Mientras que un gran danés tiene una esperanza de vida de entre 8 y 9 años, el pequeño chihuahueño puede llegar con facilidad a los 14. Es una diferencia tan marcada, tratándose de animales de la misma especie, que es natural preguntarse por qué sucede esto.
Por qué los perros grandes viven menos
Descifrar el misterio de la longevidad de los perros ha sido también la motivación de un equipo de investigadores de la Universidad de Adelaide, en Australia. Estos expertos han examinado las causas de las diferencias en la esperanza de vida de hasta 164 razas de perros, incluyendo los mencionados gran danés y chihuahueño, y han llegado a conclusiones interesantes.
Según descubrieron, los perros grandes no necesariamente envejecen con mayor rapidez que los pequeños. Sin embargo, el aumento de peso y tamaño hace que aumenten también significativamente las tasas de cáncer.
Es decir: los perros grandes tienen más probabilidades que los pequeños de morir de cáncer a una edad temprana.
Para su investigación, que ha sido publicada en la revista The American Naturalist, los científicos se apoyaron en la hipótesis del soma desechable, una célebre teoría del envejecimiento propuesta por Tom Kirkwood en los años 70.
Esta teoría explica que los organismos pluricelulares tienen recursos limitados que deben repartir entre dos cometidos básicos: mantenerse con vida, en primer lugar, y reproducirse, en segundo lugar.
Los perros grandes, cuyos organismos invierten una gran cantidad de recursos en el crecimiento y la reproducción, tienen una menor capacidad de regeneración celular y lucha contra el cáncer.
Por qué los perros grandes viven menos
Los perros grandes podrían vivir más años en el futuro
Una de las conclusiones de esta investigación sobre por qué los perros grandes viven menos podría ser tranquilizadora para las personas que conviven con uno de estos animales: se prevé que estos perros irán evolucionando poco a poco para resistir al cáncer cada vez más y mejor.
Los perros grandes deberían ir adaptándose y ampliando su vida útil, quizás a costa de tener camadas más pequeñas en el futuro.
Hay que tener en cuenta que la mayor parte de las razas de perros que existen en la actualidad tienen muy pocos años, por lo que realmente aún no han tenido tiempo de evolucionar para incorporar mecanismos de defensa contra el cáncer.
Señalan los expertos que la cría selectiva podría ayudar a acelerar este proceso de protección frente al cáncer, a medida que los criadores vayan dando prioridad a los perros grandes que muestren una mayor resistencia.
Fuente: Expansión.