¿Qué es el síndrome de la cola fría?
Conocida como miopatía coccígea aguda, cola rota, cola fría, limber tail o cold tail, es una lesión que perjudica las fibras musculares de la cola de los canes, con un cuadro súbito y agudo.
Habitualmente se presenta en perros de caza, de trabajo, razas deportivas, pero, además, en circunstancias concretas.
¿Cómo se produce el síndrome de la cola fría en perros?
La miopatía coccígea aguda no debe confundirse con la fractura del rabo en el perro.
La musculatura del rabo aparecerá dañada y atrofiada después de una hiperextensión, que continúa con una reducción del flujo de la sangre en la zona. De esa manera, la temperatura del rabo del perro descenderá uno 2 o 3ºC con respecto al resto de su cuerpo, de ahí el nombre de esta patología.
Debido a que se trata de un proceso muscular agudo, este se presenta de repente, por lo que es sencillo detectar a simple vista que algo no está bien en el animal.
Síntomas de la cola fría
El signo principal de esta patología es que la cola se presenta flácida, también rígida en su base y cayendo completamente inmóvil hacia el suelo, por tanto, el perro no puede moverla ni levantar.
El animal suele presenta dolor al tacto, pero también ante cualquier intento de moverla.
En ocasiones el can intentará lamer o mordisquear su cola con el fin de aliviar el dolor, pero esto solo empeorará la situación, ya que se estresará e incluso puede hacerse heridas.
Los síntomas pueden durar desde unas horas hasta más de una semana, por ello, es aconsejable es no tocarla y acudir a un centro veterinario con rapidez.
Causas del síndrome de la cola fría en perros
No se conoce con exactitud la etiología de este problema. Sin embargo, varias investigaciones apuntan a que se debe a la suma de un conjunto de factores predispuestos, junto con un componente genético:
Factores genéticos: perros retriever, como el golden, el pointer, el beagle, el setter o el labrador, además de otras razas con condiciones para la caza o el deporte.
Baños y natación en agua muy fría. Esta es la causa más habitual, aunque también puede darse tras baños en aguas muy calientes.
Ambientes con un alto grado de humedad y frío.
Sacudidas constantes de la cola con mucha fuerza.
Realización de ejercicio físico muy intenso, especialmente si el animal no está preparado convenientemente o no se encuentra en su mejor condición.
Lugares de altura elevada por encima del nivel del mar.
También puede darse el síndrome de la cola fría en perros cuando estos permanecen mucho tiempo en un espacio cerrado sin salir. Esto es más frecuente cuando dicho espacio es una jaula o transportín donde el can no puede estirarse cómodamente.
Sí, el síndrome de la cola fría en perros se puede tratar y, además, es una patología que no tiene por qué ser grave si se pone remedio a tiempo. Entre los tratamientos recomendados se encuentran:
Reposo estricto, evitando las emociones que hagan que el perro mueva la cola.
Aplicar calor durante unos minutos al día, especialmente en la base de la cola.
Antiinflamatorios y/o analgésicos para el dolor, siempre bajo la recomendación veterinaria. Recuerda que no debes medicar a tu mascota sin su supervisión.
En casos dudosos en los que el profesional quiera descartar otro tipo de problemas, es posible que realice análisis de sangre, radiografías, resonancias magnéticas u otras pruebas específicas.
Además, si el perro se expone de nuevo a las mismas circunstancias que causaron el síndrome, por ejemplo, nadar en aguas heladas, es posible que vuelva a darse.
Por tanto, debes evitar este hecho como todos los demás mencionados como posibles causantes del síndrome de la cola fría en perros. Como siempre decimos, el mejor tratamiento es la prevención.