Los perros, además del olfato, utilizan la boca para explorar y conocer su entorno, recogen objetos o los muerden y así conocen su sabor y textura. Es una práctica que viene innata en estos animales por lo que, roer huesos les encanta pero, además trae muchos beneficios, entre ellos el alivio del aburrimiento y el estrés, la limpieza de sus dientes y la ejercitación de los músculos de su mandíbula.
"Cada vez es un tema más sonado entre los dueños de perros y la verdad, me alegro de que se utilice más ya que tiene muchísimos beneficios para nuestros peludos", explica Maky Benito, directora y educadora de Dog Care.
Qué beneficios tiene roer
La masticación como actividad en los perros les viene de sus antecesores, los lobos, quienes, tras haber devorado a sus presas, se juntaban en grupo para roer y aprovechar todas las partes del cuerpo las mismas. "Masticaban la piel, los tendones, las pezuñas... Con esto fomentaban el vínculo con el grupo y además les ayudaba a tener las mandíbulas más fuertes y los dientes más limpios", cuenta Benito.
El beneficio más popular es el relacionado con la salud de la boca del perro. Masticas es bueno para los dientes, encías y músculos de la mandíbula, ya que es como un cepillado para ellos. Además, en el caso de los cachorros en periodo de dentición, utilizan los huesos de roer también para aliviar el dolor o la picazón. "Masticar contribuye a la limpieza de la boca, como por ejemplo, disminuyendo la cantidad de sarro o manteniendo sus encías más sanas", añade la educadora canina. "Además, añade un valor nutricional a su dieta".
Otra ventaja que tiene el roer en los perros es que es una actividad que pueden realizar ellos solos. Aquellos peludos que pasan largas horas en soledad pueden encontrar un entretenimiento en el roer un juguete o un hueso, por lo que serán menos propensos a desarrollar ansiedad por separación.
"Cuando los perros hacen el proceso de masticación, se favorece la segregación de endorfinas (neurotransmisores que cuando son liberados crean una sensación de relajación, placidez e incluso analgesia). En perros con problemas de ansiedad, por ejemplo, vas a poder regular esa química y ayudarles a gestionar esas emociones", concluye Benito.