Si hay un perro conocido en el mundo de la moda, ese es Moujik, que perteneció a Yves Saint Laurent hasta en cuatro ocasiones. Me explico, cuando se le moría, iba corriendo a comprarse otro, y le ponía el miso nombre más el número de perro que le correspondía.
Siempre escogía la misma raza y con las mismas facciones: un bull dog francés. De ahí que en todas las fotos del diseñador aparezca siempre el mismo perro (aparentemente) a lo largo de más de 40 años de carrera.
Yves Saint Laurent amó a Moujik I, Moujik II, Moujik II y Moujik IV, casi por encima de sí mismo. Su obsesión se fue acentuando con los años, y no iba a ningún sitio sin la compañía de Moujik. Compartía el perro con su pareja Pierre Bergé. Éste se quejaba a menudo de que estaba demasiado encariñado con el animal, llegando a ser la excusa para no salir de casa durante días. Cuando Yves murió, Moujik IV se quedó solo, y Pierre Bergé se lo llevó con él. A día de hoy todavía vive, aunque está ya muy mayor.
Alexander McQueen era otro de los diseñadores enamorados de su perro. Cuando murió, legó su fortuna a su perro, que pasó a ser el heredero único del diseñador. Una obsesión llevada a límites insospechados. Otro diseñador que ama a su perro por encima de todas las cosas es Marc Jacobs, al que se le puede ver paseando por Nueva York con su bull terrier, llamado Neville, y con el que incluso se acuesta a dormir. Jacobs es además el único diseñador que queda con sus exparejas para que los perros de ambos sigan manteniendo el trato y la amistad. Puede parecer mentira, pero no lo es.
Roberto Cavalli, el rey del «too much rich» también tiene un perro, en esta ocasión, un pastor alemán, que encarna los colores base del diseñador, esa mezcla de negros con dorados a lo grande. Lupo se llama, y comparte con su dueño viajes en avión privado, cruceros por el mediterráneo e incluso muchas fotos de Twitter, ya que Cavalli las cuelga habitualmente.
El diseñador que más perros tiene es Valentino Garavanni, que tiene seis perros carlinos que le acompañan allá donde vaya y revolotean a su alrrededor. Esta pasión por los perros le viene de lejos, e incluso en su documental «El último emperador» pudo dejar constancia de esa pasión. Se llaman: Monty, Mande, Margot, Maggie y Molly. Y lo más impresionante de todo es que los diferencia uno por uno.
Karl Lagerfeld: la excepción (1)
Pero tenía que haber una excepción. En la moda siempre hay excepciones. Ni más ni menos que Karl Lagerfeld, que detesta a los perros y no puede aguantar que sean tan dependientes y tan pesados. A él le gusta la independencia, la frialdad, una compañía respetuosa, muy «germánica». Y todo eso no puede dárselo otra que su gata Choupette, por la que siente un amor tal que ya ha protagonizado varios editoriales de moda. Incluso Lagerfeld ha declarado que es una pena que no haya leyes para casarse con los animales, ya que «es la mujer con mas charme que conozco».
Pero la lista de diseñadores que aman a los perros no acabaría aquí. Donatella Versace tiene una jack russell terrier llamada Audrey, que incluso le acompaña a los desfiles. El neoyorkino Thakoon tiene a Stevie, un yorkshire correteando por el estudio. Alberta Ferreti pasa largas temporadas en el campo junto a Alfonso, su golden lab. Angela Missoni tiene a Billy, un beagle/boxer. Dries Van Noten tiene a Harry, un airedale al que le tiene gran cariño y apego. Frida Giannini corre junto a su pastor alemán, Gunner.
Pero numerosas famosas y celebrities también tienen a mascotas como mejores amigos, como pueden ser Anna dello Russo, que adora a su perrita Cucciolina. Paris Hilton con Dollar, Amanda Seyfried con Finn, Kristen Stewart con Tommy, la modelo española Blanca Suárez con Pistacho. Alessandra Ambrosio con Lola, Olivia Palermo con Mr. Butler, Anne Hathaway con Esmeralda, Karlie Kloss junto a Joe...