Todos los gatos, salvajes y domésticos, pertenecen al grupo animal de los felinos. Los gatos nacen con todo el equipamiento que necesitan para cazar: unos dientes afilados, unos reflejos con la velocidad de un rayo, una excelente visión nocturna, una buena capacidad auditiva y estrategias de caza rápidas, potentes y cooperativas según la especie.
Los gatos salvajes cazan otros animales para comer su carne y alimentarse a sí mismos y a sus crías. La mayoría de los gatos salvajes son cazadores solitarios.
A lo largo de los siglos, algunas especies de gatos salvajes comenzaron a relacionarse con los seres humanos. Las personas utilizaban a los gatos para matar a ratones y otras plagas que se comían el grano almacenado por los agricultores. Estos gatitos domesticados no eran mascotas, sino que tenían que encontrar su propia comida cada día. ¡Son los predecesores directos de tu gato!
Llevan programado el instinto de caza en sus mentes. Los gatos domésticos que viven al aire libre utilizarán sus instintos para atrapar ratones, topos, pájaros o incluso conejos. Los gatos de interior, por su parte, emplean técnicas de caza a través del juego diario.
Estrategias y técnicas de caza felinas
Imagina una leoparda agazapada en la sabana africana. Cada uno de sus músculos está tenso y tiene sus cinco sentidos en un antílope que está pastando cerca. Arrancando con sus cuartos traseros, la leoparda sale propulsada hacia delante. Tras una breve persecución a alta velocidad, la felina derriba a su presa con un poderoso zarpazo de su pata delantera y propicia un bocado mortal en la garganta del antílope.
Tu gato es una versión a pequeña escala del leopardo africano. Su presa no es un antílope grande, sino algo más apropiado para su tamaño, como un ratón o un pájaro cantor. Sin embargo, la técnica de caza de tu gato es muy similar a la de un león, un leopardo, un lince o un puma.
Muchos felinos emplean la técnica de «perseguir sigilosamente y lanzarse» para cazar a su presa. Estos gatos localizan a su presa, luego se agazapan y se arrastran lentamente hacia su presa. Cuando el gato está a una distancia desde la que puede sorprender a su objetivo, sale corriendo hacia él. Otros gatos prefieren tender una emboscada a su presa. Se esconden, esperan pacientemente hasta el momento adecuado y saltan sobre ella.
En ambos casos, la presa muere debido a un mordisco en la garganta. Los afilados dientes del gato perforan la médula espinal, y con su potente mandíbula destroza la tráquea.
¿Por qué caza mi gato si está bien alimentado?
Los gatos domésticos no se han criado de manera tan selectiva como los perros. Por este motivo, conservan su fuerte instinto de caza ancestral. Cazar es tan natural como comer y dormir para un gato.
El deseo de cazar no está vinculado con el hambre. En la naturaleza, los gatos cazan en cualquier momento, incluso cuando no tienen hambre, porque no saben cuándo será su próxima comida. Si un gato ha de esperase a estar desesperadamente hambriento para cazar, podría estar demasiado débil para atrapar a su presa.
Tu amigo felino seguramente no necesite atrapar una presa para sobrevivir, pero sus instintos de caza son fuertes. Por ello, tu gato podría cazar incluso si le das una comida nutritiva a diario.
¿Por qué mi gato trae pájaros y otros animales como regalos?
¿Tu gatito te trae «regalos» de ratones muertos a la puerta de tu casa? O aún peor, ¡un ratón que todavía está vivo! Esto puede ser una señal de que cree que eres parte de su familia. Está compartiendo el botín de su caza, de la misma manera que su mamá podría haber hecho con él o ella cuando era pequeño.
Los gatos de interior también cazan, pero sus presas son ratones de juguete o pelotas; tu amigo felino también te las puede ofrecer como un regalo, aunque los juguetes no se puedan comer.
¿Por qué juegan los gatos con su presa?
Cuando un gato forcejea con su presa tras el asalto inicial, puede parecer que quiera «jugar» con su captura. Pero, en realidad, el gato está cansando al animal hasta que sea seguro propiciar el mordisco mortal.
Los ratones y las ratas tienen unos dientes incisivos afilados que podrían herir a tu gato si le muerden. Los picos de los pájaros son puntiagudos y también pueden hacer daño. Desgastando a su presa hasta que esté agotada, el gato tiene más posibilidades de evitar lesiones. Solo cuando la presa esté sometida, el gato se dispondrá a dar el mordisco mortal para cortar la médula espinal.
Los gatos podrían lanzar su presa al aire, y esto puede dar la impresión de que estén jugando. Pero esta técnica puede hacer que la presa se caiga al suelo violentamente y causar la fractura de sus huesos. Como mínimo, la presa estará aturdida, lo que brindará al gato una oportunidad excelente para el mordisco final.
Otro motivo por el que los gatos podrían jugar con su presa es su escasa experiencia cazando. Los gatos jóvenes mejoran su técnica de caza viendo cazar a su mamá y acompañándola cuando se dispone a atrapar a sus presas. Un gato que haya sido separado de su madre a una edad temprana podría no haber tenido la oportunidad de perfeccionar sus estrategias de caza (ya sea a través de juegos o cazando). Un gato de interior que solo salga al aire libre de manera ocasional podría no tener las habilidades necesarias para matar a su presa, pero podría jugar con ella dándole golpes con sus patas.
Los gatos son cazadores innatos, pero dejar que tu gato atrape a sus presas hace que se exponga a distintos riesgos. Tu amigo felino no solo puede ser herido por los afilados dientes de un roedor mientras lo atrapa, sino que también puede enfermar al comer un animal salvaje.
Muchos animales salvajes, incluidos los ratones, las ratas y los pájaros que tu gato podría cazar, tienen parásitos intestinales, como los nematodos. Estos parásitos pueden causar diarrea y vómitos, y se pueden transmitir a otras mascotas o seres humanos.
El toxoplasma es un parásito común en los gatos de exterior. Los gatos pueden ingerir los huevos de este parásito al comer ratas o ratones infectados, o al entrar en contacto con heces o tierra infectadas. El toxoplasma completa su ciclo de vida en los gatos. Los gatos infectados con toxoplasmosis podrían no mostrar síntomas, pero pueden transmitir el parásito a los seres humanos que manipulen el arenero del gato y accidentalmente ingieran los microscópicos huevos. Las mujeres embarazadas pueden sufrir graves complicaciones si se infectan con los parásitos que causan la toxoplasmosis.
Otras enfermedades que los roedores pueden transmitir a los gatos o a las personas incluyen la peste, la leptospirosis y el hantavirus.
Para no correr riesgos, utiliza guantes desechables cuando toques cualquier presa que tu gato traiga a casa, y deshazte de los animales muertos de forma segura. Si es posible, evita que tu gato se coma a la presa. Lava tus manos cuidadosamente con agua y jabón después de limpiar el arenero de tu mascota.
Hazle pruebas fecales a tu gato de exterior regularmente para detectar posibles parásitos intestinales. Tu veterinario podrá recomendarte un tratamiento concreto si fuera necesario. Toma medidas para prevenir las garrapatas y las pulgas si tu gato pasa mucho tiempo al aire libre.
¿Cómo puedo lograr que mi gato deje de cazar?
Puede que estés viviendo una experiencia desagradable cada vez que tu gato trae una presa a casa, y además es un tema que cada vez preocupa más a la población. Actualmente se están llevando a cabo estudios para saber cómo afectan los gatos domésticos a la vida salvaje local.
Una manera segura de evitar que tu gato cace es no dejando que salga al aire libre. Si no es posible, plantéate crear un espacio de exterior seguro para tu gato, como un recinto al aire libre. Estos espacios de exterior enriquecerán la vida de tu amigo felino al mismo tiempo que lo protegerá de los peligros del exterior.
Si prefieres dejar que tu gato pasee al aire libre, un localizador GPS para gatos puede ayudarte a que no pierdas de vista a tu amigo peludo. Después de todo, el instinto de caza es uno de los motivos más frecuentes por los que los gatos se escapan.