¿Qué causa la hidrocefalia en los perros?
Hay dos tipos principales de hidrocefalia en perros: congénita (presente al nacer) y adquirida.
La hidrocefalia congénita es un defecto de nacimiento asociado con mayor frecuencia con un cráneo en forma de domo (a veces denominado "cabeza de agua" o "cabeza de manzana"), una fontanela grande ("punto blando") en la parte superior del cráneo y ojos que parecen mirar hacia abajo (llamado el "signo del sol poniente"). Los perros afectados pueden no tener signos clínicos evidentes, especialmente cuando son muy jóvenes. Los signos clínicos asociados con la hidrocefalia congénita incluyen caminar anormal o espástico, cambios en el comportamiento, dar vueltas o caerse de un lado y falla en el entrenamiento doméstico o en el aprendizaje de comandos básicos. Es importante tener en cuenta que no todos los cachorros con fontanelas grandes desarrollarán hidrocefalia.
La hidrocefalia adquirida se desarrolla cuando el flujo de LCR está bloqueado o alterado por una infección, un tumor o una inflamación. La causa más común de hidrocefalia adquirida es un tumor cerebral. Los signos clínicos son similares a los de la hidrocefalia congénita e incluyen cambios en el comportamiento o el entrenamiento, dar vueltas, presionar la cabeza (un término utilizado para presionar la cabeza contra una pared u otra estructura), apatía, pérdida de la visión, caminar de un lado a otro, inquietud y convulsiones.
¿Ciertas razas son más propensas a desarrollar hidrocefalia?
Las razas pequeñas, miniatura y toy parecen verse más afectadas. Estas razas, así como los perros braquicéfalos (aquellos con caras más cortas), incluyen el Boston Terrier, el Chihuahua, el Bulldog Inglés, el Manchester Terrier, el Pequinés, el Caniche Toy French y el Yorkshire Terrier.
¿Cómo se diagnostica la hidrocefalia?
En cachorros jóvenes, una fontanela grande y signos clínicos compatibles con hidrocefalia suelen ser todo lo que se necesita para hacer un diagnóstico presuntivo. Las evaluaciones de ultrasonido a través de la fontanela pueden revelar ventrículos cerebrales dilatados o agrandados (áreas abiertas en cada mitad del cerebro). Las exploraciones cerebrales mediante tomografía computarizada (TC) o imágenes por resonancia magnética (IRM) también se pueden utilizar para diagnosticar la hidrocefalia. En casos de sospecha de hidrocefalia adquirida, es necesaria una TC o una RM para hacer un diagnóstico definitivo. La electroencefalografía (EEG), que consiste en conectar sensores eléctricos en la cabeza en múltiples ubicaciones, también se puede usar para ayudar a diagnosticar la hidrocefalia.
¿Cómo se trata la hidrocefalia?
En las fases agudas o tempranas de la hidrocefalia, el tratamiento se dirige a reducir la producción de LCR y la inflamación mediante el uso de corticosteroides (esteroides, como cortisona o prednisona). En casos más severos o crónicos, se necesitarán medicamentos anticonvulsivos y medicamentos como la furosemida, la acetazolamida y el omeprazol pueden beneficiar a los perros afectados.
"En las fases agudas o tempranas de la hidrocefalia, el tratamiento se dirige a reducir la producción de LCR y la inflamación mediante el uso de corticosteroides".
La cirugía para colocar un tubo que se extiende desde los espacios abiertos en el cerebro hasta el abdomen (derivación ventriculoperitoneal) se puede realizar en algunos hospitales veterinarios de enseñanza o de especialidad. Se informan tasas de éxito de hasta el 80% en los casos tratados a tiempo. Riesgos considerables y complicaciones potenciales están asociados con este procedimiento, así que asegúrese de discutir a fondo los beneficios y riesgos de las derivaciones con su veterinario.
Para la hidrocefalia adquirida, la terapia se enfoca en tratar la causa subyacente y puede variar desde medicamentos hasta cirugía y radioterapia.
¿Se deben criar perros con hidrocefalia congénita?
Absolutamente no. Debido a que la hidrocefalia congénita es un defecto de nacimiento, ambos padres no deben reproducirse nuevamente.
¿Cuál es el pronóstico para los perros con hidrocefalia?
En general, la hidrocefalia en perros es una afección grave, a menudo potencialmente mortal. El resultado previsto para la hidrocefalia depende de su duración y gravedad. A los cachorros con hidrocefalia congénita les puede ir bien después de la colocación de una derivación si no se ha producido un daño cerebral grave. Los perros con hidrocefalia adquirida tienen un peor pronóstico debido a la probabilidad de un tumor subyacente o una infección como la encefalitis (inflamación del cerebro). Su veterinario discutirá el pronóstico de su mascota y las opciones de tratamiento según su condición individual.
Colaboradores: Tammy Hunter, DVM; Ernest Ward, DVM