Lo que les ocurre a estas personas es que en la educación o adiestramiento de su perro no están usando dos conceptos que, bien utilizados, son herramientas muy importantes que nos ayudan a enseñar exactamente las acciones correctas que queremos que nuestro perro aprenda. Estos conceptos son la CONFIRMACIÓN y la LIBERACIÓN.
La Confirmación
La confirmación "MUY BIEN" es la corroboración al perro de que la conducta adoptada es correcta. Si le estamos enseñando cualquier tipo de acción, tras la confirmación el perro debe seguir trabajando, confirmar no implica finalizar el trabajo ni abandonar la conducta, aunque suele desestabilizarla ligeramente.
Se puede confirmar con diferentes intensidades usando algún tipo de recompensa. Es la situación y el nivel de avance que suponga la acción o destreza los que han de determinarlo.
Se debe confirmar en las siguientes situaciones:
En la aparición incipiente de conductas adecuadas.
En la estabilización de una conducta recién aprendida o de una conocida tras el surgimiento y superación de un problema.
En el avance o mejora importante en la realización de acciones ya conocidas.
En la superación de una dificultad.
En la intención de variar una conducta inadecuada.
La Liberación
La liberación "HALE" o "LIBRE" es la indicación al perro de que el trabajo o una determinada orden ha terminado y puede actuar libremente. La liberación es muy importante para que el perro conozca el punto final de la orden dada a partir del cual no está sometido a ella. Si no liberamos al perro será él quién tenga que deducir cuando termina la orden o el trabajo, dando lugar a posibles problemas:
Si no conoce el punto final de la orden dada, puede o bien romperla antes de lo deseado o permanecer bajo disciplina cuando ya no es necesario.
Puesto que tiene que evaluar el entorno para decidir el final de la orden o ejercicio no estabiliza las acciones aprendidas. Esto afecta especialmente a las acciones como el "QUIETO" o el "JUNTO".
La liberación es un referente claro de final que permite al perro relajarse durante la realización de un ejercicio u orden, sabiendo con claridad ante qué señal concreta puede actuar libremente.
La utilización de estos dos conceptos nos ayudan a transmitir a nuestros perros exactamente lo que les queremos enseñar. La confirmación hace que le digamos al perro que la conducta que está realizando es la adecuada, y
la liberación nos permite indicar al perro el final de una orden
determinada y, por lo tanto, enseñarle exactamente una determinada acción.
(Modificado del libro 'Adiestramiento canino cognitivo-emocional de Carlos Alfonso López García)