A continuación, se ofrece la información que recoge esta guía:
1. No dejes a un animal en el coche con elevadas temperaturas. Esta práctica en verano es causante de numerosos accidentes fatales. Un coche cerrado puede alcanzar temperaturas muy elevadas en pocos minutos que son potencialmente mortales para los animales.
2. Evita los paseos con animales en las horas centrales del día. Intenta que los paseos más largos sean a primera y última hora del día, en los momentos con menos calor. En el caso de los perros, las temperaturas superiores a 30ºC ya pueden ser peligrosas para perros grandes, de edad avanzada o braquicéfalos. A partir de 32ºC todos los perros se exponen a un alto riesgo de golpe de calor, por lo que en esas condiciones se debe evitar cualquier actividad que implique ejercicio físico intenso para los perros. Dejarlos atados en las puertas de los establecimientos expuestos al sol, es otro riesgo que debemos evitar, aunque sea con supervisión.
3. El suelo quema. Trata de ir con el animal por la sombra y evitar, en lo posible, el asfalto o las superficies metálicas. Si tienes dudas de si el asfalto puede quemar o no, puedes tocarlo con la palma de tu mano.
4. Hidrata a los animales. Es necesario facilitar al máximo la hidratación de los animales de compañía, tomando medidas como cambiar el agua con más frecuencia o el uso de fuentes eléctricas para gatos. Se recomienda también llevar siempre una botella de agua o un bebedero cuando salgas de paseo con tu perro, así como usar productos como camas o esterillas refrescantes. Además, es recomendable bañar a los animales en playas, ríos o piscinas, siempre con supervisión, o refrescar con una manguera.
5. Evita el ejercicio excesivo. Deben evitarse actividades como jugar a la pelota, correr o montar en bici. Es importante recordar que los perros son más sensibles que los humanos a las altas temperaturas.
6. Importancia del pelo. En general, el pelo protege y aísla térmicamente a los animales, por lo que no siempre es recomendable cortárselo durante el verano. En el caso de los perros, es mejor consultar a un profesional de higiene canina de confianza qué es lo más conveniente sobre su tipo de pelo. En el caso de los gatos, no debe raparse el pelo para evitar el calor salvo en los gatos de pelo largo. Y se recomienda cepillarles más a menudo para retirarles el pelo muerto.
7. Aplica protección solar. Es conveniente consultar a tu veterinario sobre la necesidad de aplicar protección solar en perros y gatos expuestos al sol, especialmente si son de colores claros. Te asesorará sobre el producto más conveniente y la forma de aplicarlo.
8. Si estás en una terraza o al aire libre, mejor a la sombra. Evita la exposición solar excesiva, tanto en casa como en la calle. Dentro de casa asegúrate de que la temperatura está dentro del rango que tu perro o gato es capaz de soportar. Debes ofrecerles la posibilidad de acudir a zonas más frescas de la casa siempre que lo necesiten, especialmente en el caso de cachorros, braquicéfalos, animales con enfermedades crónicas o de avanzada edad, más sensibles a las altas temperaturas.
9. Bozales. Si nuestro perro debe usar bozal, debe ser uno de cesta lo más amplia posible para que pueda abrir completamente la boca y expulsar el calor. Un perro solo puede termorregular mediante su jadeo.
10. Golpes de calor. En caso de que el animal haya sufrido un golpe de calor, hay que acudir a profesionales veterinarios. Ellos nos pueden ofrecer los mejores consejos en este caso.
En la guía se advierte, además, de la importancia de vigilar las temperaturas durante estas olas de calor a lo largo del verano, especialmente a la hora de transportar animales, ya sea en vehículos privados o alojados en transportines de cualquier medio de transporte público.