Poema de autor desconocido, dedicado a todos los perros caídos en el campo de batalla.
Guardianes de la noche
Confía en mí, amigo mío, porque yo soy tu compañero.
Yo te protegeré con mi último aliento.
Cuando todos los demás te han dejado y la soledad de la noche se acerca, yo estaré a tu lado.
Juntos vamos a vencer todos los obstáculos y buscaremos a todos aquellos que pudieran desear el mal a los demás.
Todo lo que te pido es compasión, una caricia de tus manos.
Por ti daría mi vida y pasaría las noches en vela.
Nuestros días juntos están marcados por el paso de las estaciones, pero cada día a tu lado es mi recompensa.
Mis días se miden por el ir y venir de tus pasos.
Los siento antes de cada vez que se abre la puerta.
Eres la voz que me cuida cuando estoy enfermo.
La voz que me guía cuando me equivoco.
No me castigues sin motivo porque soy tu brazo derecho.
Sólo trato de hacer lo que me enseñaste.
Sólo intento agradarte.
Juntos sentimos un vínculo que los demás no pueden comprender.
Cuando otros nos vean juntos sentirán envidia.
Esperaré quieto, en silencio, no te juzgaré.
Voy a permanecer siempre en silencio, siempre leal y vigilante.
Y cuando nuestro tiempo juntos se acabe y tu sigas en el mundo.
Recuérdame con buenos pensamientos, como cuando éramos invencibles.
Nada de lo que pasó entre nosotros se me olvidará.
Si nos encontramos de nuevo en el camino, con gusto volveré a estar contigo.
Soy un perro militar, y juntos somos los Guardianes de la Noche.
Publicado en Andalucía Canina