Preservar el Oeste a través de su trabajo y su pasión por los equinos, define a la artista Shannon Lawlor.
Su conexión con la tierra, la gente, los caballos y el estilo de vida del Occidente moderno es aceptable en la esencia de su trabajo, retratado a través de sus pinceladas, ya sea en la suave intensidad de la mirada de un caballo de rancho trabajando o en el exquisito detalle de un hackamore.
Lawlor creció en el borde de las Grandes Llanuras del Norte, una región conocida por la ganadería extensiva y la actividad vaquera. Ha estado dibujando desde que tenía cinco años y es una pasión que no ha disminuido desde entonces. Antes de convertirse en artista a tiempo completo, pasó su vida en la silla de montar, alrededor de los animales que algún día sería famosa por representar en su arte, considerándolos "uno de los verdaderos administradores de Occidente". Para ella es importante la equitación decidida, al igual que la autenticidad del equipo, un matiz que no pasa desapercibido para sus coleccionistas, ya que su trabajo es conocido por su “corrección” en los detalles.
Si fue el puro placer de dibujar y pintar caballos lo que la impulsó a dedicarse a la vida de artista a tiempo completo, es su continuo y profundo sentimiento de orgullo al saber que Occidente es su estilo de vida y su gente, lo que le da un sentido de obligación para seguir adelante. conservarlo auténticamente.
Su conexión con la tierra, la gente, los caballos y el estilo de vida del Occidente moderno es aceptable en la esencia de su trabajo, retratado a través de sus pinceladas, ya sea en la suave intensidad de la mirada de un caballo de rancho trabajando o en el exquisito detalle de un hackamore.
Lawlor creció en el borde de las Grandes Llanuras del Norte, una región conocida por la ganadería extensiva y la actividad vaquera. Ha estado dibujando desde que tenía cinco años y es una pasión que no ha disminuido desde entonces. Antes de convertirse en artista a tiempo completo, pasó su vida en la silla de montar, alrededor de los animales que algún día sería famosa por representar en su arte, considerándolos "uno de los verdaderos administradores de Occidente". Para ella es importante la equitación decidida, al igual que la autenticidad del equipo, un matiz que no pasa desapercibido para sus coleccionistas, ya que su trabajo es conocido por su “corrección” en los detalles.
Si fue el puro placer de dibujar y pintar caballos lo que la impulsó a dedicarse a la vida de artista a tiempo completo, es su continuo y profundo sentimiento de orgullo al saber que Occidente es su estilo de vida y su gente, lo que le da un sentido de obligación para seguir adelante. conservarlo auténticamente.
Preserving the West through her work and a passion for the equine, define artist Shannon Lawlor.
Her connection to the land, people, horses and lifestyle of the modern West is palatable in the essence of her work – portrayed through her brush strokes – whether in the soft intensity of an eye of a working ranch horse, or the exquisite detail of a hackamore.
Growing up on the edge of the Northern Great Plains – a region known for extensive cattle ranching and cowboying – Lawlor has been drawing since the age of five, and it’s a passion that hasn’t waned since. Before becoming a full-time artist, her life was spent in the saddle, around the animals she would one day be renowned for depicting in her art, considering them “one of the true stewards of the West.” Purposeful horsemanship is important to her, as is the authenticity of gear – a nuance not lost on her collectors, for her work is known for its “correctness” in detail.
If it was the pure enjoyment of drawing and painting horses that propelled her into pursuing the life of an artist fulltime, it is her continued deep sense of pride in knowing the West is her lifestyle and her people, that gives her a sense of obligation to authentically preserve it.
