En este artículo te traemos diez de las emergencias más comunes en mascotas pequeñas.
Vómito o diarrea
El vómito y la diarrea son problemas comunes en los perros y, aunque pueden ser señal de una enfermedad grave, en la mayoría de los casos son simples molestias estomacales que típicamente se mejoran en las próximas 24 horas. Si tu perro desarrolla cualquier otro síntoma como debilidad, dolor aparente, o si el vómito o la diarrea contienen sangre o persisten por más de 24 horas, llama al veterinario inmediatamente. Si tu perro tiene un problema médico crónico como la diabetes y comienza a vomitar, no te recomendamos que esperes 24 horas, busca atención veterinaria lo antes posible.
También se puede ver ocasionalmente en los gatos. Si tu gato vomita más de una vez, no puede retener el agua, ves sangre o material inusual en el vómito o la diarrea, o si lo viste comer algo que no debería, llama al veterinario de inmediato.
Trauma
Los casos de trauma más comunes incluyen accidentes de tránsito, caídas, mordeduras y heridas de bala. A veces puede ser difícil evaluar la gravedad del trauma interno, por lo que se recomienda que vean a tu mascota lo más rápido posible, incluso si parecen estar bien. Algunas lesiones, como la fisura de un pulmón o una hemorragia interna pueden tardar un poco para mostrar síntomas. Las heridas pueden ser más profundas de lo que parecen y pueden desarrollarse complicaciones, como una infección, si se retrasa el tratamiento veterinario. La mayoría de estos tipos de trauma causan cierto grado de dolor a tu mascota, por lo que usualmente necesitarán que el veterinario les administre una inyección con analgésicos o administre primeros auxilios para lesiones menores en extremidades o patas.
Colapso
El colapso describe una pérdida de fuerza que causa que tu mascota se caiga o sea incapaz de levantarse. Las posibles causas de un colapso incluyen enfermedades cardíacas, vasculares (vena y arteria), hemorragia (interna o externa), anemia, enfermedades respiratorias, neurológicas, musculoesqueléticas (músculo, ligamento, tendón, hueso), intoxicación y algunos medicamentos. Si tu mascota sufre algún tipo de colapso, busca atención veterinaria inmediata, ya que podría haber una causa mortal.
Dificultad al respirar
Podrías notar asfixia, respiración débil y áspera o tos. En los gatos, la respiración con la boca abierta es también un motivo de preocupación. Las dificultades respiratorias pueden ser el resultado de cuerpos extraños en la garganta, reacciones alérgicas, asma y enfermedades del corazón o del pulmón. Los problemas respiratorios son graves y pueden poner en peligro la vida de tu mascota, por lo que debes llevarla al veterinario.
Dificultad para orinar/cistitis
Si notas que tu gato o perro no está produciendo orina, que está orinando (o esforzándose para orinar) frecuentemente o está teniendo dificultades para orinar, debes ir al veterinario lo antes posible. Esto puede ser un síntoma de que tu mascota tiene un bloqueo que podría ser mortal (esto es más común en machos que en hembras).
Intoxicación/Ingesta de algo indebido
Si estás preocupado de que tu gato o perro ha comido algo que no debería, llama al veterinario inmediatamente. La intoxicación más común es por chocolate, uvas o pasas, medicamentos humanos, los lirios y los venenos para ratas. Algunos de estos pueden tratarse con éxito si se revisa de inmediato, pero pueden convertirse en una situación que pone en peligro su vida una vez que tu mascota empiece a digerir y absorber los venenos en su sistema digestivo. Te recomendamos informarte sobre los venenos comunes y cómo identificar una intoxicación.
Dilatación gástrica-vólvulo (DGV) o hinchazón
La DGV es cuando el estómago se retuerce, es probablemente la emergencia no traumática más grave para cualquier perro. Los primeros síntomas pueden ser que el perro parezca estar inquieto después de una comida abundante. A medida que la DGV se desarrolla, el abdomen de tu perro se distenderá o se hinchará y mostrará síntomas de incomodidad o dolor. En la mayoría de los casos, todo lo que lograrán sacar es espuma blanca. Pueden babear excesivamente y es posible que notes un aumento en la frecuencia respiratoria y cardíaca. La GDV es más frecuente en razas grandes como el gran danés o el pastor alemán.
Si sospechas que tu perro tiene GDV es imperativo que busques tratamiento veterinario inmediato. Las tasas de éxito disminuyen mientras más se tarde en iniciarse el tratamiento.
Problemas de parto
Emergencias de partos de perros; cuándo acudir al veterinario:
Tu perra entra en trabajo de parto y notas que han transcurrido más de dos horas sin que nazcan los cachorros.
Tiene una secreción vaginal de color verde sin que nazcan los cachorros.
Hay más de dos horas entre cada cachorro.
Si se esfuerza continuamente durante unos minutos y tiene un cachorro o una burbuja llena de líquido atascada en el canal de parto.
Está aletargada o su temperatura corporal es mayor a 39,4 ℃.
Si sangra por la vagina durante más de diez minutos.
Emergencia de partos de gatos; cuándo contactar al veterinario:
Tu gato ha estado veinte minutos en trabajo de parto intenso y no sale ningún gatito.
Hay más de dos horas entre cada gatito.
Diez minutos de trabajo de parto intenso y no expulsan a un gatito que se puede ver en la vulva.
Si aplicar tracción suave a un feto atrapado ocasiona dolor a tu gata.
Está aletargada o con fiebre (temperatura rectal mayor a 39,4 ℃).
Hay pérdida de sangre de su vulva por más de diez minutos.
Convulsiones
Los síntomas asociados con las convulsiones incluyen temblores incontrolables, pérdida de conciencia, pedalear con las patas y posible pérdida de control intestinal o urinario. La causa más común de convulsiones en perros y gatos es la epilepsia. Si tu mascota es diagnosticada con epilepsia, no todas las convulsiones serán una emergencia; si tu mascota tiene múltiples convulsiones en un período de 24 horas o si la convulsión dura más de un par de minutos, es posible que el veterinario deba ver a tu mascota. Si esta es la primera convulsión de tu mascota, es recomendable que llames al veterinario para pedirle consejos y hacer una cita para un chequeo.
Problemas neurológicos (nerviosos o cerebrales)
Los problemas neurológicos se pueden manifestar en tu perro como desorientación, poca coordinación, caminar en círculos, falta de respuesta y caer en coma. Un perro sano es brillante, alerta y sensible; cualquier cambio pronunciado en el estado mental de tu perro requiere atención veterinaria inmediata. El letargo y la debilidad pueden verse como cualquier enfermedad grave y nunca deben ignorarse. A veces, la pérdida del uso de las extremidades posteriores puede ser causada por una ruptura del disco intervertebral. Nuevamente, estos son trastornos graves que requieren atención veterinaria inmediata para lograr el resultado más favorable.
El síndrome vestibular, o enfermedad vestibular geriátrica, usualmente se conoce como un “accidente cerebrovascular” y comúnmente se ve en perros más viejos. Los síntomas característicos son pérdida de equilibrio, inclinación hacia un lado, inclinación de la cabeza y movimientos rápidos de los ojos de izquierda a derecha. A veces, la pérdida del equilibrio es tan grave que el perro se da vuelta repetidamente.