albor de los tiempos y sobre 
las que siempre he aprendido referencias del porqué algunos ritos, 
acciones o ceremonias son así en el presente.
Tal y como se indica en el titulo, Cerbero (en griego: “guardían del 
pozo”) era el perro del Averno donde reinaba Hades junto a su mujer 
Perséfone teniendo como súbditos a los muertos.
Tras haber cruzado el
 río en la barca de Caronte, y haber pagado el viaje con los respectivos
 óbolos que les dejaban en los ojos tras su funeral, encontraban a 
Cerbero. Éstos no podían volver junto a los vivos una vez hubieran 
tomado un ágape en los Infiernos, por lo que la función del temido Can 
Cerbero era guardar las puertas del reino de Hades, velar la entrada de 
los vivos e impedír la salida de los muertos.
 
La imagen que de él se daba con más frecuencia era de un monstruo de 
tres cabezas de perro, una cola formada por una serpiente, y en el 
dorso, multitud de cabezas de serpiente. El nombre de las cabezas era: veltesta, tretesta y drittesta, es decir: cabeza izquierda, tercera cabeza y cabeza derecha.
Estaba encadenado a la puerta del Infierno y aterrorizaba a las almas
 cuando entraban, pero en varias ocasiones se pudo traspasar las puertas
 burlando al animal. Por ejemplo cuando  Orfeo, buscando a su amada 
Eurídice que cayó muerta por la picadura de una serpiente, entró al 
inframundo tocando su lira y consiguiendo que Cancerbero durmiera 
plácidamente.
 
Uno de los doce  trabajos que Euristeo mando a Hércules fue a 
buscarlo a los infiernos y traerlo de vuelta a la Tierra. Hades le 
permitió llevárselo con la condición de dominarlo sin que le hiciera 
daño y no utilizara armas. Hércules luchó contra él mano a mano, y casi 
ahogándolo consiguió vencerlo. Lo presentó de nuevo a Euristeo, el cual 
asustándose, le indicó que lo devolviera a su procedencia.
Cancerbero, más allá de ser un ser mitológico tiene una funcionalidad
 más profunda, es un ser Psicopompo, es decir,  un ser que conduce las 
almas hacia su destino: la Muerte. Normalmente estos animales eran el 
perro salvaje, el lobo o el Chacal; de ahí que romanos y griegos 
consideraran a los perros como mensajeros de los dioses.
 
No solamente fueron ellos quienes consideraron a éstos animales como unos guardianes, pero eso es otra historia…
Publicado en Perros con Historia